A punto de clavarle las uñas ante un ataque homófobo en una cámara oculta ('Gente maravillosa')

El programa de Toñi Moreno ha querido denunciar la terrible situación que pasan muchas personas por no poder expresar con libertad su forma de vestir, entre otras cosas. Gente Maravillosa ha hilado el testimonio real de Diego de Haro, un albañil que intenta llevar con naturalidad su diversidad en todas sus vertientes y es protagonista de duras críticas y humillaciones, como este caso de cámara oculta.

En pleno día de la lucha por los derechos de la mujer, el 8 de marzo, el espacio de Canal Sur también ha querido dar voz a aquellos hombres que sufren la violencia verbal de otros que no aceptan su libertad de expresión. Dos actores atacarán de mala manera al obrero por acudir al puesto de trabajo vestido y maquillado, como normativamente suelen hacerlo las mujeres.

"¡Estamos en una obra, que se va a subir a un andamio, no a una carroza del Orgullo Gay!"

Tras un buen rato humillándolo por presentarse con los ojos pintados, ropa femenina o el pelo largo, una serie de usuarios de la gasolinera que ha escogido el programa para grabar la broma, se acercaban a los operarios para afearle su comportamiento con el chaval. "¿Eres más macho tú por llevar barba?", le increpó uno de ellos, mientras otro animaba al albañil insultado que interpusiera una reclamación contra ellos a la empresa constructora.

Sin embargo, la violencia desmedida contra Diego no cesaba, ya que insistía en empezar a trabajar, frente a la rotunda oposición del encargado de la obra por aparentar ser, "un travelo, un gay, un maricón", y otra ristra de desafortunados descalificativos en plena vía pública. Ana, otra espontánea que acudía a comprar, se metió por el medio: "No sé qué tiene con el hombre, pero trátelo con educación, que estoy escuchando unas barbaridades...".

"Y me dice que es albañil, ¿tú te crees que esto es albañil? ¿No lo estás viendo?", volvió a repetir el obrero, con claro gesto y tono despectivo. Y añade, más hiriente todavía: "¡Estamos en una obra, que se va a subir a un andamio, no a una carroza del Orgullo Gay! Que se va a romper las uñas...". La chica no pudo morderse más la lengua, y contraatacó: "¡Cómo que las uñas! Yo también tengo uñas y trabajo, y no me pasa nada. ¡Este hombre va a trabajar!".

Acto seguido, con clara intención de ridiculizarlo más todavía, el operario le pidió que probase una de las máquinas de la obra para demostrarle que sabía. "¿Tú sabes? ¡Vamos a subirnos los dos!", cortó Ana, cogiendo al chico del brazo y animándolo a hacerlo. "¡A ver si te vas a romper las uñas, bonita!", interrumpió el obrero, intentando abochornarlo.

"¡El tío lo tienes aquí!"

La reacción que tuvo la espontánea granadina fue espectacular, hasta el punto de ganarse los aplausos en plató mientras disfrutaban de la cámara oculta: "¿Las uñas? Usted no ha visto unas uñas, pero como le clave yo a usted estas, se va a enterar bien". Aun así, el obrero seguía con sus faltas de respeto y subiendo el tono: "Yo no voy a trabajar con esto. Que me agacho un momento y viene y me pone mirando para Cuenca".

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Cansada de soportar tanta impertinencia y violencia homófoba, la chica conminó al operario a que llamase inmediatamente a su jefe para quejarse delante de ellos. "¡Dile que me mande un peón! Que me mande un tío", chilló el obrero, volviendo a degradar descaradamente a Diego, que permanecía respetuosamente callado. Ana zanjó por lo sano con otra brillante salida: "¡El tío lo tienes aquí y una tía con dos cojones, también". Poco después, las cámaras de Canal Sur le revelaron que todo se trataba de una cámara oculta.