'Sálvame': Lydia Lozano huye a la carrera de las instalaciones de Telecinco por un invitado

Carmen Alcayde ponía este miércoles, 8 de febrero, a Lydia Lozano en el ojo del huracán en Sálvame: la periodista no dudaba en afirmar que su amiga se lo había pasado muy bien con su marido en un local de intercambio. Ella esperaba hacer espectáculo, creyendo que la colaboradora se lo tomaría bien porque se refería únicamente a un cumpleaños, pero no hacía más que echar leña al fuego sobre un testimonio que iba mucho más allá en sus informaciones sobre la supuesta vida sexual de la tertuliana.

Este ofrecía todo tipo de detalles y el escándalo estaba servido, sobre todo cuando Lydia irrumpía por teléfono para tirar por tierra todas las informaciones y cargar con dureza contra Alcayde por lo que consideraba una gran traición. Es por esto que su cara a cara era uno de los platos fuertes del magacín este jueves, 9 de febrero, y el encuentro estuvo a la altura.

Lozano confesaba no ser una persona rencorosa y, por tanto, perdonaría con el tiempo a Alcayde, pero a medida que hablaban se iba calentando, levantándose exaltada de la silla para poner a su amiga pingando: "Jugaste en un circo que ni te va ni te viene, haber dado la cara por mí como yo la di por ti cuando te pasó que te pasó. Yo te creí y di la cara por ti, cuando hablaron de lo que hiciste en ese hotel con Dinio. Yo no jugué ni lo insinué, podía haber jugado porque llevo aquí 14 años, ¡claro que podía haber jugado! ¡Hay cosas con las que no se juegan, ni por una silla ni por la amistad ni por nada!", le espetaba a gritos.

"¿Un aplauso y luego hablamos?", preguntaba en voz alta Carmen, con mucha sorna, pero acto seguido le pedía disculpas: "Te pido perdón por lo que provoqué en ti, no por lo que dije, porque reitero que pensaba que te lo tomarías a coña. Yo no dudo que sea mentira, pero tú sabes que tú y yo hace muchos años que yo no salimos...".

Lo que parecía desprenderse de estas palabras incendiaban nuevamente el plató, con Lydia indignadísima: "Te he pedido tiempo, ¡¿pero tú sabes lo que acabas de decir?! ¡Que he dejado de salir contigo y ahora tú te vas por locales de intercambio! Que a lo mejor ahora... ¡Yo es que estoy alucinando! Yo hablé con mi marido para que ambos habláramos con el tuyo para explicarle cómo era Sálvame, que no se tomara en serio lo que decía Dinio, ¡para que tú ahora me hagas esto!".

"Cuando es algo que es verdad me lo como, pero cuando es mentira no", acertaba a agregar, rompiendo a llorar por la nueva traición de Carmen Alcayde, que pedía disculpas porque sus palabras se habían malinterpretado.

Pero lo peor para Lydia Lozano estaba aún por llegar, y es que el "testigo protegido" que traía el programa para hablar de sus intimidades era Jimmy Giménez-Arnau. Su presencia en el plató hacía que la colaboradora se marchase rápidamente: "Cada vez que este señor se ha sentado en un plató a hablar de Charly me he quedado en mi casa. Se sienta a hablar del que fue su mejor amigo. Escribió de él y se hizo dos programas, una entrevista y un poli, y yo me quedé en mi casa y no cobré. Y ahora viene a hablar de Charly y de mí. ¡Yo me voy, no soy imbécil!".

Jimmy le explicaba que venía a dar la cara por ellos, pero afirmaba que "Charly es un chingón", algo que hacía que ella se marchase de las instalaciones de Telecinco definitivamente: "No voy a participar de esto. Hay veces que hay que decir no en la vida. No pienso quedarme con este señor hablando de Charly, me niego. ¡No!", decía a gritos y entre lágrimas, ya en la calle.

El programa le prometía que cambiarían de tema, que Giménez-Arnau hablaría de otros asuntos de actualidad, aprovechando que ya se encontraba en el plató, por lo que ella acababa transigiendo y regresando. Mientras ella estaba todavía ausente, en cambio, Jimmy sí se pronunciaba: "Antes de estar con ella, Charly le daba a todo, lo mismo a una tía impresionante que a una vieja y gorda, pero estoy segura de que desde que está con ella no ha hecho nada con nadie. No le pega, no es su estilo, y mucho menos ir a locales de ese tipo. ¿Pero por qué tengo que aguantar yo que esta me diga de lo que puedo hablar?", se preguntaba indignado.

Afortunadamente para ella, Lydia no escuchaba nada sobre todo esto, por lo que regresaba al programa para seguir aguantando el choteo con el que abordaban el asunto que ya había desmentido por activa y por pasiva.