Sonsoles Ónega llega a Antena 3: "No tengo ninguna línea roja sobre temas ni asuntos concretos"

Ha llegado el día, Sonsoles Ónega se estrena en Antena 3. Tras el inesperado y comentado salto profesional de Mediaset España a Atresmedia Televisión, la querida comunicadora lanza 'Y ahora Sonsoles', su espacio de actualidad y entretenimiento para las tardes del canal más visto del país. De 19:00 a 20:00 horas, ocupando el hueco que hasta ahora tenía '¡Boom!', el directo vuelve al horario vespertino en la cadena principal de la empresa audiovisual.

Con motivo de su debut, El Confi TV, la sección de televisión de El Confidencial, ha tenido la ocasión de charlar con ella en exclusiva para saber cómo afronta este nuevo reto laboral. Ónega se muestra ilusionada, relajada y con ganas de seguir contando la 'última hora' de todo lo que pase dentro y fuera de nuestro país.

Sonsoles, ¿qué se va a encontrar el espectador en 'Y ahora Sonsoles'?

Inventar en televisión es muy difícil y nosotros no venimos a hacer un formato revolucionario que rompa con lo que el espectador lleva 40 años viendo en la pantalla española. Sería ridículo siquiera aspirar a ello en un programa que tiene una hora en la que va a contar la actualidad desde el entretenimiento.

Sí queremos renovar la pantalla con todos los colaboradores que me van a acompañar. La presencia del público es importante, ya sé que no es un elemento nuevo en un magacín, pero para mí lo es porque nunca he trabajado con público, ni siquiera cuando hice aquel reality en Telecinco porque era pandemia y no había. Quiero que sea un elemento activo del programa y no simples acompañantes en plató. Y no solamente estaré yo, hay otros compañeros periodistas que tendrán sus secciones. También habrá espacio para la crónica social, como un elemento que yo considero imprescindible en este tipo de formatos, porque forma parte de la conversación del ciudadano.

A partir de ahí, el espectador va a encontrar una hora de directo de la tarde de Antena 3, cosa que no había existido en los últimos años. Espero y deseo que la actualidad sea buena porque al final un programa vive de la vida y espero que esa vida nos sorprenda.

"Mi estilo es ir rápido, lo que no significa que pasemos de puntillas por algunos asuntos, ni es sinónimo de frivolidad"

Arrancas con tan solo una hora de programa, ¿no es muy poco tiempo?

Eso digo yo [risas], pero bueno, vamos a empezar por una hora, que 60 minutos dan para mucho. Esto se va a notar evidentemente en el ritmo del programa, aunque también forma parte de mi estilo el ir rápido, lo que no significa que pasemos de puntillas por algunos asuntos, ni es sinónimo de frivolidad. Y vamos a ver qué tal, igual nos dan más rato. Pídelo tú en El Confidencial, que tienes más poder que yo [risas].

Si algún día lo ves oportuno, me encantaría ver un titular en tu periódico que diga 'Sonsoles necesita una hora más'. Este sería el éxito del programa [risas].

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Háblame del título, ¿cómo ha llegado a llamarse así?

Por imposición pura y dura [risas]. Es una batalla que he perdido nada más entrar aquí porque sinceramente yo no quería que el programa llevara mi nombre por pudores varios y probablemente inexplicables, pero la cadena decidió unilateralmente que quería llamar al programa 'Y ahora Sonsoles'. Reconozco que en esto soy bastante dócil y no tenía ningún sentido abrir una guerra contra algo que al final ya me pasaba en 'Ya es mediodía', que era 'el programa de Sonsoles'. Muchas veces al espacio se le acaba conociendo por el presentador, a veces de forma injusta porque hay un equipo detrás trabajando tanto como tú.

Has perdido la batalla del nombre, pero ¿hasta qué puntos tienes control en los temas que se van a tratar en el programa?

Soy muy pesada y me meto en todo. Trabajo en equipo y no soy la directora ni me pongo por encima de nadie, pero sí hago saber mi criterio. Estoy en las reuniones, decido temas como ellos y participo de todo el trabajo de las coordinadoras de actualidad, de corazón, de la que abre el chiringuito por la mañana... Estoy en todo, hasta en la realización del programa con David Flecha, un experto realizador de esta casa.

¿No tendrías, por lo tanto, problemas en frenar cierto tratamiento informativos si va en contra de tu criterio?

En el día a día se dan un montón de circunstancias en las que yo puedo dar mi opinión, pero es que yo no tengo ninguna línea roja sobre temas ni asuntos concretos. Me entiendo muy bien con la directora. Llevo muchos años trabajando con ella y también conozco al resto del equipo de dirección, o sea que en ese sentido estoy muy a gusto.

"No puedo abstraerme de la realidad del dato diario de audiencia porque nos debemos a él"

¿Vas a romper un poco el esquema mental que tenemos sobre tu figura ligada a una mesa y esa estructura quizá más rígida?

Sigue habiendo una mesa, que es muy grande y muy bonita, pero sí me voy a levantar mucho, creo que en detrimento de mi propia imagen, porque de pie pierdo. Pero fíjate lo que te digo, que hasta me voy a levantar menos de lo que quisiera [risas]. Voy a interactuar mucho con el público, también por los medios y el plató que tenemos, que se presta más a ello.

Sobre la audiencia, ¿eres de las que se preocupa muchísimo por el dato?

Sí, me preocupa mucho el dato de audiencia. En cuanto llegan las 8 de las mañana lo estoy mirando. Me interesa todo y el que diga lo contrario, pues vivirá de forma más plácida y feliz que yo, pero no puedo abstraerme de la realidad del dato diario, nos debemos a él. Probablemente, no condicione el contenido del programa, pero sí servirá para configurarlo y amoldarlo, naturalmente. Todo es compatible y tiene que haber un equilibrio, pero que a mí me importa la audiencia. Y si va mal, pues a lo mejor me preparan el finiquito. La televisión es así. Del dato depende todo el equipo, hay un montón de familias y ya solo por eso me importa.

Ahora que tu llegada ya es una realidad, ¿qué miedos tienes tras el salto de grupo audiovisual?

Creo que hay mucha expectación y la expectación pesa, para qué negarlo. Solo espero no defraudar al espectador, al ciudadano que no conozco y que se va a acercar a la pantalla. Todo lo demás entra dentro del guion de estas cosas. Habrá gente que venga de mi otro programa y que el cambio les guste y otros a los que no, pero bueno, eso entra dentro, insisto, de las reglas del juego. A mí me importa la gente que está en casa, a la que no conozco y a la que espero conocer a través de la pantalla, o que me conozcan ellos a mí. Todo lo demás... qué voy a hacer si no lo puedo controlar.

¿Has tenido la ocasión de ver a Marc Calderó en TVE y Joaquín Prat ocupando tu puesto en 'YEM'?

Claro, he visto a los dos. Me alegro mucho de que a Marc le esté yendo bien Televisión Española, le veo muy cómodo con Lourdes Maldonado y creo que están haciendo un buen programa. Y a Joaquín le veo estupendo en 'Ya es mediodía' y me alegro mucho por él.