Bruno, de los Mozos de Arousa, se sincera y revela el lado más "desagradable" de la fama

Los Mozos de Arousa continúan con su imparable gesta en Telecinco. El trío de gallegos, que ya cuenta con más de 2.200.000 euros en su bote acumulado de dinero, sigue acercándose a su nuevo e histórico objetivo en televisión: ser los participantes con más tiempo de permanencia en un concurso, arrebatando el récord Guinness a Los lobos de ¡Boom!

Los jóvenes han compaginado las grabaciones de Reacción en cadena con sus vacaciones, en plena temporada estival. "Este verano estoy haciendo algún que otro viaje aprovechando que se graba con menos frecuencia desde que no se emite el programa los fines de semana", explica Bruno Vila de los Mozos de Arousa en una entrevista exclusiva con El Español, en la que se sincera sobre su nueva vida como personaje público.

Y es que el joven tuvo que trastocar sus planes de vacaciones el pasado año, en pleno auge de popularidad por su éxito junto a Borjamina y Raúl en el formato de preguntas y respuestas de Mediaset: "En septiembre del primer año tenía preparado un curso de inglés en Australia que he tenido que aplazar y, en caso de que sigamos más tiempo, lo cancelaré definitivamente".

Sin embargo, el gallego admite otro de los puntos negativos de su próspera y larga participación en Reacción en cadena: la pérdida de intimidad. "Antes, al de la mesa de al lado no le interesaba tu vida, pero ahora puedes encontrarte con alguien que sí le puede interesar y escucha toda tu conversación", reconoce Bruno, antes de recordar un "desagradable" episodio que vivió en plena calle por su fama.

"La semana pasada, por ejemplo, iba andando por la calle y alguien, desde un coche, me grabó. Eso es desagradable", revela, preocupado por la intensidad de sus seguidores, que también apoyaron al concursante en su polémica participación en el talent show Bailando con las estrellas.

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Tanto es así, que el joven reconoce que ahora valora "mucho más estar en casa solo", sin ser el centro de atención y sin que les paren por la calle, tanto en Vilagarcía de Arousa como en el resto de ciudades de España. "Nada que unas gafas de sol y una gorra no puedan arreglar", bromea, con su habitual sentido del humor, el carismático concursante.