El motivo por el que Javi ha salido corriendo en la hoguera de 'La isla de las tentaciones'

Las imágenes que Sandra Barneda ha enseñado a Javi en la hoguera de La isla de las tentaciones le han hecho salir huyendo a por ella. El joven se aseguró con sus compañeros de lo que acababa de ver antes de correr hacia la otra villa para pedirle explicaciones a su novia Claudia.

Como de costumbre, el concursante se mostraba nervioso e incómodo ante la nueva ristra de vídeos que el programa de Telecinco y Cuatro le tenía preparado una semana más. El novio más prudente de esta temporada se ha terminado convirtiendo en el más rebelde y el primero en saltarse las normas del concurso, por lo que acababa de ver de su chica.

"¿Cómo va a besarse en la boca con un chico que acaba de llegar? ¡Me quiero ir! "

La primera tanda de imágenes le provocaron tensión, pero fue la segunda parte cuando explotó como nunca. Claudia aparecía demasiado cerca de Álvaro Boix, dejándose querer, tocar, rozar, con bailes demasiado provocativos, y, por último, pasándose un hielo de boca a boca, con beso incluido. Javi, que ni habla con sus solteras por no poder sacarse a su chica de la cabeza, no aguantó más y amenazó con irse.

"¡Quiero verla! Después de esta imagen necesito ver a mi novia y que me lo explique, porque yo ahí no la reconozco. Los bailes y lo que quieras, bueno, pero el beso en la boca no. No la reconozco y necesito sentarme con mi novia para que me explique qué le está pasando", advirtió a la presentadora, sin pensar lo que iba a hacer minutos después.

"Me siento mal, no he visto a mi novia así en mi vida. Una cosa es jugar y otra besarse en la boca con alguien. No la reconozco, ¿cómo va a besarse en la boca con un chico que acaba de llegar y que conoce de un día? ¡Me quiero ir! ¡Me quiero ir!", expresó molesto y tremendamente triste, antes de levantarse y abandonar el set de grabación.

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Á. Roldán

Tras unos minutos llorando en los alrededores de la hoguera, los compañeros alertaron al equipo de que Javi había emprendido una huida hacia la zona de la villa de las chicas. "Se está yendo. Está corriendo", comentaron asustados mientras, efectivamente, el chico aparecía corriendo por la playa llorando y gritando "¡Claudia! ¡Claudia!", hasta alcanzar el chalé femenino.