Una invitada rompe a llorar en mitad de 'Pasapalabra': "Quiero lanzar una petición"

Inesperado momento emotivo el protagonizado por Paola Dominguín este martes, 7 de enero, en Pasapalabra. La invitada aprovechaba los minutos antes de El rosco, instante en que los famosos pueden promocionar sus diferentes trabajos, para lanzar una petición al público ante la que no lograba contener las lágrimas: "Me están cayendo unos lagrimones...".

Todo sucedía cuando Roberto Leal le daba paso para promocionar su próxima película, momento en que Paola, tras hablar de su proyecto cinematográfico, le pedía un poco más de tiempo: "Yo quería hacer una petición. Por favor, no os olvidéis de Valencia", decía, con la voz comenzando a quebrársele.

"Es que me emociono...", reconocía ante las cámaras de Antena 3. Con lágrimas en los ojos, proseguía: "Sé que en este programa veníamos a reír, pero, por favor, no os olvidéis de Valencia, que todavía necesita un empujón muy grande".

"Lo siento", se le escuchaba decir a Paola al presentador, pero este no podía hacer otra cosa que sumarse a su llamamiento: "No digas lo siento, porque, al contrario, hay que sentirlo. Hay que llevarlo dentro y no olvidarlo, porque hay muchísima gente todavía a día de hoy afectada y lo que queda por delante es mucho todavía".

"Ese es el mayor deseo de los Reyes, que no se olvide nadie de Valencia y de la gente que está allí", apostillaba María Jesús, unas palabras que Dominguín aprovechaba para proseguir con su mensaje:"Es que es algo que está afectando a todo el mundo, a restaurantes, a bares,... claro, la gente no puede ir a trabajar, pero eso sigue adelante. Ay, me están cayendo unos lagrimones...".

La joven trataba de recomponerse, sin demasiado éxito, porque era acordarse de los voluntarios y volver a romperse: "También hay que felicitar a esos voluntarios, que son los que han traído la alegría y la fe en que se puede salir de una cosa así", acertaba a decir, con Roberto Leal viéndose obligado a intervenir para reconducir el programa hacia su decisiva prueba final, lo que, de paso, permitía a la invitada recomponerse por fin.