¿Qué función tienen las luces de colores, la gran novedad de 'La isla de las tentaciones 5'?

"La luz de la tentación ya no es como la conocíais". Con esta rotunda frase, Sandra Barneda avisaba a las chicas de 'La isla de las tentaciones' de una importante novedad que trae la presente edición del 'reality show' de seducción, cuya primera entrega era lanzada el pasado miércoles, 21 de septiembre. La tercera temporada ya incorporaba este ruidoso elemento, para notificar las infinitas infidelidades de concursantes como Manuel o Marina, pero este año, a falta de una, cada villa contará con cinco señales luminosas.

Ya no solo la luz roja hará saltar los nervios y la paciencia de los habitantes de Villa Playa y Villa Paraíso, ahora se añade la azul, la rosa, la verde y la naranja. Como bien explicó la presentadora del formato que emite Telecinco, cada foco se corresponde con una pareja y se activará cuando se sobrepasen los límites que cada una estableció frente a Sandra.

Eso sí, el misterio en torno a las posibles deslealtades sigue estando asegurado. Al menos de entrada, los jóvenes desconocerán por completo a qué pareja pertenece cada luz. A buen seguro, las dudas darán pie a elucubraciones y teorías de todo tipo. Si este sonido o las imágenes de la tablet llegan a atormentar demasiado al participante, será posible que solicite una hoguera de emergencia para ajustar cuentas con su novio o novia.

"Con una, la cabeza ya juega malas pasadas. Imagínate con cinco", apuntaba Laura, la chica de Mario. De hecho, parece que la pareja que forman ellos dos no tiene muchos visos de futuro, pues ni siquiera quisieron despedirse cuando cada uno partió hacia la casa correspondiente con su soltero favorito.

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N.C.

Y es que, como remarcó Barneda en 'El programa de Ana Rosa' esta semana, poco antes del estreno, "una de las cosas que más se ve es cómo la mente traiciona" a los concursantes, en parte por esta repentina multiplicación de luces: "La tentación no está tanto en el soltero o en la soltera, sino en lo que está ocurriendo dentro de ti. Hay participantes que viven un infierno por lo que les ocurre dentro de ellos mismos".

Los límites de cada pareja

Sara lo tiene claro, si Manuel se sobrepasa en el jacuzzi o con las caricias y los tocamientos, así como con los besos, la luz de la tentación se activará en la villa de las chicas. Son más o menos los mimos límites que impone a Sara: besos en el cuello o en la boca, tocamientos o tener sexo con algún soltero. Los de Paola y Andreu están bastante más difusos y son menos específicos: ella no soportaría los mimos, los masajes o que su novio lamiese el cuerpo de una tentadora; él establece la línea simplemente en "la complicidad".

"Para mí el límite no es el beso, es mucho antes. Hay miradas que lo dicen todo. Mi novio no es mucho de palabras, así que dirá más con la mirada", explicaba Tania sobre Samuel. Este escuchará la señal si su chica se besa en los labios a un tentador o llegar a tener relaciones sexuales con él.

Claudia, pareja de Javi, afirmó que existía "un problema" con él: "Nunca me he encontrado en esa situación con Javi, porque no tiene amigas. Quiero ser justa, quiero que disfrute, pero hay ciertos límites. Un beso, por supuesto que no, y que pueda hablar de mí. Eso me dolería más que que le gustase una chica". Javi sintetizó bastante más: "El beso es el límite".

Por último, Laura no entendería que Mario hiciese "comentarios sexuales o fuera de lugar" a alguna mujer en Villa Playa o verlo "en actitud cariñosa con cualquier chica", pues con ella "no es así" y es lo que le reclama continuamente. Mario se mostró muy restrictivo: "Cualquier acercamiento, caricias, abracitos dentro de la piscina, besos o que duerman con ella, aunque luego no hagan nada".