Sol Macaluso, entre lágrimas en 'Ana Rosa', responde a las críticas y pide trabajo al programa

Sol Macaluso se convirtió, desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, en uno de los rostros más mediáticos para informar de la última hora del conflicto bélico. La joven de origen argentino se erigió rápidamente como los ojos de Mediaset sobre el terreno, realizando su particular cobertura en primera persona para espacios como 'El programa de AR', 'Cuatro al día', 'Ya es mediodía', 'Informativos Telecinco' u 'Horizonte'. En paralelo a su fama le comenzaron también a llegar las primeras críticas, algo sobre lo que ha querido mojarse en su primera intervención en el plató del magacín matinal de Telecinco... una que parece no será la única.

La periodista llegó este fin de semana a España tras un mes al frente de la cobertura de Mediaset España. Macaluso necesitaba tomar distancia y regresar junto a su familia, algo que ha explicado este lunes, 28 de marzo, entre lágrimas. Patricia Pardo le dedicó primero un íntimo en el que Sol recordó como se despidió llorando de su "familia" ucraniana, su cámara y el resto de contactos que ha ido haciendo en los últimos dos meses viviendo en el país: "Fueron momentos complicados hasta el último segundo, cuando estábamos dejando Leópolis se produjeron el segundo y el tercer ataque a la ciudad. Nos despedimos entre lágrimas, pero están cumpliendo con lo que prometimos. Nos mandamos mensajes continuamente y me han llamado por la mañana para contarme dónde van a ir".

Tras esta primera toma de contacto, la reportera entró en el plató para sincerarse con sus compañeros. "Has marcado la diferencia. La gran mayoría de los espectadores te ha arropado, has sido la primera en relatar todo lo que estaba sucediendo, y de qué forma además", le reconocía la presentadora, unas palabras que Macaluso aprovechaba para abordar las críticas que ha recibido por la cobertura tan personal que ha realizado: "Entiendo las críticas. Esto no estaba en los planes de nadie, y mucho menos en los míos. No sé cuál es el secreto, si es que hay un secreto o un éxito, pero siempre he tratado de comunicar desde la emoción y el sentimiento. Si a raíz de eso la gente comenzó a empatizar con lo que sucedía en Ucrania, con eso me quedo".

Y es que si algo ha caracterizado su labor en Ucrania ha sido la emoción que siempre ha transmitido en sus crónicas, donde se le podía ver nerviosa o temerosa ante los ataques que sucedían a sus espaldas, o emocionada cuando abordaba informaciones relativas a niños: "La gente ve un minuto de tu vida y ya te juzga, pero como digo, bienvenidas sean las críticas si mi trabajo ha servido para que alguna familia ucraniana pudiera ser acogida en España, como así me han dicho por redes sociales".

"Es cierto que a veces se notaba que estabas temblando, que sentías miedo de verdad", apostillaba Pardo a este respecto, con la joven sincerándose: "Es verdad que yo también temía un poco pasarme de subjetiva, porque en periodismo siempre se nos enseña que debemos de ser objetivos. Pero detrás de cada uno de nosotros hay un ser humano, con familia y seres queridos, por lo que es normal que afloren nuestros sentimientos en situaciones tan críticas como estas".

Cruz Morcillo no se cortaba a la hora de expresar que ella misma tenía sus recelos con su compañera: "Me parecía excesivo que te pusieras en el foco de la noticia, pero ahora escuchándote entiendo lo que dices, cómo te llevas a casa lo que sucede en tus coberturas". "Yo no era corresponsal de guerra, no tenía experiencia en este sentido. No sé si ahora me pueden etiquetar como tal, pero no me siento corresponsal de guerra, simplemente fui una periodista ejerciendo mi labor en un contexto de guerra. Lo hice con las herramientas que tenía a mi disposición, lo mejor que supe, pero sí que es cierto que es muy difícil despegarse de historias tan duras, no podemos despegarnos de muchas cosas cuando se apagan las cámaras", le explicaba a la colaboradora.

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Tanto es así que Sol no dudaba en compartir con Morcillo algo que le había marcado mucho: "Otra de las cosas que no se ven es que Stephan [su cámara] estaba muchas veces entre lágrimas detrás de la cámara mientras me grababa, porque estábamos hablando de su país, de su gente. Hay muchas cosas detrás que no se ven, y esas cosas son las que se te quedan en el corazón y hacen que informe de la forma en la que lo hacía".

Zanjado este asunto, 'El programa de AR' cambiaba radicalmente de registro para sorprender a su compañera, de cumpleaños hoy. Así, el espacio conectaba con la hermana de Macaluso, quien daba buenas muestras de su sintonía durante una emotiva conexión. A su vez, el programa emitía un reportaje especial con el padre de ambas, quién mostraba el lado más humano de la reportera a través de imágenes, fotografías y confesiones. Sol era incapaz de contener las lágrimas, mostrándose nuevamente transparente ante el espectador, una emoción que tampoco podía contener cuando su equipo en Ucrania le dedicaba palabras de cariño sobre el terreno.

Por último, Patricia se interesaba por conocer cuáles eran los retos que se marcaba ahora, qué le gustaría hacer tras ganar tanta notoriedad en los medios de comunicación. Sol Macaluso lo tenía muy claro: "Me gustaría quedarme aquí, en esta mesa de 'El programa de AR". La reportera lanzaba el guante, y parece que la dirección del magacín está dispuesta a recogerlo, con Pardo mostrándose encantada de contar con ella en el futuro como colaboradora fija.