"No me gusta que me fuercen": una invitada dice 'hasta aquí' a Jorge Javier y se niega a continuar en 'El diario de Jorge'

La relación de Mariem con su hija no atraviesa por su mejor momento. La joven ha preferido apostar por la relación con su novio, una que su madre no ve con buenos ojos, o no al menos hasta el punto de permitirle que entre en su casa, por lo que el distanciamiento entre ambas no ha hecho más que agrandarse durante los últimos tiempos. Así lo explicó ella misma en El diario de Jorge este jueves, 5 de septiembre, motivo por el cual creía que era su hija la que le había llevado al programa para tratar de acercar posturas. Nada más lejos de la realidad, ya que era el novio de esta quien se sentaba frente a Jorge Javier, lo que en última instancia terminó en un portazo figurado en toda la cara del presentador.

Vázquez hablaba inicialmente con Mariem, a quien no le dolían prendas a la hora de reconocer que en su casa pone sus normas, sus horarios y sus requerimientos, por lo que quien no esté de acuerdo con ellos no puede vivir bajo su techo. Esa determinación la tomó su hija, ya que quería vivir con David, su pareja, motivo por el cual se vio obligada a vivir con su padre.

Mariem contaba con que estaba en el programa por petición de su hija, pero en realidad tanto ella como Nouhaila se llevaban la sorpresa de que era David quien las había citado con la intención de limar asperezas. Las dos escuchaban atentamente, en salas diferentes, lo que el joven ponía sobre la mesa: "Su madre cree que no me gusta trabajar, que no me busco la vida, que estoy con ella por una herencia que tiene, y no es así. Yo solo quiero que su madre me conozca, que vea que soy un buen chico, que tengo buenas intenciones, que estoy labrándome un futuro en el que quiero que esté su hija".

Sin embargo, pese a las buenas intenciones del muchacho, Mariem se derraba en banda y declinaba la petición de Jorge Javier de entrar en el plató para verse cara a cara: "No tengo curiosidad. A mí el niño no me ha hecho nada, un chiquillo más. No quiero hablar con él, porque ya me ha forzado ella cuando estaba ingresada a hablar con él por teléfono y a mí no me gusta que me fuercen, yo quiero hacer las cosas porque me salen, porque quiero hacerlas, no porque me fuercen".

"Que haga el esfuerzo, por lo menos, por mí. Ya que lo ha hecho mi padre, que lo haga ella también", le imploraba entonces Nouhaila, sin éxito alguno: "Es la misma contestación de siempre. Mi opinión, de conocerlo o no, ni fu ni fa porque ellos están viviendo su vida. No sé qué pinto ahí. Ella ha querido estar con ese chiquillo, que esté, yo no pongo mayor problema. Ella conoce de sobra que a mí nadie me puede forzar, ni personalmente ni por la televisión. Si yo quiero conocerlo, le llamo y ya está, pero ahora no quiero. Yo respeto que quieran estar juntos, pero no quiero conocerlo", repetía con mucha contundencia.

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Al escuchar estas palabras, David se sentía en la obligación de dar otro paso al frente: "Yo no venía a obligarla, solo quería buscar una forma de que viera que mis sentimientos son reales, que no busco el mal para nadie, que soy una persona adulta, no un niño. Mi futuro está pensado con esa chica, por eso quería acercar posturas con su madre".

Estas palabras no ablandan, en absoluto, a Mariem: "Yo no sé por qué le importa tanto mi opinión". Dada su brusquedad, Jorge Javier tomaba partido también: "Porque eres su madre y te quiere. Y porque el chico quiere llevarse bien con la familia de su novia", le espetaba, pero su decisión ya estaba tomada. El programa se quedaba sin reencuentro, con el presentador recibiendo todo un portazo en las narices. Él lo aceptaba, consciente de su temperamento y de que algo así podía pasar, por lo que no le quedaba más remedio que despedir a los tres invitados, con la madre yéndose por su lado, sin conocer al novio de su hija. En esta ocasión, El diario de Jorge no había logrado su cometido, no había final feliz, al menos de momento.