'Babylon Show', en la cuerda floja: estos son los retos que debería asumir para intentar salvarse

Hacer televisión entre las diez y las once de la noche en Telecinco se ha convertido en una actividad de riesgo. Hay que ser muy valiente para enfrentarse a El hormiguero y Carlos Latre ha demostrado que lo es. Ahora solo hace falta que encuentre la manera de sobrevivir.

He estado viendo, como espectador, el programa Babylon Show que se estrenó la semana pasada en Telecinco. Empezó con doble dígito (10,1%) y, tras tocar suelo (6,7%), volvió a salir a flote el último viernes de agosto (10,5%). Sin embargo, el verdadero baño estaba reservado para esta semana (6,1%, 6,5% y 4,1%) y se están cumpliendo los peores pronósticos. A pesar de eso, Carlos Latre sale cada noche con su mejor sonrisa con lo que demuestra que está preparado para aguantar, pero ¿aguantará la cadena?

La primera señal de alarma ya ha sonado y esta noche recortará su duración por el estreno de Gran Hermano. En general, el programa está bien, cierran buenas entrevistas y las ejecutan con originalidad y precisión, aportando sorpresas para invitados y espectadores, sin embargo, eso puede que no sea suficiente. Hay que tener en cuenta que se trata de un programa de entrevistas que aún no tiene el cariño ni el reconocimiento del público, pero que se enfrenta cada noche a un programa de entrevistas muy conocido y que tiene el cariño y la admiración de gran parte de los espectadores.

"Considero excesivo que haya más imitaciones de famosos en cada uno de los programas"

La lucha es desigual, pero no solo contra El hormiguero, porque Babylon Show también tiene por delante a First Dates y a El intermedio, y aún falta un jugador en esta partida… La revuelta de David Broncano.

Babylon Show, en mi opinión, tiene que asumir tres retos si quiere sobrevivir: definición, iluminación y moderación. El programa empieza a las diez de la noche, la hora en que más consumo hay de televisión. Son muchos los potenciales espectadores y de muy variada procedencia (geográfica, ideológica…), clase social, edad… La mala noticia es que la audiencia (desde hace años) ya está repartida y Telecinco no tiene una parte importante del pastel. Sin embargo, la buena noticia es que sus competidores llevan ya muchas temporadas y eso podría provocar cierto desgaste, aunque sus audiencias no lo reflejen.

Por este motivo, Babylon Show no puede permitirse lujos como, por ejemplo, los fallos en fechas o las subidas de tono. Babylon Show necesita atraer espectadores del lateral derecho, del izquierdo y también de los que no están en ningún lado. Necesita a los que tienen opinión y a los que no la tienen, a los que se ofenden por todo y a los que no se ofenden por nada... No puede perder a nadie que se acerque a curiosear por su programa y, para conseguirlo, está obligado a tener una definición tan indefinida que ni excluya ni concluya. No es tarea fácil.

"Está en peligro, pero construyendo un bloque de contenidos fuerte podría intentar seguir a flote"

Como segundo reto está la iluminación y es que se ve oscuro para el horario en el que está. A primera vista, tanto el decorado, como el título (y uno de sus colaboradores), pueden hacer pensar al espectador que se trata de un late show. Por tanto, yo les recomiendo subir la iluminación, para dejar claro que es un programa para todos los públicos (incluidos los que, como yo, ya no ven bien los detalles sin gafas). También sería de agradecer que quitaran esos paneles que encajonan al público en plató. El título y la referencia a Babilonia no tiene por qué encorsetar al programa, por lo menos eso pienso yo.

El tercer reto que les planteo es de moderación. Su presentador, Carlos Latre, es con seguridad el mejor imitador de famosos que hay hoy día, por tanto, si tienes al mejor que, además, suele hacer una o varias interpretaciones a lo largo del programa, considero excesivo que haya más imitaciones de famosos en cada uno de los programas. Estos deberían reservarlos para situaciones muy concretas, como, por ejemplo, la imitación de Maite Galdeano el pasado viernes. Estuvo brillante simulando una confusión de programas. Por el contrario, los humoristas con personajes inventados son un respiro que le dan frescura a las entrevistas (Fabiolo con los Hombres G fue un momento genial), pero siempre que su intervención esté justificada con lo que está ocurriendo en el programa.

Por otra parte, la ronda final con los colaboradores es un relleno que aporta poco y puede saturar al espectador. Si cada colaborador ha tenido su momento durante el programa, no deberían repetir. Babylon Show es un programa honesto y valiente que está en peligro, pero creo que construyendo un bloque de contenidos fuerte y compacto podrá intentar seguir a flote.

Su primera semana fue tormentosa y en esta segunda le están azotando unos vientos terribles, pero todo indica que la verdadera tormenta se va a desatar la próxima semana, de hecho, ya se escuchan los truenos (¿o es un bombo?). Le deseo mucha suerte a Babylon Show porque valor y talento ya han demostrado que tienen.

Carlos Torres Montañez (@carlosTMzeta) es guionista de programas de televisión. Dedica su tiempo libre a ver la tele y a analizar programas como espectador. "En mis años como profesional he aprendido que los espectadores pueden ver detalles que a nosotros se nos escapan. Hacer televisión es muy difícil, mientras que verla y hablar mal de ella es fácil y destructivo. No pretendo destruir a nadie, al contrario, quiero ayudar a mejorar los programas...".