Dos hermanos dejan a Jorge Javier al borde de la lágrima en 'El diario': "Ay, me he emocionado"

"Hermanos en lo bueno y en lo malo" ha sido la temática de El diario de Jorge este jueves, 8 de agosto. Por el plató de Vázquez han pasado diferentes invitados con la intención de sorprender a su hermano por diferentes motivos: ya sea para sacarse una espinita clavada, para un reencuentro tras mucho tiempo o simplemente para decirle lo importante que es en su vida y demostrarle todo su amor.

Este último fue el caso de Josh, un joven deportista que acudía al plató de Telecinco para decirle a su hermano pequeño lo mucho que significa para él. Tony nació cuando él tenía solo nueve años, por lo que desde bien pequeño le ha cuidado, motivado y protegido. En la actualidad, ambos compartían su gusto por el deporte, lo que les había unido muchísimo más.

Tras poner esto sobre la mesa, Josh era llevado a uno de los reservados del programa para que Jorge Javier recibiera a Tony, quien creía que acudía al formato para hablar de su afición por el parkour y el gimnasio. Como los espectadores ya sabían, nada más lejos de la realidad, ya que el presentador rápidamente llevaba la conversación hacia el vínculo que tenía con su único hermano.

Como había hecho previamente Josh, Tony también se deshacía en elogios hacia su hermano, poniendo en valor todo lo que este le había ayudado desde pequeño hasta ahora, cuando son uña y carne.

Contada su historia, Josh entraba en el plató para fundirse en un tierno abrazo tras el cual tomaba la palabra: "Eres el principal motor que me ayuda a seguir hacia adelante, mi gran apoyo", le decía a Tony. Este le correspondía con las mismas palabras, subrayando en todo momento lo unidos que están. "Aunque ahora vayamos a separarnos, quiero que sepas que siempre estaremos unidos. Te quiero mucho", concluía Josh, con Jorge Javier invitándoles a darse un abrazo en condiciones, sin tantas palmaditas y más sentido. Así lo hacían ellos.

Era ver esa escena, y Vázquez se emocionaba, tanto por los bonitos sentimientos que ambos estaban expresando como por el tierno abrazo con el que habían puesto fin a su encuentro. "Ay, me he emocionado", reconocía Vázquez, tratando de contener las lágrimas. No era el único al que esta historia le había tocado el corazón: " Mira, esa señora también. Es que claro, estamos aquí tan recogiditos...", añadía, señalando a una persona del público. Jorge se enjugaba entonces las lágrimas, recomponiéndose para dar paso a otra nueva historia.