El serio aviso de 'Sálvame' a Kiko Matamoros: "Una persona con poder quiere reventar tu boda"

Sálvame arrancaba este lunes, 9 de enero, de una forma insólita: un hombre enmascarado entraba en el plató para, mazo en mano, destruir una enorme tarta nupcial en presencia de todos los colaboradores. Con esta visual apertura, el magacín de Telecinco quería poner en sobre aviso a Kiko Matamoros, ya que según han podido conocer sus directores, alguien con mucho poder y dinero está intentando reventar su boda con Marta López Álamo.

Desde entonces, este sería uno de los grandes temas de la jornada, con el espacio de La fábrica de la tele desplazando a sus reporteros a dos de los puntos calientes del conflicto: la iglesia donde quieren celebrar el enlace y el hotel en el que pretenden tener el banquete.

Y es que como ellos mismos se encargaban de subrayar, el plan de este enemigo de Matamoros constaría de tres puntos clave: "El primero pasaría por arrebatar el local donde tendrá lugar el convite. El segundo pasaría por la iglesia, la basílica de San Miguel de Madrid. El templo se estaría pensando muy mucho si casar a la pareja tras a denuncia recibida en el obispado sobre posibles irregularidades en los papeles presentados. Y el tercero, nos han filtrado que esa persona quiere revelar el vestido de novia, por lo que está haciendo todo lo posible por conocer qué diseñador será el responsable de confeccionarlo", advertían en un alarmante vídeo.

"Esta persona ya ha llamado a dos diseñadores para conocer si son ellos quienes le van a hacer el vestido", añadía Adela González acto seguido, haciéndole ver al polemista que esta persona iría muy en serio en sus pretensiones de arruinar uno de los días más felices de su vida: "Esta persona pone en duda todos los papeles presentados por vosotros, cuestiona que no hayáis cumplido todos los sacramentos y que no habéis hecho el cursillo prematrimonial. Esta persona ha llegado hasta el obispado para comprobar la veracidad de todos vuestros papeles, con la intención de boicotear así tu enlace".

Sin embargo, Kiko le quitaba hierro al asunto, tanto con su desdén a la hora de escuchar las informaciones del equipo del programa como con sus argumentos: "Le puedes decir al idiota que si no tengo dónde casarme el vestido de novia no vale de nada. Por el momento no están cumplidos los plazos en los que tengo que presentador los papeles, que es dentro de unos meses, así que hay cosas que no puede estar haciendo".

"De todos modos, yo no tengo ningún problema de documentación de ningún tipo. Me parece todo muy chusco, muy estúpido y falso. Me trae sin cuidado todo esto porque dije públicamente que estoy dando los cursos matrimoniales, encantado de darlos además, y tengo todos los papeles en orden. La iglesia ya hará públicas todas las cosas, y será entonces cuando la gente pueda acusarme de lo que quiera, lo que se conoce como concatenaciones, hasta decir que soy bígamo", afirmaba tajante, desterrando cualquier tipo de duda.

Pese a esta contundencia, el programa continuaba metiéndole presión en este sentido: "Hay una persona con un músculo financiero muy potente que está ofreciendo grandes cantidades de dinero para quitarte el salón donde celebrarán la boda Kiko y Marta", aseveraba uno de los reporteros desplazados en el Ritz. Matamoros seguía sin inmutarse: "Tengo dos posibilidades, la puedo celebrar en la finca de Amador en Chipiona o en Oh My Club. Hay que ser muy tonto para gastarse el dinero en esto", comentaba con humor.

Segundos después, ya un poco más serio, tiraba nuevamente por tierra esta posibilidad: "A una empresa seria como es el Ritz, supongo que estas cosas no le hacen gracia. Aunque solo sea por prestigio de la marca, no entrará en estas cosas, por mucho dinero que le ofrezcan. Además, no les interesa hacerle algo así a alguien como yo, con la proyección pública que tengo, con el altavoz que tengo en televisión para quejarme. En cualquier caso, por su profesionalidad, dudo que entren en este tipo de cosas".

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Cuantos más datos ofrecía el magacín, más gracia le hacía todo esta cuestión a Kiko Matamoros, quitándole cualquier tipo de credibilidad a que realmente alguien pudiese destrozar su boda, aunque se lo proponga: "¡Esto es todo un pu*** delirio!", se le escuchaba decir en un momento dado. Pese a ello, Sálvame insistía en darle pompa al tema, elevando todavía más sus cebos: "Detrás de todo esto hay un hombre con poder, con muchísimo dinero, que va a hacer todo lo posible por destruir vuestra ilusión, vuestra fantasía, por poder decir sí quiero. Este personaje no funciona solo, ha utilizado a unos tontos útiles, a unos cómplices, ha reclutado a una serie de personajes, y trataremos de destaparlos a todos".

"Lo voy a decir en serio, no se puede jugar con estas cosas. Mi matrimonio es un sacramento que se tiene que respetar, por el que creo en ello y por el que no. Jugar con la Iglesia y las creencias de la gente es algo muy feo. Creo en el amor, por las personas y por los demás, y desde ese convencimiento me voy a casar con Marta. Cumplo, además, todos los preceptos para poder casarme, no fallo en ninguno", sentenciaba finalmente Matamoros, tratando de dar carpetazo a esta polémica.