Mamen Mendizábal: "En España somos maestros del fraude y eso es un gran aliado para 'Anatomía de…"

Han pasado casi dos años desde que Mamen Mendizábal tomó la decisión de abandonar Más vale tarde. La periodista obtuvo grandes alegrías y logros al ponerse al frente del programa de actualidad de las tardes de La Sexta, como fue ganar el premio Ondas a la mejor presentadora de televisión en 2014. Aunque después de casi diez años capitaneando este formato, la periodista decidió dar comienzo a un nuevo ciclo profesional. Y es que fueron muchos los "sacrificios personales" y las horas que Mendizábal dedicó al programa vespertino de Atresmedia.

Unos meses después, Mamen Mendizábal dejó de lado la actualidad y se puso al frente de Encuentros inesperados. Un espacio de conversación y entretenimiento que llegaba como una de las grandes apuestas para el prime time de La Sexta. Aunque en su estreno consiguieron reunir a 973.000 espectadores, tuvo unas audiencias muy irregulares. Tras diez semanas en emisión, Encuentros inesperados no cosechó los datos esperados, siendo superado en varias de sus entregas por La 2.

Mamen Mendizábal: "El bulo de ahora tiene un componente de batalla política muy dañino"

Aunque Mamen Mendizábal reconoce que se divirtió mucho con este último programa, la periodista vuelve a la información y la actualidad con Anatomía de…, un nuevo formato que, narrado como un true crime, reconstruye momentos que causaron un gran impacto en la historia española. El pasado mes de abril, La Sexta emitió un preestreno de este novedoso espacio de investigación que resultó ser un éxito. Este primer capítulo, centrado en la gran estafa paralímpica, obtuvo una audiencia del 7.2% de cuota y 1.045.000 de espectadores.

Hoy domingo a las 21:30, La Sexta estrena oficialmente Anatomía de… Este segundo capítulo abordará una de las leyendas más populares de la historia de la televisión: Ricky Martin, el perro y la mermelada. Un bulo con el que Antena 3 sufrió el mayor escándalo de su historia. Mamen Mendizábal confiesa que no recuerda quien le contó este rumor, aunque sí que reconoce que en la historia que a ella le contaron, la chica no se untaba mermelada, sino paté. Charlamos con la presentadora para conocer mejor este nuevo formato y el momento profesional en el que se encuentra.

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X. Migelez

PREGUNTA. ¿Qué criterio seguisteis para elegir los casos de investigación?

RESPUESTA. Para nosotros era importante que estos casos no estuviesen resueltos. Es decir, que tú tuvieras la sensación de conocer la historia, pero que no conocieras su final. Buscamos la historia que hay detrás de la historia. Y es que, al final, la propia inercia de la realidad va poniendo las cosas en su sitio. Lo importante en Anatomía de… es que hubiera un giro de guion que aportase una visión de la historia que el telespectador no conociese previamente. Para este formato, el fraude es un gran aliado y en España somos maestros del fraude.

P. Vemos que el engaño también es un pilar fundamental de este programa. ¿Crees que los bulos de ahora están mejor hechos o simplemente ha cambiado la forma de crearlos?

R. Creo que cambia la difusión, la materia prima del bulo es la misma. Esa materia prima tiene que tener una parte de realidad para que parezca verdad. El bulo de Ricky Martín, el perro y la mermelada tenía credibilidad porque ¡Sorpresa, sorpresa! era un programa de cámaras ocultas, en el que podía suceder cualquier cosa. Sin embargo, ahora los bulos tienen una difusión de máxima rapidez con los teléfonos móviles, que hacen que se cuelen en tu intimidad de forma inmediata. Además, el bulo de ahora tiene un componente de guerra cultural, de batalla política, que es muy nuevo y muy dañino.

"Sacar esto a la luz ayuda a que los agraviados tengan la satisfacción de que se sepa la verdad"

P. En los dos primeros programas de Anatomía de… hemos visto que al final del programa se descubre cuál es la verdad del caso, pero también es cierto que los responsables del engaño no dan la cara. ¿Vamos a ver otros capítulos en los que aparezcan los implicados del escándalo?

R. Nuestro objetivo era contar estas historias con la narrativa de un true crime sin sangre. En todas las historias siempre hay un malo, pero hay veces que ese malo no está, ha muerto o huye de la verdad. No siempre tiene que estar el antagonista ahí para poder contar esa historia, también se puede reconstruir lo que sucedió a través de las víctimas o mediante testigos de la época. De hecho, en este programa, la gran dificultad ha sido encontrar a los protagonistas, porque cuando una historia pertenece a un pasado no resuelto creen que está olvidada. Aunque sí, en algunos casos el malo aparecerá (risas).

P. En el programa de 'La estafa paralímpica', ninguno de los implicados dio la cara. ¿Después de la emisión del programa, a alguno se le ablandó el corazón al escuchar el testimonio de Juan Pareja y se puso en contacto con él para pedirle perdón?

R. No, los deportistas sin discapacidad, que participaron conscientemente en la estafa, lo quieren dar por olvidado. Durante el programa le planteamos al presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Segarra, que sería bueno tener un gesto con los dos únicos deportistas que sí tenían algún tipo de discapacidad. Segarra nos dijo que lo valoraría. Aunque después de la emisión del programa, se puso en marcha una recogida de firmas en Change.org para que esto mismo ocurriera. No sé si finalmente lo harán, yo lo espero. Sacar estos temas a la luz sirve para que estas cosas no vuelvan a repetirse, pero también para que los agraviados puedan tener algún tipo de satisfacción al conocerse la verdad.

"El pódcast de Jorge Javier Vázquez ha quedado muy parecido a 'Encuentros inesperados"

P. Hablando de escándalos televisivos, la violación que sufrió Carlota Prado en la última edición de Gran Hermano también fue algo muy sonado. Hace semanas se conoció la sentencia. ¿Habría posibilidad de hacer un programa de Anatomía de… sobre una historia de una cadena de la competencia?

R. Es que eso está lejos de ser un bulo. Ese es un caso en el que tiene que estar la Justicia y que debe de servir para que no haya impunidad en ningún reality ante un tema de violación sexual. No creo que quede para hacer entretenimiento, sino que es algo que solo se debe de tratar desde la Justicia.

P. Antes de ponerte al frente de Encuentros inesperados, dijiste que sentiste miedo y vértigo. ¿Sientes algo similar de cara al estreno de Anatomía de…?

R. No, la verdad es que no. Encuentros inesperados era un programa al que no estaba acostumbrada, porque estaba mucho más cerca del entretenimiento. Sin embargo, Anatomía de… tiene mucha actualidad y yo ya soy mayor (risas), por lo que hay temas que conozco porque he visto su recorrido. Los programas diarios, como Más vale tarde, tienen un ritmo que te absorben muchísimo, pero te meten en una inercia diaria.

No tienes el examen de las audiencias semanales, como sí que ocurre con estos formatos. Yo tenía mucho más trabajado el formato diario y a sus espectadores, por lo que el cambio a prime time te supone nuevos retos. Ya voy camino a los 50, así que te renuevas o pierdes la pasión, y yo estoy muy lejos de lo segundo.

P. Encuentros inesperados era un buen programa, ¿por qué crees que no funcionó?

R. Me da rabia decir que no funcionó, porque me parece que funcionó de manera desigual. Hubo programas que tuvieron mucha repercusión y fueron muy sonados, pero el formato no cumplió con los requisitos de audiencias. A veces veo formatos que se parecen a Encuentros inesperados, como el pódcast de Jorge Javier Vázquez, que se le ha quedado muy parecido (risas). Me gusta que se parezca, pero me da rabia que a nosotros no nos funcionara. Aunque tampoco descarto una segunda temporada.

P. Decías que dedicabas mucho tiempo a Más vale tarde, fue uno de los motivos por los que lo abandonaste. ¿Disminuye la carga de trabajo en un programa como Anatomía de…?

R. Más bien cambia la dinámica de trabajo. Desde enero he estado trabajando todos los fines de semana porque si no, no llegábamos a la fecha del estreno. Necesitamos dos meses para hacer cada programa de Anatomía de..., están hechos a fuego lento. Cada capítulo tiene un trabajo enorme, pero los ritmos son muy diferentes a un formato diario. Aquí siempre hay un montón de trabajo acumulado. Cuando aparezco por el plató de Más vale tarde, Cristina Pardo y yo tenemos ya una broma recurrente. Yo antes le decía a Cristina que no trabajaba porque solo hacía su programa los domingos y ahora ella me dice a mí que no trabajo (risas).

"Me parece ridículo pensar que porque te critiquen están equivocados"

P. Siempre has afirmado que lo que más te gusta es la información y la actualidad. Cuándo suceden acontecimientos históricos, cómo la guerra de Ucrania, ¿te dan ganas de volver a un programa de actualidad?

R. No, no me dan ganas porque lo he hecho muchísimo tiempo y porque estoy haciendo lo que quiero hacer. Si no lo hubiera hecho durante más de una década, a lo mejor aún tendría ese gusanillo. Ahora lo vivo como ciudadana. Estoy encantada con este momento de mi vida, que me hacía falta.

P. ¿Cómo vives las críticas a día de hoy?

R. Las redes han dado un altavoz a mucha gente y eso es bienvenido. Cuando se emita el programa habrá gente a la que le gustará, pero también habrá otro grupo de personas al que no le guste. Tan buenos son unos como otros. Me parece que sería un ejercicio muy ridículo pensar que porque te critiquen están equivocados. Cada uno tiene su forma de entender las cosas. Lo que no vale es utilizar el altavoz desde el anonimato y para insultar. Eso no genera nada. La política y la guerra cultural tienen mucho veneno, pero, cuando te alejas de las batallas culturales, encuentras menos porquería en redes que hace tiempo.

"Ahora me veo mejor que nunca. Soy más lista e incluso más guapa"

P. Siendo mujer, ¿hacerse mayor en televisión es algo que te ayuda porque te da recorrido y visibilidad, o perjudica por la gran importancia que se le da a la juventud de las mujeres en los medios?

R. Creo que te da un recorrido indiscutible. Ahora me veo mejor que nunca en todos los sentidos. Tengo todo muchísimo mejor colocado. Soy más lista e incluso más guapa. Oye, es jodido ver pasar el tiempo, pero cada vez te conoces mejor. Tenemos que dejar de poner la belleza como el primer objetivo que una mujer debe de cumplir en televisión. Presentadores como Matías Prats pueden hacerse mayores con tranquilidad. Siguen teniendo la misma credibilidad y el mismo trabajo, pero nosotras todavía tenemos que luchar por defender que no pasa nada por envejecer.

Pues no, no pasa nada, somos las mismas e incluso, somos mejores. Si los medios no tienen hueco para las mujeres mayores, tienen un problema, porque están dejando fuera una enorme parte de la sociedad. Desde luego, yo no me he encontrado esto en mi grupo, tengo las mismas oportunidades o incluso más que al principio. Mi trayectoria me ha permitido tener un nombre, un recorrido y una credibilidad.