Salma, ganadora de la segunda edición de 'La caza': "Si ahí no tienes la cabeza bien asentada, date por jodido"
La flamante vencedora se sincera sobre lo mejor y lo peor del 'reality show' vasco, analiza a los concursantes que han marcado la temporada y desgrana la durísima prueba final
Tras cerca de un mes de supervivencia extrema, lucha, traiciones y sorpresas, la segunda temporada del reality show vasco La caza: nada es lo que parece tiene ya su flamante ganadora en ETB: Salma Zakkan se ha hecho con el título, y los 20.000 euros de premio, tras una reñidísima final en la que demostró que su capacidad de superación, y sus certeras premoniciones en forma de sueño, no tienen límites.
Porque si algo ha caracterizado su paso por el concurso producido por Secuoya Studios y Grupo Proyección ha sido sin duda su progresión, tanto en el apartado físico como, sobre todo, en el mental, ese que ahora, echando la vista atrás, considera fundamental para triunfar en un formato tan exigente como este: "Lo he pasado muy mal por el hambre, porque te lleva al límite mental, te cuestionas todo, te quieres ir,... Eso, unido a no estar con tu gente, ha sido lo peor. Si no tienes fortaleza mental, date por jodido", asegura con rotundidad Salma, saliendo muy reforzada del concurso en ese aspecto.
Salma, sobre Iván: "Era muy prepotente, se vendía como el mejor en todo, le tenía un poco de rabia"
Porque Salma ha logrado superar todas las adversidades, desde el potencial desestabilizar de Ángel hasta sobrellevar el hambre, ese que tan mal se lo hizo pasar la última semana de concurso: "Era la etapa en la que menos comíamos y se notaba mucho en los ánimos. Pensaba 'que pase lo que tenga que pasar, pero que acabe ya todo", nos confiesa en esta entrevista en exclusiva para EL CONFI TV.
Y entre todas las cosas contra las que luchar destacó siempre Iván, el gran rival a batir por todos y gran protagonista de la temporada, sobre quien la ganadora tiene sentimientos encontrados: "Era muy prepotente, se vendía como el mejor en todo, le tenía un poco de rabia. Estaba demasiado focalizado en ganar y a mí eso no me gustaba. Al final, Ángel sabías que estaba jugando, picaba, pero lo hacía con estrategia de juego, no de maldad. Sí que es verdad que Iván en algún momento dice alguna cosa de él, sobre su físico, que hasta su equipo le recrimina. Una cosa es desestabilizar, y otra entrar en esas cosas. Eso ya no es una estrategia de juego porque pasa a hacer daño en lo personal", sentencia Zakkan, quien no duda en valorar también el paso por el programa de otras piezas clave como Blanca, Karina o Eneko, su fiel compañero desde el inicio.
PREGUNTA: Echando la vista atrás, ¿qué valoración haces de esta experiencia?
RESPUESTA: Muy positiva, pero tengo que reconocer que una semana antes de ir llamé para echarme para atrás, estaba acojonada. Tenía bastante miedo porque nunca había estado en televisión. Conmigo se pusieron en contacto por Instagram, no conocía el programa, más allá de ver un par de capítulos de la primera temporada para saber dónde me metía y al final me acabé lanzando, no sin mis dudas. Fue mi redactor quien me animó a lanzarme y ahora me alegro mucho. Definitivamente, es mejor arrepentirte de haber hecho algo, que de no hacerlo, y ahora estoy encantada. Ha sido para mí como ir a un retiro espiritual, he aprendido muchísimo de la experiencia.
P: ¿Ha sido como te lo imaginabas?
R: No lo fue en absoluto, porque lo que se ve en la tele tiene poco que ver, al final hay un equipo inmenso detrás haciendo mucho trabajo que no se ve en pantalla. Me ha gustado mucho ver cómo es el detrás de cámaras, el tiempo muerto entre pruebas, hacer totales,... Ha sido toda una experiencia.
P: ¿Qué fue lo más duro? ¿El hambre? ¿Las pruebas? ¿La convivencia sospechando de tus compañeros?
R: Lo más duro para mí ha sido el tema de la comida. Lo he pasado muy mal por el hambre, porque te lleva al límite mental, te cuestionas todo, te quieres ir,... eso, unido a no estar con tu gente, es lo peor, te hace replantearte mucho si seguir, hay muchos días de altibajos emocionales.
P: Y eso que vuestro equipo no pasó tanta hambre, puesto que ganasteis muchas pruebas...
R: Eso es lo que parece en la tele, pero realmente comíamos solo después de las pruebas. A lo largo del día comíamos muy poco más, un cacito de cinco cucharadas de caldo y poco más. Realmente nos quejábamos de eso, de que comíamos muy poco para ser el equipo vencedor, pero eso también forma parte de este formato, el desgaste físico de los equipos por el hambre.
"Por mucho que quieras mostrarte de una determinada manera, hacer un personaje durante un mes es imposible"
P: La primera mitad del concurso está centrada en dar caza a los lobos, ¿cómo lo llevabais en vuestro equipo? ¿Tenía peso en la convivencia o estabais más centrados en uniros como grupo para ganar las pruebas?
R: En nuestro caso, en mi equipo, no era un tema que se hablase demasiado. Los primeros días un poco más, pero luego no le dábamos tanta importancia a eso. Nuestro objetivo siempre fue estar fuerte como equipo, por lo que nos centrábamos en no perder las pruebas para no tener que eliminar a nadie de nuestro propio equipo, caso en el que además los lobos nos eliminarían. Además, era absurdo hablar en grupo sobre eso, por lo tanto, lo que podíamos hacer era fijarnos más en las actitudes de cada uno para hacernos alguna idea.
P: ¿Tu amistad con Eneko surgió ya desde el inicio o se fue forjando con el tiempo? Porque parecía que erais aliados desde el principio del programa.
R: Sí y no, desde el principio, pero no tanto, ya que en el inicio sospechaba de él por lo introvertido que era. Él estaba con miedo a que le acusaran de ser lobo, como nos pasaba a todos, entonces Eneko tenía un perfil más bajo que me resultaba sospechoso. Con el paso del tiempo empiezas a ver más cosas de la gente y de él, y ya lo descarté, y fue cuando se empezó a forjar más nuestra relación, también fruto de que he estado siempre con él mano a mano en los equipos y hasta el mismísimo duelo final.
P: Iván ha sido siempre el gran rival a batir. ¿Era de verdad tan fiero el lobo como lo pintan?
R: Yo tenía el foco en Iván, aparte de por el sueño que tuve, porque era muy prepotente, se vendía como el mejor en todo, le tenía un poco de rabia. Estaba demasiado focalizado en ganar y a mí eso no me gustaba, además de porque parecía que se le daban bien todas las pruebas.
P: ¿Era realmente tan competitivo o forzaba un poco el personaje por tener más minutos de televisión?
R: No lo sé, pero creo que mantener un personaje tantos días es muy complicado. Hacer un personaje durante un mes es imposible. Por mucho que quieras mostrarte de una determinada manera, es imposible hacerlo, sobre todo por la situación tan al límite en la que te encuentras. Siempre lo digo, si ahí no tienes la fuerza mental, la cabeza bien asentada, date por jodido, lo vas a pasar muy muy mal.
P: En este sentido, si alguien os desequilibraba, ese era Ángel.
R: Sí, Ángel entró muy fuerte, muy pelón, desde el inicio y nos desestabilizó un poco. Yo tuve algún que otro rifirrafe con él, a pesar de habernos llevado luego mejor, pero esa era su estrategia, desestabilizarnos a través de picarnos. Lo hacía con el otro equipo, pero también con nosotros, al final era lo que buscaba para desgastarnos a todos.
De Ángel sí que se podía pensar que llevaba un poco más un papel, porque iba a saco a picar a la gente, pero luego realmente es que no tiene nada de maldad. Es un amor de persona. Al final sabías que estaba jugando, picaba a los lobos, pero lo hacía con estrategia de juego, no de maldad. Sí que es verdad que Iván en algún momento dice alguna cosa de Ángel de su físico que hasta su equipo le recrimina. Una cosa es desestabilizar, y otra entrar en esas cosas. Eso ya no es una estrategia de juego porque pasa a hacer daño en lo personal.
P: Quizás Blanca es la que ha jugado más el papel de villana de la edición, incluso por encima de Iván, que era más bien competitivo.
R: Convivimos solo un par de días, pero sí que es verdad que veo que es la que más ha sabido jugar y hacer su papel de lobo. Ella también lo dice, es un juego y lo llevó a muerte, pero también porque tiene más experiencia en la tele y sabía explotar esa faceta en los totales a cámara. A ella le pedían dar un poco de salseo y lo ha sabido hacer muy bien, aunque también es verdad que nos avisaba de que no nos enfadáramos por lo que pudiera decir, que era solo televisión. Ha defendido muy bien el personaje.
P: En el polo opuesto ha estado Karina, siempre más perdida, inocente... hasta que se reveló como estratega eliminando a su mejor amiga y siendo un portento en las pruebas.
R: De Karina no puedo decir lo mismo. Al principio pensaba que hacía el papel de buena, pero es que es así en la vida real. Tuvo que votar a Blanca porque así lo decidió el equipo, si no lo hace no llega a la final, así que le hicimos entrar en razón, que no tenía que tomárselo tan a pecho porque al final estábamos en un juego. Había que hacer esa estrategia y ya está, pero ella es simplemente así, no tiene dobleces.
P: Llegado el momento de la revelación de la identidad de los lobos, ¿alguno te pilló especialmente por sorpresa?
R: Me sorprendió mucho lo de Quino, no me lo esperaba para nada. También me pilló por sorpresa lo de Sendoa, pero cuando lo vi tan callado un día hablando sobre los lobos empecé a sospechar. De quien tampoco me lo esperaba para nada era de Haizea, lo hizo muy bien.
P: Empezaste fingiendo ser deportista para que no te echaran, y acabaste ganando la temporada. ¿En qué momento empezaste a creer que podías vencer?
R: Cuando ya el equipo de los cinco inocentes somos finalistas, ahí me lo empecé a creer. Sí que es verdad que veía más hábiles a Eneko y Karina, eran los más avispados, pero sin tener a los lobos como rivales empecé a creérmelo un poco más. De todos modos, no me lo esperaba para nada, hasta el ultimísimo momento con Eneko, y aun así ahí era un 50% de posibilidades.
Yo siempre he optado por dejarme llevar, por fluir, por no ponerme mucha presión, y más durante la última semana, porque ya estábamos muy cansados, era la etapa en la que menos comíamos y se notaba mucho en los ánimos. Pensaba 'que pase lo que tenga que pasar, pero que acabe ya todo'.
P: ¿Te planteaste en algún momento en abandonar durante la última prueba?
R: La verdad es que ahí lo pasé muy mal, pero mucho. Pensaba que no iba a ser capaz de subir y se me pasó de todo por la cabeza, pero pensé mucho en mi madre, que siempre me dice que en la cabeza y la fuerza de voluntad está todo. Si tú te retroalimentas de mensajes negativos, está claro que no vas a poder, así que le di la vuelta al coco y saqué fuerzas de flaqueza. Eso y ver a Bei todavía por debajo de mí, me dio esperanza y fortaleza para continuar peleando hasta el final. Casi me da un ataque de ansiedad, pero respiré y me puse como meta terminar esa prueba y al final me salió bien.
"He flipado con mis sueños en el programa, soy medio brujilla"
P: De haberos tocado a Bei y a ti las tirolinas en ascenso, ¿crees que le habrías acabado ganando igualmente?
R: Aun así hubiese ganado, porque le sacaba cierta distancia, aunque no tan grande como la que nos sacaba Eneko. Sí que es verdad que me hubiera costado muchísimo porque estaba reventada de la subida y de la carrera, pero creo que le hubiera ganado porque ella también estaba igual de cansada. También peso menos, así que creo que hubiese llegado antes a la meta.
P: Otro factor importante en el juego han sido tus sueños, tanto que soñaste con el número que te dio la clave para el duelo final. ¿Esto ha sido algo nuevo para ti o ya habías experimentado cosas así antes del programa?
R: Tan heavy como esto creo que no, pero sí que es verdad que siempre he tenido muy presente lo que sueño para buscarle una interpretación. Al final el subconsciente lo es todo, si sueñas algo es por algo. Lo de Iván creía que sería más casualidad, pero lo del número sí que me acordé en el momento y pensé que era una señal. He flipado con eso, soy medio brujilla.
P: Al margen del dinero, ¿qué te llevas de esta experiencia?
R: Me llevo muchísimas cosas del programa, en cuanto a la experiencia inolvidable y las personas que he conocido ahí dentro, porque a todos se les coge muchísimo cariño. También la fortaleza que he acabado sacando, el saber que muchas veces puedes más de lo que crees. Muchas veces nos ponemos barreras a nosotros mismos que no son ciertas, saber eso ha sido muy positivo para mí.
P: ¿Tienes ya en mente lo que quieres hacer con los 20.000 euros de premio?
R: Me he comprado una furgoneta un poco viejita, pero mi idea es camperizarla. Eso es lo que quiero hacer con el dinero, prepararla y viajar mucho, como ahora, que estoy en Argentina.
P: Tras esta primera incursión en televisión, ¿te planteas participar en algún otro formato o ha sido solo cosa de una vez?
R: Nunca se sabe. Yo soy de sí a todo, abierta a cualquier aventura que me parezca que me pueda aportar nuevas experiencias y aprendizajes. Estuve a punto de rechazar esto y al final estoy superagradecida de todo lo positivo que he sacado. Así que no me puedo cerrar a nada, hay que estar predispuesta a todo.
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