Muere Laura Valenzuela, la primera presentadora de la televisión española, a los 92 años

La televisión española está de luto. La histórica actriz y presentadora Laura Valenzuela ha muerto este viernes, 17 de marzo, a los 92 años de edad, según ha confirmado María Eugenia Yagüe a Más vale tarde y también la propia RTVE. Hace algunas semanas saltaban todas las alarmas sobre su delicado estado de salud después de que fuera ingresada en el hospital San Rafael tras encontrarse con fiebre y detectarle una infección. Actualmente, se encontraba ingresada en el Hospital de La Princesa, en Madrid.

Rocío Espinosa López-Cepero, más conocida como Laura Valenzuela, nació el 18 de febrero de 1931 en Sevilla. Sin embargo, cuando apenas superaba el año de edad, toda su familia se trasladó a Madrid. Tras completar sus estudios básicos se matriculó en la Escuela Central de Comercio, y tiempo después comenzó a trabajar como administrativa, secretaria y modelo.

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Fue precisamente el mundo de la moda el que le abrió las puertas al cine. En 1954, con 23 años recién cumplidos, debutó en la gran pantalla de la mano de Antonio del Amo con El pescador de coplas. A este le seguirían otras películas como El inquilino (1957), La Violetera (1958) y Aquellos tiempos del cuplé (1958).

En paralelo, en el año 1956 se convirtió en uno de los primeros rostros de Televisión Española junto a compañeros como Blanca Álvarez o Jesús Álvarez. El concurso Preguntas al espacio –en el que estaba acompañada de Álvarez- o las retransmisiones del programa de variedades Festival Marconi fueron sus primeras experiencias televisivas.

"Pionera y referente"

Laura Valenzuela hablaba varios idiomas, entre ellos el inglés, lo cual la diferenció en aquella época como "una mujer moderna y adelantada a su tiempo", tal como señaló su compañera y amiga Teresa Viejo en un documental sobre la figura de la presentadora, emitido por Canal Sur en 2016. Paco Clavel, por su parte, dijo de ella que era una mujer "pionera y referente" en la televisión.

"Fue una época muy experimental. Cuando me dijeron que buscaban presentadoras para televisión, respondí: '¿Y eso, qué es?", desveló la propia Laura sobre sus inicios, en una entrevista concedida a TVE con motivo del 50º aniversario de la cadena. "Me planté en el Paseo de la Havana diciendo: 'Me llamo Laura Valenzuela y vengo por si necesitan presentadoras de televisión, que no sé qué es ser presentadora, y televisión tampoco".

Tal y como recordó hace unos años TVE, fue José Luis Ozores quien le habló de la televisión a Laura Valenzuela y le recomendó ir al Paseo de la Habana. Allí Laura tuvo su primera oportunidad. Se colocó delante de la cámara y presentó a un bailaor, era tan profesional que, incluso en su estreno, supo improvisar cuando al invitado se le quedó atrapado el tacón del zapato. Era una presentadora "natural y fresca", todos la admiraban. Ella tenía un don innato, era la misma en la televisión y en casa, y eso era parte de su éxito.

En 1958, conoció al que más tarde se convertiría en su marido, el productor de cine José Luis Dibildos. De pronto, sin motivo alguno, dejó a un lado su carrera televisiva y optó por centrarse en la gran pantalla. De ese modo, intervino en películas como Soltera y madre en la vida (1967), Las que tienen que servir (1967) o producciones extranjeras que le permitieron trabajar con artistas como Alain Delon (El tulipán negro, 1964) y Sofía Loren (Madame Sans-Gene, 1961).

Tras casi una década alejada de la televisión, Valenzuela regresa a Televisión Española en 1968 con espacios como Contamos contigo y Galas del sábado. Este último programa la unió profesionalmente a Joaquín Prat (padre), con quien formaría una de las parejas de presentadores más recordadas de la pequeña pantalla.

En 1969, fue la encargada de retransmitir el Festival de Eurovisión desde el Teatro Real de Madrid. Dicho certamen acabó con el famoso empate a cuatro entre España, Reino Unido, Países Bajos y Francia. Valenzuela tuvo que lidiar con tan tenso momento ante la mirada de millones de espectadores de toda Europa.

Tras 13 años de noviazgo con José Luis Dibildos, deciden casarse con la condición de que Laura debía abandonar su trabajo. Ella no lo dudó ni un instante y dejó atrás los focos y las cámaras de televisión para dedicarse por completo a su marido y a su hija, Lara Divildos, que, por cierto, años después seguiría los pasos de su madre en la televisión.

El regreso de Valenzuela, 20 años después

Laura Valenzuela se mantuvo alejada de la televisión hasta 1990. Fue su fichaje por Telecinco el que la devolvió a la pequeña pantalla. El 6 de octubre de ese año, la presentadora se puso al frente del magacín Telecinco, ¿dígame?, junto a Javier Basilio y Paloma Lago. El espacio se mantuvo en la parrilla hasta el 19 de diciembre de 1992.

En septiembre de 1991, la cadena renovó el formato y lo convirtió en diario. Valenzuela siguió al frente del mismo, acompañada por Pepe Regueiro. En los últimos meses del espacio, Paloma Lago fue sustituida por Belén Rueda y Antonia Dell'Atte y estas, a su vez, por Amparo Larrañaga.

Más tarde, en la misma cadena, Laura Valenzuela se puso al frente de diferentes formatos como Se acabó la siesta (1992), Date un respiro (1993), Las mañanas de Telecinco (1993-1994), uno de los espacios más recordados y en el que formaba pareja con José María Íñigo, y Mi querida España (1994).

En 1996, volvió a Televisión Española para comandar un nuevo espacio en el horario matinal. En Mañanas de Primera, la presentadora tuvo la oportunidad de compartir plató con su hija Lara, dado que fue una de las colaboradoras del espacio. Sin embargo, el programa solo se mantuvo unos meses en antena. Tras su cancelación, Laura apareció en Entre tú y yo (1997).

Su retirada

Las apariciones televisivas de Laura Valenzuela en la década de los 2000 se pueden contar con los dedos de una mano. En 2006, regresó a la que siempre fue su casa, TVE, para presentar la Gala del 50º aniversario de la cadena pública, junto a Anne Igartiburu y Paula Vázquez.

Un año antes, en 2005, la actriz y presentadora se sometió a una operación de cáncer de mama. Una dolencia que su hija Lara sufrió de la misma manera unos meses antes. Debido a su avanzada edad y los achaques de salud, no volvió a aparecer en la pequeña pantalla más que para recoger el Premio Iris a toda una vida dedicada a la televisión, en 2011.

En el apartado de los galardones, además, Valenzuela fue premiada con el Ondas en 1957, una Antena de Oro en 1969, el TP de Oro en 2005 y el de Toda una Vida de Cine que entrega la Comunidad de Madrid en 2012.