"Me tienes que frenar": un soltero de 'First Dates' advierte sobre su desorbitado deseo sexual

Las peculiaridades de los solteros de First Dates son infinitas y con mucha frecuencia tienen que ver con sus singulares experiencias o preferencias en la cama (o en cualquier otro lugar). Este jueves, 28 de noviembre, Carlos Sobera ha tratado de emparejar a Laura e Iván, que ha avisado a su compañera de mesa de uno de los aspectos sexuales más importantes para él: "Me tienes que frenar".

Laura e Iván, todavía ambos por debajo de los cuarenta años, han tratado de buscar el amor en el programa de citas más famoso de Cuatro. Ella se ha definido como "una chica risueña, dicharachera y aventurera" a la que en el amor le va "así, así". Tras tres años sin encontrar a su hombre deseado, ha recurrido a Carlos Sobera. El programa le ha asignado a Iván.

"Te llevo y te empotro contra la pared": la indiscreción de Iván en 'First Dates'

"En el sexo me tienes que frenar", ha sido la primera declaración del soltero en la emisión del espacio. Por supuesto, ha compartido con los espectadores las razones: "Como me pilles motivadísimo, mala cosa". "O buena cosa, depende, porque cuando las dos partes están mutuas, es una maravilla", ha bromeado sobre el consentimiento de su pareja sexual.

Iván ha asegurado ser capaz de "no dormir en toda la noche" a consecuencia de su fogosidad. Por suerte para él, sus aptitudes físicas han sido apetecibles para su cita: "Está bastante potente, está tremendo". Para arrancar con buen pie, él también ha quedado satisfecho: "Físicamente está muy bien. La verdad es que es mona la chiquilla". Con un chiste algo desafortunado, Laura ha incidido de nuevo en el físico de Iván: "¡Quién fuera bizca para mirarlo dos veces".

Y ha habido tercera: "Está para mojarlo en el ColaCao hasta tres veces". Ya en la mesa, han dialogado sobre sus expectativas en el amor y, a consecuencia del carácter apasionado de ambos, sobre su modo de entender las relaciones en cuanto al contacto físico. "Está cañón", comentaba de nuevo Laura en los totales. Todo apuntaba a que el muchacho encajaba en los hasta ahora insatisfechos estándares de la mujer: "Los chicos que me han entrado no me han hecho tilín. Con Iván he hecho tilín, tilón y todos los sonidos habidos y por haber".

En la conversación también ha habido cabida para el romanticismo. Ambos han narrado el cariñoso "día a día" que les gusta tener en pareja dejando claro que les gustan los motes afectuosos y acompañar a su pareja a trabajar. No obstante, pronto ha salido el terreno sexual a consecuencia del devenir de la charla. "El abrazo en la cocina", bromeaba Iván, a lo que Laura ha contestado con guasa: "La cocina es peligrosa".

Dejando entrever su vehemencia sexual, Iván ha ido todavía más allá: "Peligrosas son todas las partes de la casa. Hay que estrenar todos los cuartos. ¿Ese rincón no está estrenado? Pues tira para allá. Más bien, te llevo y te empotro contra la pared". "Un empotrador de IKEA, ¿no?", le ha recogido el guante la soltera. "Yo creo que tengo calor", ha culminado él.

Finalmente, han detallado sus preferencias en cuanto al contacto visual o la luminosidad: "La luz apagada me mata". Finalmente, la cita ha llegado a su fin con la aparente satisfacción de los dos implicados, que incluso se fundieron en un impetuoso beso en el fotomatón del espacio de Mediaset. Por supuesto, ambos han accedido a seguir conociéndose con una segunda cita que "apunta maneras que tranquila no va a ser".