¿"Progresista"? El dardo de Wyoming a Marlaska por condecorar a un "torturador condenado"

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El Gran Wyoming arrancó este lunes 'El intermedio' con el tema 'We are the Champions', de Freddie Mercury, pero no por la impresionante victoria de España en el Eurobasket, sino porque ayer se celebraba "algo más nuestro y más español", como el Día Mundial del Aperitivo.

"En un día tan importante como el de hoy, quisiera hacer una llamada de atención porque nuestros aperitivos están bajando de calidad", lamentó el presentador con su particular humor. "En los últimos tiempos, observamos con estupor cómo se sustituyen las berenjenas de Almagro y la cecina de León por patatas fritas rancias, frutos secos con textura de roca volcánica y cosas peores, como palomitas, pipas y... ¡hasta ganchitos!".

"¡Qué demonios! Nadie mayor de 12 años debería comer esa porquería. ¡Dueños de bares de España! Llamar a los ganchitos aperitivo es como llamar música a lo que hace Kiko Rivera". Según Wyoming, "por desgracia, en este país nos estamos acostumbrando a tragar algunas cosas bastante intragables, y no solo en el aperitivo, también en la política".

Llegados a este punto, el presentador de 'El intermedio' se puso serio para reflexionar sobre las polémicas condecoraciones que se han otorgado a altos mandos de la policía ya jubilados, y que acarrean una pensión económica de por vida. "Estos días hemos sabido que el Ministerio de Interior, con Fernando Grande-Marlaska a la cabeza, ha decidido condecorar a siete comisarios de policía jubilados".

Tal y como explicó Wyoming, "en 2021 la Justicia ya había anulado esas condecoraciones al considerar que no estaban debidamente justificadas". Lo más llamativo, tal y como destacó el presentador, "es que entre esos siete policías está el ex comisario jefe de Cantabria, Héctor Moreno, condenado por torturas en 1994, aunque posteriormente fue indultado por el Gobierno de Aznar".

Antes de dar por zanjado este asunto, El Gran Wyoming ha querido lanzar una serie de preguntas a los espectadores para su reflexión: "¿De verdad un policía torturador merece una medalla por parte del Estado? ¿Un ministro de un Gobierno que presume de ser el más progresista de la historia puede dar medallas a un torturador condenado? A lo mejor el problema, en este caso, es que los que estamos equivocados somos nosotros y que considerar a Grande-Marlaska progresista es tan inadecuado como llamar a los ganchitos aperitivo".

El reparto de medallas en la Policía ha sido siempre fuente de quejas y polémicas. Según recogió 'El Confidencial', "muchas voces dentro del Cuerpo llevan años quejándose de que las condecoraciones son, en realidad, una manera de pagar favores a comisarios y mandos superiores que a su vez son elegidos a dedo por los cargos políticos".

"Las medallas al mérito policial están reguladas por una Ley promulgada en 1964 durante la dictadura franquista. Según recoge el apartado 4 y 5 de la norma, su espíritu es que las medallas con pensión se concedan a aquellos que arriesgan su vida en el ejercicio de sus funciones policiales. No obstante, los responsables de Interior de los distintos gobiernos se han escudado siempre en la ambigüedad de la redacción para repartir medallas de forma arbitraria".