"Hemos pasado a la distopía absoluta": Iker Jiménez se moja (y mucho) al dar su opinión sobre la ley trans

El Congreso aprobó recientemente la Ley Trans y de garantía de los derechos LGTBI que permite que cualquier persona pueda realizar un cambio de nombre y sexo en el Registro Civil sin ningún requisito, a partir de los 16 años. El texto elimina los requisitos necesarios hasta ahora, como la existencia de un diagnóstico médico que acreditase una disforia de género y tratamiento hormonal durante, al menos, dos años.

El equipo de Horizonte abordó este asunto en su última entrega y este domingo Iker Jiménez quiso cerrar Cuarto milenio dejando claras sus impresiones. "Les aseguro que, en 18 temporadas de CM y 3 años de Horizonte, pocas veces he estado tan perplejo como en el último programa. Sé que tuvo mucha polémica y silencio, porque la Ley Trans ha generado, sobre todo, una fractura en el propio feminismo español".

"Hemos pasado a la distopía absoluta, donde las cosas ilógicas están en papeles aprobados"

Según el presentador, "las personas que estaban allí, tanto Sandra -trans arrepentida- como Paula y Amparo, -feministas con amplísima trayectoria-, me miraban como si yo fuese un excéntrico porque no podía disimular. Mis caras eran un poema. No me lo podía creer lo que me estaban contando [...] Por supuesto, estoy a favor de los derechos de las personas que tienen problemas con su identidad, pero otra cosa son los niños. ¡Ojo, amigo! Eso ya es otra historia. Los niños son lo único que nos salvan de esta deriva".

Sandra habló del lobby de la industria, del dinero que se gana cuando a una persona la metes en ese "carrusel de hormonas y operaciones" que supone el proceso. Y parece que sus palabras no gustaron a todo el mundo, según desveló Iker Jiménez. "Sandra ha sido amenazada, insultada... [por declararse mujer trans arrepentida]. Tuvo que hablar con su abogado el día después de Horizonte. Esto es una demostración del nivel de vinagre que existe en la sociedad, no se permite ser disidente".

"Es normal que haya preocupación, por ejemplo, con los niños", destacó el periodista. "Los niños, nos decían, casi condicionados cuando hay ciertas dudas, no tienen cerebro madurado hasta más o menos los 25 años, por eso entendemos muchos cosas de comportamientos". El presentador de Cuarto milenio, se mostró crítico con la siguiente realidad: "Le piden una firma para que su hijo vaya a una excursión y no tienen que pedirla para que se haga una operación de este calibre. Es una verdad que espanta y no se cuenta mucho".

"A pesar del eco tremendo, daba la sensación que [en Horizonte] se contaban cosas que no se conocían. ¿Cómo es que yo me puedo hacer mujer con mi propia voluntad?", se preguntó Jiménez. "Yo ahora me puedo llamar Florinda y tengo todo el derecho de hacerlo porque es mi voluntad, no hay ningún proceso que indique que yo estoy convencido de ello, sino mi palabra. Hemos pasado a un mundo donde la realidad sentida supera la realidad establecida".

"Imagínense que he hecho alguna tropelía con mujeres y como me he cambiado de sexo me tienen que meter en una cárcel de mujeres. La ley tiene que ser siempre lo más favorable al reo. O me voy a apuntar al equipo de baloncesto de mujeres durante ese tiempo que yo considere que soy mujer. No parece muy lógico", recalcó Jiménez. "Hemos pasado a la distopía absoluta, donde las cosas ilógicas están en papeles aprobados por gente que aparentemente creíamos sensata". El presentador de Cuatro destacó que se trata de posibilidades que le "chirrían mucho".

Donde más hincapié hizo el periodista fue en el tema de los niños y la posibilidad de que uno "pueda jugar a ser o no ser, según le venga en gana, sin ninguna prueba convincente de eso". Según Jiménez, se trata de algo "espinoso", que "puede generar un futuro de situaciones muy delicadas".

"¿Se imaginan los subterfugios que se pueden utilizar, sabiendo cómo es el mundo? El sinvergüenza, el que quiera corromper, lo va a emplear si puede. Eso es lo único, que no es poco". El presentador lamentó que esta polémica ley no haya generado debates como el que organizó el programa Horizonte. "He recibido unos 3000 mensajes del ámbito feminista, que me decían que menos mal que habían podido hablar con libertad. ¿Qué está ocurriendo? Ese silencio es porque algunos intuyen que puede haber lío en el futuro y mejor no moverlo demasiado. Me sorprende todo esto".