De Guadalix de la Sierra a cantar en el metro: la sorprendente trayectoria de un finalista de 'GHVIP 8'

Para suerte de muy pocos y desgracia de muchos otros, Gran Hermano es un formato del que emergen grandes estrellas de la televisión. No obstante, no todos corren la misma suerte. Lo mismo pasa con Gran Hermano VIP, que, en ocasiones, devuelve el protagonismo perdido a quienes perdieron la fama con el paso del tiempo. Sin embargo, algunos de los que pasan por Guadalix de la Sierra, o cualquier otro reality, tienen que acabar buscándose la vida por sus propios medios.

Los concursantes de Gran Hermano VIP 8 probaron que la vida sí da segundas oportunidades. Quizás la vida no, pero la tele sí. La octava edición de famosos del formato de convivencia trajo de vuelta a estrellas del pasado como Laura Bozzo, Karina y Pedro García Aguado para mezclarnos con otros perfiles más innovadores y desconocidos, como la ganadora, Naomi Asensi, o los dos finalistas, Michael Terlizzi y Albert Infante.

La exconcursante de La Isla de las Tentaciones aprovechó al máximo su paso por la casa más famosa de la televisión y logró convencer a la audiencia de ser merecedora del título de vencedora. En un panorama televisivo tan cambiante, el premio aseguró a la joven un respaldo económico a largo plazo por si su presencia en el medio no resultase ser duradera. No obstante, sus compañeros no han corrido la misma suerte.

El éxito en un reality no augura una vida llena de excesos. Hoy en día, nacen estrellas de la pequeña pantalla casi a diario y el éxito tiene fecha de caducidad, como le ha pasado a uno de los dos aspirantes que se batieron con Asensi en la gran final de la edición, que tuvo lugar el pasado mes de diciembre de 2023. Menos de un año después, uno de los dos ha compartido un vídeo en su perfil de TikTok cantando en el metro.

Se trata de Albert Infante (@lainfantagitana), que ha publicado en la plataforma una peculiar publicación cantando y bailando en el metro este martes, 6 de agosto. Al ritmo de La reina, uno de los últimos éxitos de Lola Índigo, el joven se ha atrevido a intentar animar a los (escasos) viajeros que en ese momento estaban subidos a su vagón. Desafortunadamente, solo una joven, que siguió su ritmo con palmas, pareció estar interesada en su arte.

Por su parte, el resto de viajeros han ignorado al exconcursante o se han mostrado extrañados mediante indiscretas expresiones de desconcierto. No obstante, lo decaído del público no ha intimidado a Infante, que ha completado el estribillo de la canción con motivados aspavientos y pasos de baile. Cabe destacar que esta situación ha nacido de la voluntad creativa del artista por mera diversión y sin buscar una contraprestación económica por caridad.

De expulsado a tercer finalista

Bailaor flamenco de profesión, el concursante fue uno de los más conflictivos de su edición. Protagonizó diversas discusiones y rompió a llorar en múltiples galas, dada su entrega en el concurso. De vital importancia fue su idilio amoroso no correspondido con Michael Terlizzi, su compañero en la final del programa. De hecho, el conflicto resultó tan negativo para su concurso que incluso le llevó a la expulsión.

Sin embargo, la aparente desaprobación del público pareció desaparecer con su testimonio al salir de la casa, de modo que se convirtió en el primero de los repescados de GH VIP 8. Con el 53% de los votos, el concursante se impuso sobre Pilar Llori y Luitingo, sus dos contrincantes en el ajustado duelo por una soñada segunda oportunidad.

Su lucha no fue en vano, pues su insistencia en el concurso le llevó a colarse en la final. Aunque no logró la victoria, se coronó como tercer finalista tras ganarse el apoyo de una parte considerable de la audiencia. Así, el catalán se despidió en aquel momento de la casa de Guadalix de la Sierra y, hasta la fecha, también de la televisión.