"Estaba mal y mis vecinos me empezaron a echar la bronca" Chenoa se sincera sobre su salida en chándal 18 años después

Ya han pasado 18 años. Toda una mayoría de edad para uno de los desamores más famosos de la televisión, y eso que la lista es muy larga. Chenoa bajaba a la puerta de su casa, llorando, en chándal, pidiendo respeto tras su ruptura con su compañero en la Academia de OT David Bisbal.

Esa mítica prenda gris, comprada en Caprabo por solo 6 euros, como asegura la cantante. No fue lo peor de su look. De hecho, gracias a él, también se marcó un “las mujeres facturan” y lanzó una línea de prendas deportivas con frases como “yo, en chándal, no salgo más” junto a Lovers.tv.

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J.R

Para ella, lo peor fueron “los pelos”: “Cada vez que me veo, me dan ganas de ir a buscar, porque era otra persona en ese momento, pero lo que más pena me daba es el pelo, qué mal peinada estaba. Todo el mundo habla del chándal, pero ese pelo grasiento de haber llorado, de haber estado mal”, ha declarado al programa La Pija y la quinqui de Spotify.

“Que dices ‘esta pobre mujer, no ha entrado en el agua, porque no ha podido’. Es un pelo triste. Era todo acorde. El look ‘Kung Fu Panda’, esas ojeras. ¿Qué ha pasado ahí, pobrecita? Y los brazos cruzados, que eso sí me acuerdo. De protección. ‘Pidoggg respetoggg’. Pero, por favor, qué frase es esa de pido respeto. ‘No entiendegggg a la personagg’. Cómo que no. Bizarrap se hubiese puesto las botas. Es muy fuerte. Esa secuencia es fenomenal”, se ha sincerado.

Pero por qué salió a hacer esas declaraciones

Después de analizar esas traumáticas imágenes, ella tiene claro que, en el fondo, “se ve a una chavala muy, muy sincera, demasiado”. Quizás debería haber pensado más su intervención o incluso haberse cambiado, pero ¿qué le empujó a ese “sincericidio” en toda regla?

“Te pilla muy a contra mano. Sobre todo, porque es muy expuesto, pero tú no lo sabes. Entonces, claro, das por hecho que tienes que decir como la verdad. Y encima tenía a mis vecinos que me decían ‘por favor, puedes bajar y decir a la gente que se vaya’. Y me empezaron a echar la bronca. Entre que estaba mal y tal, no entendí nada. No estaba nada preparada”, se sincera Chenoa.

“Quería, sobre todo, que me dejaran tranquila. Dije la mejor manera es esta y luego dije la que he liado. Y la líe mucho. Toda mi vida liada ya”, asegura. Pero… ¿lo volvería a hacer?

“No pienso en las consecuencias. La mejor manera de funcionar por la vida es decir la verdad, pero decir la verdad no es tan fácil. Decir la verdad es analizar siempre que lo que vas a hacer no le estás buscando la consecuencia antes de decirla. Porque al final estás poniendo ‘atrezzo’ a lo que estás contando para que suene más o menos correcto y eso ya no es verdad. La verdad pura y dura es la que no piensas. La que tú me lanzas la pregunta y te contesto. La lástima es que no hay filtro y hoy en día ir sin filtro es muy peligroso”, ha explicado.