"No era consciente de lo que estaba viviendo": Miquel Valls se sincera sobre el infierno del bullying en 'Espejo público'

Espejo público ha dedicado este miércoles, 11 de septiembre, buena parte de su sección de actualidad al bullying. La vuelta al cole ha comenzado, por lo que no pocos son los jóvenes que se encuentran sufriendo en sus propias carnes agresiones e insultos. Buena cuenta de ello dieron los padres de dos adolescentes, quienes han llegado a autolesionarse por el infierno que padecen en estos primeros días de clase, como relataron en el magacín matinal de Antena 3.

Este reportaje sirvió para que todos los colaboradores analizaran la situación, cómo ha cambiado con el paso de los años, el auge de las redes sociales o el poder de los medios de comunicación para acabar, o extender, esta lacra, un debate que dio pie a que Miquel Valls se sincerase sobre su propia experiencia cuando era todavía un crío.

En un momento dado de la tertulia, el copresentador daba un paso al frente para hablar en primera persona: "Ahora es verdad que tenemos la suerte de que se habla mucho más del bullying y tú lo puedes verbalizar con tus padres, pero recuerdo que hace años días antes de empezar el cole, no dormías, estabas muy nervioso, vomitabas porque no sabías lo que te ibas a encontrar, no sabías los insultos que ibas a recibir".

Las palabras de Miquel coincidían con el testimonio de los padres que habían sido entrevistados previamente, puesto que sus hijos estaban padeciendo exactamente esos mismos síntomas. La historia relatada, como decimos, no le era ajena a Valls, que confesaba haberlo padecido tras ser cuestionado sobre ello directamente por Susanna Griso: "Yo en el colegio, no; pero durante una temporada fuera del colegio, sí".

Lo peor es que en aquel momento no supo identificar correctamente lo que le estaba sucediendo, por lo que tampoco podía pedir ayuda al respecto: "No era consciente de lo que estaba viviendo, lo fui cuando pasaron los años", verbalizaba el catalán acto seguido.

Lo llamativo para él es que esos mismos acosadores tampoco parecían ser conscientes de todo el daño que inferían a sus víctimas, a juzgar por la situación curiosa que vivió con ellos tiempo después: "Luego, cuando pasaron los años, los mismos acosadores me pedían fotos y me paraban por la calle", expuso Valls, evidenciando así la falta de carga de conciencia por sus actos del pasado. A juzgar por su semblante serio a la hora de abordar esta cuestión, las heridas todavía no habían terminado de cicatrizar del todo.