Anabel Pantoja rompe su silencio: habla de su hija y lanza una súplica a los medios de comunicación
Once días después, la colaboradora televisiva ha emitido un comunicado para agradecer el apoyo recibido y, sobre todo, pedir respeto: "Sin especulación ni exigencias"
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F807%2Fdc9%2Fc27%2F807dc9c270531fb697fc9c0fca736ce2.jpg)
Once días después del ingreso de su hija, Anabel Pantoja ha roto su silencio a través de sus redes sociales, y lo ha hecho no solo para ofrecer la última hora sobre su estado de salud, sino también para agradecer el cariño de todos sus seguidores durante este duro trance y, por encima de todo, lanzar un rotundo mensaje a los medios de comunicación: necesita un poco de tranquilidad, demandando que cesen las especulaciones y las exigencias sobre su persona.
"Hace 11 días, se paró mi vida. Pero aquí seguimos, luchando con amor y fe, avanzando paso a paso. Alma está bien, gracias a Dios, y al maravilloso equipo del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria, especialmente en la UMI, que no nos soltó la mano desde que llegamos. Ahora seguimos adelante, subiendo un escalón más en este camino", comienza poniendo de relieve la que fuera una de las grandes protagonistas de Sálvame, trasladando un mensaje de optimismo a sus seguidores.
Precisamente a ellos se dirige acto seguido, en un agradecimiento que hace extensible también a los medios de comunicación: "Quiero agradecer, desde el corazón, todo el apoyo y las muestras de cariño que hemos recibido de todos y de todas partes... Gracias por rezar por ella y enviarnos tantas fuerzas y amor. De verdad, sentimos ese abrazo que nos ayuda a seguir adelante con más esperanza".
Es, tras estas gracias infinitas, cuando la colaboradora de TardeAR lanza una importante, y urgente, petición a prensa y cadenas de televisión, las cuales llevan dos semanas volcadas con este asunto, conscientes del interés que despierta: "Solo pedimos, con todo el respeto, que los medios nos permitan vivir este proceso como padres con tranquilidad, sin especulación ni exigencias de lo que ha ocurrido". Con estas palabras, Anabel parece dar réplica directa a tertulianos como José Manuel Parada o Antonio Montero, quienes le habían demandado una mayor transparencia sobre toda esta situación tan delicada por el mero hecho de que siempre ha expuesto su vida en las redes sociales.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fe6f%2Fd49%2Fb8b%2Fe6fd49b8baa3abcc26cbcc194edce3ce.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fe6f%2Fd49%2Fb8b%2Fe6fd49b8baa3abcc26cbcc194edce3ce.jpg)
"Nuestro mayor deseo es que este mal sueño pase pronto y podamos regresar a casa con nuestra hija. Sabemos que, al ser personaje público, esto trae consigo un precio. Pero si pediría que nos permitan vivir estos días con un poco de normalidad: poder ir y venir del hospital, hacer turnos, salir a desayunar o comer, o simplemente salir a lavar ropa sin sentirnos observados, perseguidos por las cámaras", añade en este sentido Pantoja.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffbb%2Ff03%2Fb3b%2Ffbbf03b3b55627624fa666cc8954c02d.jpg)
"Por encima de todo, pedimos respeto no solo por nosotros, sino también por los demás pacientes, familias y trabajadores del hospital. Gracias de corazón por estar con nosotros en este momento", concluye su comunicado Anabel Pantoja, unas palabras que rápidamente recogían en los magacines de actualidad en directo, donde en todos ellos se comprometían a acatar esta solicitud.
Más lejos incluso iba María Patíño en Ni que fuéramos, asegurando que ya existían imágenes de Anabel en el que ha sido "su refugio" durante estas semanas, que no era ni el hospital ni su hogar, pero que en ningún momento habían visto la luz precisamente por respeto a su figura. Esto probaría ese compromiso alcanzado por parte de la profesión.
Once días después del ingreso de su hija, Anabel Pantoja ha roto su silencio a través de sus redes sociales, y lo ha hecho no solo para ofrecer la última hora sobre su estado de salud, sino también para agradecer el cariño de todos sus seguidores durante este duro trance y, por encima de todo, lanzar un rotundo mensaje a los medios de comunicación: necesita un poco de tranquilidad, demandando que cesen las especulaciones y las exigencias sobre su persona.