Rafa y Orestes muestran en 'El hormiguero' sus diferentes métodos para pelear por el bote de 'Pasapalabra'

• "El hashtag de Pasapalabra es muy tóxico": Rafa Castaño denuncia el acoso de Twitter

El plató de El hormiguero acogió este martes la visita de Orestes Barbero y Rafa Castaño. Los concursantes tuvieron ocasión de charlar sobre su participación en Pasapalabra y, por supuesto, de las posibilidades de alcanzar algún día el bote del programa. La rivalidad entre ellos es máxima, sin embargo, aseguran que predomina el buen rollo.

"Está tan igualado El rosco que es muy raro que uno gane dos o tres programas seguidos", aseguró el concursante sevillano nada más tomar la palabra. Y razón no le falta. Después de 142 duelos, tan solo Rafa ha conseguido cuatro victorias consecutivas en dos tandas diferentes.

Este miércoles, Rafa y Orestes disputarán su duelo 143 si el burgalés supera 'La silla azul'

"No tenemos en cuenta los fallos del otro. Nos llevamos muy bien, aunque evidentemente los dos luchamos por lo mismo", recordó Rafa. Actualmente, Pasapalabra cuenta con el mayor bote económico de la televisión española (1.946.000 euros), un premio de lo más jugoso que ambos concursantes ansían ganar.

A pesar de la singular lucha que cada día protagonizan en el programa, Rafa Castaño quiso tener unas bonitas palabras con su compañero: "Es tan bonito estar con alguien que es tan bueno y que te saca lo mejor de ti... que en lo que te fijas es en disfrutarlo. Es difícil juntar a dos personas que se parezcan tanto como concursantes y que, al mismo tiempo, sean tan distintos".

12 o 14 horas de estudio al día

El sevillano no tuvo problemas en reconocer que entró a Pasapalabra con una estrategia para así alcanzar el nivel que ya venía mostrando Orestes durante meses. No hay que olvidar que el burgalés se incorporó el 1 de octubre de 2021 y que Rafa entró ocho meses más tarde. "En la primera fase del programa, en la que yo tenía que entrar y Orestes ya llevaba bastante rodaje, eché bastantes horas [de estudio]. Entre ver roscos antiguos y estudiar... yo echaba como en unas oposiciones, es decir, unas 12 o 14 horas al día".

Sin embargo, todo dependía del día porque "también hay que entender que la cabeza tiene su ritmo". Durante bastante tiempo, Rafa prefirió quedarse sin fines de semana, aunque también aclaró que hubo días en los que "no estudiaba o que estudiaba poco porque lo peor que hay es obsesionarse con esto y sobrecargar la cabeza".

"Ahora, por ejemplo, echo muchísimas menos porque llega un momento que has estudiado tantas cosas que notas la carga mental de tener tantas palabras en la cabeza y no solo tenerlas, sino de tener que acordarte de ellas". Según el concursante, la clave es que "no te las tienes que estudiar, te tienes que acordar de ellas cuando te las pregunten. Nos ha pasado [varias veces] que nos las han preguntado [por cosas que habíamos estudiado] y no las hemos dicho. Eso sí que es frustrante".

Actualmente, Rafa Castaño aseguró estudiar "dos o tres horas, como mucho, en ratos libres". El sevillano, al igual que otros históricos concursantes, estudia con el móvil, a través de una aplicación de memorización en la que tienen subidas miles de palabras. "Cuando tengo un rato libre tiro de ella".

Orestes, contrario a las "panzadas" de estudio

Orestes Barbero, de 26 años, mantiene que "cuanto más memorizas más fácil resulta porque cuanto más construyes, más ensamblaje tienes para que los nuevos conocimientos se vayan acoplando". A su juicio, el sentido del humor puede además ser de gran utilidad porque "se te ocurren más reglas mnemotécnicas para poder asimilar las palabras nuevas".

El burgalés marcó distancias con su compañero en 'El hormiguero'. "Esto no consiste tanto en darse grandes panzadas [de estudio], sino en tener una base de cultura general y de léxico amplio para saber enfrentarte a la dinámica del juego". El enorme conocimiento de Orestes "es fruto de estar muchos años con ese sexto sentido" de cualquier cosa se puede intentar interiorizarla y, sobre todo, "ir estudiando poco a poco".

"Cuando estás en acción, hay semanas de mucha caña, pero yo tengo ya tanto acumulado que lo que hago es ir repasando para que no se oxide e ir sumando cosas nuevas que vas encontrando en la vida". Pero aunque pueda parecer mentira, el joven burgalés dejó claro que su vida no está enfocada a Pasapalabra. "Yo no dejo de hacer cosas, no dejo que el programa monopolice mi vida y no dejo de hacer ningún plan que me apetezca".

Lo curioso es el método que tiene Orestes para desconectar: "Estudio filosofía en Pamplona y me encanta. Los días que puedo ir a clase voy y hago los exámenes que pueda hacer porque me vale para desconectar". Según reconoció este martes ante Pablo Motos, estudiar esta nueva carrera (él ya está licenciado en filología hispánica) le sirve para compensar el "vicio por asimilar datos en vacío" que tiene desde hace años.