Carlos Sobera, obligado a finiquitar una cita en 'First Dates' por la actitud de una soltera

Celestina llegaba este jueves, 19 de enero, al restaurante de First Dates buscando a un hombre alto, moreno, que no fume ni beba, pero la cita que le proponía el equipo de Carlos Sobera no cumplía con sus expectativas: nada más verlo tenía claro que no era su tipo, pero aún así optaba por continuar conociéndole, muy probablemente porque se sentía incapaz de rechazarlo nada más entrar por la puerta.

"Ay, no me gusta. ¿Pero qué me han traído? ¡Si parece mi abuelo!. Es feísimo, ¿es que no le has visto tú? ¡Ay, que feo de hombre!", soltaba en la intimidad del confesionario, sin ningún tipo de pudor ni miramiento, pese a no conocerlo en absoluto.

Con esta primera impresión parecía claro que el encuentro no iba a llegar a nada, por lo que extrañaba que decidiera pasar a cenar con él. Sin embargo, aunque pudiera parecer que Celestina estaba dándole una oportunidad para mejorar sus sensaciones, nada más lejos de la realidad, cerrándose completamente en banda. Él se presentaba con toda naturalidad, ajeno a lo que realmente pensaba ella: "Soy de Albacete y llevo 15 años viudo, lo que me parece ya mucho tiempo. Busco a una mujer para convivir, para viajar, para hacer cosas juntos, para hacer lo que nos dé la gana".

"Me parece muy bien, pero me parece que eres una persona muy mayor para mí, aunque yo también lo sea", le espetaba sin tapujos, haciendo que Antonio le preguntase su edad. La sorpresa del viudo era mayúscula cuando ella confesaba tener 72 años, exactamente la misma edad que él: "Los mismos que yo, y nadie me dice que aparento tener tantos".

Celestina ponía cara de circunstancia, pero se mordía la lengua frente a él. En el confesionario, ni de lejos: "Ese señor aparenta tener al menos 80. Solamente me he fijado en su cara. Bueno, en su cara y lo jorobado que está".

"Vamos a hablar, que hablando se entiende la gente", le pedía él, tratando de reconducir la situación, pero ella no estaba, en absoluto, por la labor: "Es que me ha caído tan gordo que no me salían las palabras", reconocía a cámara, mientras que a Antonio se limitaba a repetirle que buscaba "a otro tipo de hombre".

Por más que él se interesaba por saber qué era lo que estaba fallando, o más bien qué venía buscando, Celestina daba la callada por respuesta: "No le he respondido a nada porque no me gustaba. ¡No me gusta ese hombre a mí!", sentenciaba ante el equipo del dating show de Cuatro.

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N.C.

Dada la actitud de la viuda, Carlos Sobera se veía en la obligación de intervenir para finiquitar la cita cuanto antes y ahorrarle el mal trago a ambos: "Bueno, Celestina, que no es tu tipo, ¿no?". "Me sabe mal porque lo veo que es muy educado y todo, pero no es mi tipo", aseguraba por enésima vez, unas palabras ante las que el presentador consolaba a Antonio: "No sufras, Antonio. Mientras se lo digas con cariño y con respeto no pasa nada. El caballero vendrá otro día a intentar buscar pareja y tú también. ¿Quieres que te acompañe a fuera para que no lo paséis mal ninguno de los dos?".

"Me he sentido un poco mal, pero me he dado cuenta de que el problema lo tenía ella. No sufro, pero me quedo con las ganas de cenar. Al menos teníamos que haber cenado y ya luego en la decisión final nos decíamos que no y ya está", reconocía a cámara él antes de irse, siendo arropado por el grupo de camareros del programa, que le aseguraban recibirle con los brazos abiertos en caso de querer regresar para tratar de encontrar el amor. Sin lugar a dudas, una velada ciertamente incómoda para ambos.