Rocío Carrasco exhibe la sádica reacción de un familiar de Rocío Jurado a días de fallecer

Sin duda, el noveno pase de 'En el nombre de Rocío' es el más duro para la protagonista de la serie documental que ahora Telecinco ha emitido en abierto. Rocío Carrasco se descarna viva recordando el adiós definitivo a su madre, en el que también sus tíos protagonizaron momentos repulsivos e inimaginables, a pesar de que Jurado estaba a punto de dejar de respirar.

Aquel 1 de junio de 2006 toda España, parte del mundo, tuvo un quejido por la pérdida de 'la más grande'. Su hija ha narrado en el capítulo 9 de la segunda parte de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', cómo regresaron de Houston con su madre, ya que su voluntad era morir en el interior de su casa y rodeada por todos.

"La palabra testamento era la primera vez que yo la pensaba, estando mi madre como estaba"

Y así terminó siendo, aunque lo que no esperaba Rocío Carrasco, según ha desvelado al equipo de La Fábrica de la Tele ('Sálvame', 'Deluxe'), es la reacción tan cruel que tuvo su tío José Antonio en la semana previa al fallecimiento de su madre. Fue en ese momento cuando el apodo 'el libretas' empezó a tener sentido. En una de esas, cuenta que archivaba una serie de pagos de Rocío Jurado, una recopilación de todos los documentos, y así se lo hizo saber.

"A mí lo único que me preocupa es lo que no aparece en el testamento. Los abrigos de piel, las joyas y Miami", dice Rocío que le soltó el marido de Gloria Mohedano, de golpe y porrazo, en una habitación aledaña en la que la cantante estaba viviendo sus últimas horas. "No entendía esa situación. Por qué me sacaba esos temas estando mi madre aún viva", reaccionó ella, perpleja con las intenciones de su tío.

"¿Te parece normal que le digas esto a la niña estando su madre cómo está?", cuenta que le dijo Fidel Albiac a José Antonio, a modo de riña, ya que ella no supo como gestionar aquella situación tan sádica, con su madre todavía viva. Una preocupación por su patrimonio que coincidió, sospechosamente, con la misma que tuvo su hija Rocío Flores, que entonces tenía 9 años de edad, preguntándole por las casas de Miami de su abuela.

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"La palabra testamento era la primera vez que yo la pensaba, estando mi madre como estaba. No entendía lo que estaba pasando", remataba Carrasco, en referencia a una de las situaciones más incómodas y surrealistas que vivió en Montealto, semanas antes a que la chipionera dejase de respirar tras una larga lucha con la enfermedad.

La frialdad de Gloria Mohedano

La misma crueldad que pareció experimentar su tía Gloria Mohedano, en esta ocasión, a horas de haber enterrado a su madre. Rocío Carrasco recuerda regresar de Chipiona, rota de dolor, exhausta de todo lo que llevaban vivido, cuando tuvo que escuchar unas de las palabras más dolorosas de la boca de la mujer de José Antonio 'el libretas'.

Sentada en el sofá del salón, asolada por el vacío tan grande que acababa de dejar la cantante, Gloria Mohedano se acercó a ella para calmarla, pero, sobre todo, para hacerle saber algo: "Ese mueble me vendría muy bien para mi casa de Sevilla", señalando a un aparador que había justo en frente. Su reacción fue salir de la casa sin contestarle, aunque aquello, dice, fue su forma de responder a tal impertinencia en el peor momento.