'El diario de Jorge' exprime el caso de la invitada que se desmayó: "Si esto es así, corto y me voy"

Accidentado final el de la entrega de El diario de Jorge de este lunes, con el equipo médico viéndose obligado a intervenir en directo ante el desplome de una invitada. Jorge Javier había arrancado el programa avisando a los espectadores de que tenían entre manos una de las historias más complejas emitidas hasta la fecha, ya que estaban a punto de reunir a cuatro hermanos que llevaban más de 30 años sin verse. Con lo que no contaba es con que una de ellas terminase desmayándose en los brazos de otro, cayéndose contra el sofá del plató.

Todo sucedía en los instantes finales de la entrega del lunes, con los servicios médicos de Mediaset actuando rápidamente, para tranquilidad tanto de sus hermanos como del propio presentador, blanco ante la situación de tensión vivida. El programa concluía dejando claro que Lisy se encontraba ya más recuperada, con Vázquez respirando aliviado ante las cámaras de Telecinco.

Pero lejos de dejar atrás el tremendo susto vivido, el talk show quiso continuar este martes, 17 de septiembre, explotando la historia. No solo no escondía el dramático momento vivido, sino que abrían con él el programa para cebar a la audiencia que continuarían rascando en las historias de estos cuatro hermanos, quienes volverían otra vez al plató para dar un cierre a su historia.

Así, y tras ofrecer pequeñas píldoras de lo sucedido el día anterior con la intención de generar morbo y expectación entre el público, Jorge Javier dio paso en el último bloque a la invitada que había acaparado involuntariamente todos los titulares el día anterior: "Lisy se fue, pero ya está con nosotros", decía el presentador en la introducción de la señora, tirando así por el humor para restar importancia al desmayo.

"¿Recuperada? Que ayer menudo susto", le preguntaba nada más sentarse juntos en el sofá del plató. "Sí, perdona, pero ya estoy bien", respondía ella, comentando que su pérdida de conocimiento se produjo fruto de los nervios del reencuentro.

Y es que la invitada se encontraba completamente superada en todo momento por la situación, ya que eran sus tres hermanos quienes se habían puesto en su contra, siempre según su versión: "Yo no me siento querida por ellos, me siento odiada por ellos, olvidada. Ahora después de 18 años me he reunido con ellos aquí, pero nunca me he sentido querida por mis hermanos por la relación que yo tenía con mi madre y ellos no", subrayaba en un par de ocasiones, exponiendo además lo sola que se había sentido durante los muchos percances que la vida le había puesto en el camino, como los ingresos hospitalarios de su hijo o el hecho de haber tenido que vivir en un coche junto a su marido.

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Este duro relato sacaba de sus casillas a sus hermanas, quienes lejos de empatizar con ella, optaban por lanzarse a su cuello en otro nuevo reencuentro. "Para de hacerle la víctima. Si es que siempre ha sido lo mismo con ella, haciéndose la víctima todo el tiempo", repetían una y otra vez, una actitud que colmaba la paciencia de Lisy: "Yo, si esto es así, corto esto aquí y me voy", amenazaba directamente al presentador, que se veía obligado a templar los ánimos.

Tras varios reproches cruzados, Lisy daba el brazo a torcer con sus hermanos: "Quiero dejar el pasado atrás y empezar desde cero", afirmaba antes de fundirse en un abrazo a cuatro bandas. El diario de Jorge había cumplido, esta vez sí, su propósito. A la segunda fue la vencida.