"No me lo esperaba": la chocante tarea con la que sorprenden a Chicote en 'Pesadilla en la cocina'

Normalmente, la presencia de Alberto Chicote en los restaurantes que visita en Pesadilla en la cocina supone una ayuda para remodelar la gestión, la carta o el servicio. Sin embargo, en el arranque de esta octava temporada, el famoso cocinero se tuvo que enfangar en algo que jamás había hecho en toda la historia del programa.

Una vez ubicado y analizado por fuera el local en cuestión, el cocinero de La Sexta entró al restaurante con la intención de conocer al dueño. Sin embargo, tanto el camarero como la mujer y el hijo le comunicaron, al borde de las una del mediodía, que se encontraba haciendo la compra. Una sorpresa que no iba a ser la única esa mañana para Chicote.

La mujer del dueño: "Si no tiene nada que hacer que te eche una mano"

Con José Antonio ya en el local, le comenta que se había levantado con un problema de ciática, justo cuando acababa de aparecer con la furgoneta hasta el techo de mercancía para el restaurante. Remedios, la mujer, interrumpió la conversación para imponerle algo a Alberto, que se disponía a sentarse para probar la comida: "Si no tiene nada que hacer que te eche una mano".

"¿Me echas una mano a descargar?", le preguntó el dueño, dejando al cocinero con la boca totalmente desencajada. "El pobre hombre ha venido aquí a solucionar los problemas de la cocina, pero yo he visto a mi marido que no reaccionaba...", justificó la esposa por encargarle al chef del programa una tarea inaudita durante su visita.

"No me lo esperaba yo esto... Tener que descargar furgonetas", admitió sorprendido Chicote, mientras descargaba todas las cajas para el primer servicio que iba a analizar en el restaurante 'Il forno della Toscana'. Un detalle que, además de afeárselo, le pareció aún peor que se hiciera a minutos de empezar la hora de comer: "Esto se debería de hacer mucho más temprano".

TE PUEDE INTERESAR

"¡Estoy cagado de miedo!": la inmundicia que saca Chicote en el regreso de 'Pesadilla en la cocina'

Á. Roldán

Fue entonces cuando Chicote se quedó nuevamente a cuadros, después de que el dueño del restaurante le revelase, sin pudor ninguno, que suele levantarse en torno a las once de la mañana. El cocinero hizo un gesto de ajustarse la mandíbula, ya que volvió a quedarse boquiabierto con la actitud del local de comida italina.