"¡Yo no soy tu hijo!": un cocinero se revuelve ante Chicote por su trato en 'Pesadilla en la cocina'

El dueño del restaurante que ha visitado Alberto Chicote en el regreso de Pesadilla en la cocina ha vuelto a todos locos con sus berridos, como los ha calificado el propio chef de La Sexta. Tales han sido los chillidos que hasta uno de sus empleados se le ha encarado después de terminar un tenso servicio de comidas.

Se ha quedado literalmente solo durante una de las primeras visitas del cocinero del programa de Atresmedia. Primero echó a la mujer y su hijo y después al resto de empleados, mientras todos y cada uno de los comensales abandonaron el restaurante, muchos de ellos sin pagar, por el inaudito espectáculo que formó en un momento.

Chicote: "Mucho me tiene que hacer falta a mí el trabajo para aguantarte"

"Yo chillo y ya está, no hay otra", admitió a modo de justificación José Antonio, el jefe de 'Il forno della Toscana'. Un rifirrafe que quiso arreglar Chicote juntándolos a todos después de otro servicio de comidas en el que la tensión saltó por los aires. "Tú no entiendes que la gente viene a comer, no a escucharte", le aconsejó el cocinero del restaurante italiano.

"Que sí, Jose, que sí. Que viene a comer...", contestó él a grito limpio. "¡Baja la voz! ¿Qué te pasa? Yo no soy tu hijo, eh. Te estoy avisando", le advirtió su chef, ante la mirada atónita de la mujer, el hijo y Alberto. "¡Yo hablo así! ¡Yo hablo así!", continuó chillándole José Antonio, fuera de sus casillas.

"¡Que bajes la voz! Deja de gritar, a mí no me chilles, yo soy tu trabajador y me respetas. ¿Vale? ¡Que yo también puedo hablar igual!", remató el encargado de la cocina que fue a visitar el programa. "Que yo hablo de esta manera y es lo que hay", zanjó con genio el dueño y sin además de pedirle disculpas a nadie.

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Á. Roldán

Chicote fue quien remató el día con otro ultimátum y toque de atención por su intolerable actitud delante del equipo del programa de La Sexta: "Te aseguro que estos señores de aquí y yo salimos de aquí con la cabeza como un bombo. Si yo estoy dos semanas más trabajando contigo, mucho me tiene que hacer falta a mí el trabajo para aguantarte".