Carmen Lomana incide en "el ninguneo" del programa de Sonsoles Ónega: "No debí salir de casa"

Carmen Lomana sigue siendo preguntada y pronunciándose sobre el conflicto que tuvo con la dirección de Y ahora, Sonsoles el pasado miércoles, 9 de noviembre. La socialité no dudó en expresar su enfado en pleno directo por considerar que apenas había hablado durante la sección La vida es bella. Al día siguiente, a través de Instagram, confirmó que abandonaba el programa de Antena 3.

En dicha publicación, Lomana dejó claro que sus desavenencias no se habían producido con Sonsoles Ónega, sino con Patricia Lennon, directora del espacio vespertino de actualidad. Este sábado, 12 de noviembre, en su intervención en Fin de semana de COPE, ha vuelto a expresarse sobre la inesperada polémica. "Me di cuenta de que no era muy bien recibida", ha reiterado.

"No fue por el equipo de gente que hay alrededor, que es maravilloso. Los cámaras, las chicas que te esperan... Fue porque me tendrían que haber recibido diciendo 'hola, Carmen, qué bien que estés aquí, espero que te sientas a gusto'. Eso es lo que te dicen cuando empiezas un programa", ha asegurado Carmen, que luego ha mencionado la supuesta poca claridad del guion de esa entrega.

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"El último día, que fue el de la Almudena, yo tendría que haber salido a las 19:10 o 19:15. Eran los 19:35 y yo no había salido. Me habían mandado la escaleta de lo que íbamos a hablar, ya se había hablado de todo, y yo ya tenía cara de cabreo. A partir de ese momento, no me enfocaron. Bueno, sí, cuando llegué y dije 'buenas tardes' y ellos me dijeron 'qué vestido más mono llevas'. Y ya no volví a decir ni mu", ha relatado la empresaria.

A juicio de Lomana, la desconsideración fue más evidente por el sitio en el que estaba sentada: "Notaba que me habían puesto en una silla en la esquina. No me enfocaban las cámaras y nadie me preguntaba, ni podía hablar. Ese día tenía un plan estupendo y para ir allí a que me ninguneen... A todo esto, me dice Sonsoles 'Carmen, lo siento, no has hablado nada, tenemos que solucionarlo'. Yo ahí no voy a dar un paseíllo y a no decir nada. Para eso, me quedo en mi casa".

"A mí me gusta la televisión, me gusta comunicar, me gusta decir cosas interesantes, pero no ir allí como un florero, como el convidado de piedra. Como si yo fuera una pánfila sin criterio para hablar de lo que hablan, que tampoco es que sea algo que te mueres, que no hace falta ser doctor en Filosofía. Nunca debí salir de mi casa", ha concluido la coleccionista.