"Tienes la mente muy cerrada": irrumpe en mitad de una cámara oculta de 'Gente maravillosa'

Una señora que se encontraba comprando en una farmacia sevillana fue, sin saberlo, protagonista de una cámara oculta de Gente maravillosa. María José se indignó al escuchar a una joven cómo regañaba a su madre por querer tener sexo con un hombre, siendo personas de la tercera edad.

Lourdes, una mujer que aguardaba en la cola del establecimiento, fue la primera en rebelarse contra la actriz que interpretaba a la hija, por humillar a su propia madre por estar mirando cremas íntimas para mantener relaciones sexuales. La joven le recriminaba que a su edad eso ya no era necesario, que tenía que estar ejerciendo de abuela y al cargo de la casa.

"¿Tú estás en este tiempo, en la época actual? Tú no eres nada moderna"

Un discurso que volvió a repetir en la línea de caja, nuevamente con la señora intentando convencer a su hija de que le comprase el lubricante. En esta ocasión, la actriz la tachó de "vieja verde. ¿No te da vergüenza?". Un comentario que hizo reaccionar de inmediato a María José, que se estaba percatando de toda la conversación. "Lo que su madre quiere hacer es correcto", le dijo, insistiéndole en que era plenamente libre de tener sexo, tuviese la edad que tuviese, fuese viuda o separada.

La hija insistía en que el sexo no era para personas de la tercera edad. "¿71 años y quiere que su madre se quede ya encerrada?", se atrevió a regañarle la desconocida, incluso arremetiendo contra su arcaica manera de pensar. "¿Tú estás en este tiempo, en la época actual? Tú no eres nada moderna, por lo que se ve. Tienes la mente muy cerrada", le lanzó, "negra", por lo que estaba escuchando.

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Finalmente, visto que no cedía de ninguna manera, María José quiso ayudar a la señora: "¡Yo se lo compro! ¿Por qué no tiene derecho a tener su vida sexual? ¿Tú tienes? Pues ella también tiene derecho. Esto es una cosa de ella y es ella quien tiene que decidir su vida, no tú". La mujer le explicó que, precisamente por haber perdido hace años a su marido, "de puertas para adentro", se queda sola, y tiene derecho a rehacer su vida: "No está muerta, está viva".