"Me voy a derretir": una soltera frena a su cita tras un fogoso baile en 'First Dates'

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Patricia y Santi conectaron nada más verse en 'First Dates'. El soltero, cordobés de 28 años, quedó encantado con su cita, una sevillana, siete años más joven que él, que no había tenido demasiada suerte en el amor. "Me han hecho daño en el amor y la verdad es que últimamente lo había dado por imposible", reconoció en privado.

La soltera acudió al programa en busca de un chico "cariñoso, atento, sencillo y trabajador", y, sobre todo, que cumpliera con sus expectativas. "Me gustan altos, morenos, con tatuajes, que tengan barbita, que tengan rollazo vistiendo, que se cuiden...".

Santi: "No tengo vergüenza y cuando una chavala me gusta y me tira más de la cuerda..."

El programa emparejó a Patricia con Santi, un soltero con una gran autoestima y que sabe muy bien lo que quiere en la vida. "Yo tengo un piquito de oro, si yo me quiero comer a una chavala, me la como", aseguró en su carta de presentación. Según le confesó a Carlos Sobera, no le ha ido mal en el amor, pero el problema es que luego hacen con él "lo que quieren" porque es un calzonazos. "Soy muy empalagoso, de hecho, más de una ya me ha dicho que me aparte un poco, que corra el aire, pero si es que a mí me gusta la chavala... lo que me entran son ganas de comérmela".

Y es lo que sintió el soltero tras conocer a Patricia y saber que también era una apasionada de las motos, como él. "Tiemblo... a mí la motera me gusta. Eso se lleva en la sangre. Si es motera, tímida no es, seguro". La primera impresión no puedo ser más positiva, dado que le gustó absolutamente todo de ella: "Es muy guapa, unos ojazos, un vestidazo... Me encanta, para mí es un pibón. Está muy bien, superguapa".

Santiago se propuso seducirla desde el momento que se sentó en la mesa y no paró de lanzarle piropos y de decirle lo guapa que era. Patricia no se quedó callada y también le dijo que era guapo, algo que el joven confirmó: "Yo sé que soy un bombón". El cordobés dejó claro que tenía muchísimo sentido del humor y que cuando una chica le gustaba no se andaba por las ramas e iba directamente a por ella. "Yo no suelo tener vergüenza, soy muy impulsivo y suelto las cosas de forma muy clara. Lo primero que me llama la atención de una chavala es que sea guapa de cara". Por su lado, Patricia reconoció estar muy a gusto con su cita: "Me parece un chaval supersimpático, gracioso y me ha transmitido muchísima confianza".

Santiago le confesó a Patricia que era totalmente su tipo, aunque era evidente. Sus gestos y sus miradas lo delataron desde el primer momento. "Ese pelo, esa cara, ese cuerpo... Yo creo que es una chica completa".

Uno de los mejores momentos de la cita tuvo lugar cuando salieron a bailar. Matías Roure pidió a los comensales que se pusieran en pie para bailar agarraditos y la pareja se lo tomó al pie de la letra. Bien pegados, cuerpo con cuerpo, la temperatura no dejó de subir durante unos minutos. "Soy bastante cer***, qué quieres que te diga", confesó Santi en privado. "No tengo vergüenza ninguna y cuando una chavala me gusta y me tira más de la cuerda... No me tires, que me conozco, sobre todo, si encima te gusta lo mismo que a mí. En ese caso, apaga y vámonos".

La pareja protagonizó uno de los bailes más calientes del programa, de hecho, el joven se atrevió a coger la mano de su cita y a deslizarla por su torso, empezando en su pecho y acabando en la cintura. En ese momento, fue ella la que intentó frenar un poco para bajar la temperatura: "¡Niño, que me voy a derretir! Vas a conseguir que me ponga más nerviosa". La complicidad entre Santiago y Patricia fue total. "Sin cámaras eso hubiese ardido", sentenció el cordobés.

En la decisión final, ambos tuvieron muy claro que se querían seguir conociendo: "Tenemos cosas en común, además, es muy guapa y simpática", dijo él. Ella reconoció haber disfrutado muchísimo de la velada y accedió también a tener otra cita con Santi: "Hemos conectado".