"¡No, por favor!": una soltera, espantada al ver quién es su cita en 'First Dates'
María Luisa fue incapaz de contener un gesto de desagrado al encontrarse con Agustín, al que ya tenía "el placer" de conocer
Agustín se las prometía muy felices con su cita en First Dates, mostrándose alegre y confiando a su llegada al restaurante: "Yo soy de discoteca, me gusta mucho el baile. Es un poco puterío, unos van a una cosa y otros a otra. Llego a casa como a las cinco o seis de la mañana. Hay mucho baboso, dicen unas barbaridades allí...”, le explicaba a Carlos Sobera nada más llegar, revelando además que le gustaban las mujeres con curvas, "con cuerpo de guitarra".
La elegida por el equipo del programa era María Luisa, que llegaba reconociéndose alegre y sincera: "Me gusta decir la verdad, ante todo", explicaba a cámara. Y vaya si lo era, ya que no podía ocultar su shock al enterarse de quién era su cita para esta velada: "No, por favor. ¡Hombre, por favor!", le repetía al presentador entre murmullos, atónita al ver quién le esperaba en la barra del bar.
"Me cago en 10", soltaba él al reconocerla, y es que los dos habían coincidido en numerosas ocasiones en la discoteca: "Estuvimos bailando el otro día juntos. Nos conocemos de Gijón, no pasa nada", le explicaba Agustín a Sobera, que no daba crédito ante la llamativa coincidencia.
"Nos conocemos de bailar unas piezas en el baile, y cada uno por su lado, nunca hemos llegado a más", explicaba acto seguido el soltero, en la intimidad del confesionario. "Yo bailo con él una pieza y ala, adiós. No me gustaba, desde que lo conozco no me gusta", se sinceraba ella, dejando bien claro cuál era su parecer ante el emparejamiento realizado por el dating show.
Con esto sobre la mesa quedaba claro que la cita no iba a ir a buen puerto, pero aún así los dos mantenían las formas y pasaban a cenar al restaurante. La conversación no fluía del todo mal, pero María Luisa era consciente en todo momento de que él no era su prototipo de hombre, por lo que no iba a darle ninguna oportunidad: "Me da igual que camine, flote o no sepa nadar, yo quiero que me haga tilín y no me lo hace", sentenciaba ante los redactores del formato.
Él no las tenía todas consigo, por lo que en La decisión final optaba por concederle una segunda cita. Sin embargo, se llevaba unas rotundas calabazas por parte de ella, muy firme en su posicionamiento. "Me ha rechazado, mira que lloro", remataba bromeando él, tirando de ironía para encajar su negativa. Siempre les quedaría el baile.
Agustín se las prometía muy felices con su cita en First Dates, mostrándose alegre y confiando a su llegada al restaurante: "Yo soy de discoteca, me gusta mucho el baile. Es un poco puterío, unos van a una cosa y otros a otra. Llego a casa como a las cinco o seis de la mañana. Hay mucho baboso, dicen unas barbaridades allí...”, le explicaba a Carlos Sobera nada más llegar, revelando además que le gustaban las mujeres con curvas, "con cuerpo de guitarra".
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