Crítica de 'Baila conmigo', con Nagore Robles: un teatro barato con cero novedad

'Mujeres y hombres y viceversa' es ya un vago recuerdo de la televisión en España, pero el espacio de 'amor' con jóvenes musculados, operados, y superficiales que presentaron Emma García, Toñi Moreno y Jesús Vázquez en diversas etapas y cadenas de Mediaset España supuso todo un boom social en sus primeros años. Y este es seguramente el motivo por el que Cuatro se ha lanzado a la producción de 'Baila conmigo'.

Con una premisa similar al show de los 'viceversos', pero en una mansión en vez de en un plató, con exparticipantes de 'La isla de las tentaciones' y una de las colaboradoras de 'reality shows' más polémicas como presentadora, se ha estrenado este nuevo espacio diario, de unos 60 minutos de duración y en directo, de citas.

Solteros, pretendientes, reguetón, alcohol... más de lo mismo

'Baila conmigo', que por cierto de baile no tiene absolutamente nada, resulta ser una mezcla entre 'Gran hermano', 'MYHYV' y 'Tentaciones'. Hay dos solteros, denominados 'protagonistas' y tres candidatos para cada uno de ellos que deberán convivir en una gran mansión, estar de fiesta a base de reguetón y alcohol... y poco más. Habrá expulsiones, salvaciones, citas y, obviamente, se espera de ellos conflicto, sexo, cuernos, llantos... y vaya, con tan solo un día de encierro ya ha habido un poco de todo. Lo que sucede es que su gran problema radica en que es más de lo mismo. Se trata de algo que ya hemos visto anteriormente.

Los 'protagonistas' no destacan

Lucía, que ha estado en dos ediciones de 'La isla de las tentaciones', sabemos perfectamente cómo es, cómo se comporta, cómo son sus arrebatos... y Álvaro, de 'La isla de las tentaciones 4', que es más bien soso y poco carismático, son las dos personas sobre las que gira todo el programa. Si el gran peso recae únicamente en dos personas y no quieres que sean completamente desconocidos para tener cierto gancho, al menos, elige a dos bestias televisivas. Aunque, bueno, para ser justos, Lucía sabe cómo hacer este tipo de televisión y así lo ha demostrado abandonando ya el programa, regresando, gritando, y pidiendo expulsar a uno de sus pretendientes.

'Tormentas', es decir, una 'luz de la tentación'

¿Recordáis la llamada 'luz de la tentación'? Pues seguimos copiando elementos de otros espacios y aquí hay un rayo que se ilumina cuando sucede algo supuestamente trascendental. Este momento, ideado para alterar la convivencia, recibe el nombre de 'tormenta'. Cuando de forma orquestada se enciende y Nagore pone cara extraña, oscura, siniestra, lamentándose como si la estuvieran despidiendo al más puro estilo Paz Padilla, se informa de lo sucedido. Los dos grandes giros de este debut han sido un mensaje de Isaac, el exnovio de Lucía, que no ha querido ver, y la llegada de Rosario, la exnovia de Álvaro. Sí, todo bluf.

Nagore Robles, sobreactuada, no funciona

Este es el gran proyecto como presentadora de Nagore, la villana de 'GH 11'. Tras cubrir la baja de Toñi Moreno en 'MYHYV' y probar suerte con el formato 'Sobreviviré' para Mitele Plus, le ha llegado la tan deseada oportunidad con la que sueñan todos los rostros que se mueven por Mediaset. Y será porque le faltan tablas, porque el personaje cañero e insolente que se ha creado todos estos años aún le pesa demasiado o, directamente, porque esto de presentar le queda grande, pero no funciona. Está sobreactuada, intentando generar unos sentimientos que se nota que están completamente impostados por la dirección del programa y no logra enganchar. Le falta chispa, naturalidad y diferenciarse en su forma de comunicar.

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Berto Molina

Un teatro barato, demasiado montado

En definitiva, estamos ante un teatro barato con jóvenes guapos en el que todo está demasiado montado y organizado, un programa que busca 'show' gratuito con una mecánica que no aporta nada extra al entretenimiento lineal y actual. No hay novedad, no hay frescura, no hay pasión, no hay intriga... Veremos cómo reacciona la audiencia, pero no sería de extrañar que ante estas cartas de segunda los espectadores no se sumaran en masa a este nuevo espacio televisivo.