'Supervivientes' se la cuela a toda la audiencia con la "novedosa ceremonia de salvación"

El formato de Telecinco ha vuelto a faltar a la verdad con sus fieles seguidores en Supervivientes 2023. Después de anunciar a bombo y platillo que esta era la edición "más extrema" de la historia, ahora, como reclamo de la gala Tierra de nadie de Carlos Sobera, advirtieron de una "espectacular y novedosa ceremonia de salvación", que tampoco cumplieron.

En plena crítica de no pocos telespectadores afines a este reality show que ven como les proporcionan a los concursantes suculentos y gigantes platos de comida a los tres días de aterrizar en Honduras, a pesar de ser vendida como la edición más extrema, llega otra cuestión que parece no haber cumplido la organización: la forma de salvar al nominado.

Los telespectadores más fieles reconocieron al vuelo la mecánica, ya usada en otras ediciones

Como viene siendo tradicional en anteriores temporadas del formato, el martes se dedica a la ceremonia de la salvación para uno de los cuatro supervivientes en peligro para la expulsión: Diego, Jaime, Ginés y Alma se enfrentaban a la determinación de la audiencia, pero solo uno ha tenido la suerte de salir de la palestra. Y, según Sobera, Madrueño y el propio programa a través de redes sociales, anunciaron de forma pomposa que iba a ser de una manera "extraordinaria" y "novedosa".

Sin embargo, llegado el momento, nada más lejos de la realidad. Los cuatro nominados aparecieron en pantalla subidos a unas plataformas de madera encima del agua, cuya parte trasera estaba unida a una soga que la presentadora ha ido cortando con un hacha, si ese concursante continuaba en peligro hasta el jueves. El participante que no tocase el agua es el salvado por el público, a través de sus votos gratuitos en la App de Mitele.

Una mecánica que resultó descaradamente familiar a los más fieles seguidores del concurso, que, rápida y velozmente, adjuntaron en la red social del pajarito las pruebas impepinables de que fue anteriormente usada en la edición de 2019. Es decir, espectacular, sería discutible, pero inédita y extraordinaria, absolutamente no. Lo único cierto es que, a diferencia de las tres últimas temporadas, los concursantes ya no se han tenido que bañarse en barro, como venía siendo habitual este día de la semana.

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Á. Roldán

Ha sido, sin duda, la reacción más sonada durante el estreno de la primera gala con Carlos Sobera esta temporada, la edición que, precisamente, prometía a su público regresar de manera más dura, novedosa y particular, con la presumible intención de enganchar a la audiencia que necesita la cadena para enmendar sus débiles datos generales de seguimiento.