Carlos Sobera pide (sin éxito) cortar los gritos de machismo y homofobia en 'Secret Story'

Carlos Sobera ha tenido que entrar al rescate de la reputación de 'Secret Story' tras lo que se estaba orquestando dentro de la casa. Un tiroteo verbal de acusaciones de machismo, violencia y homofobia que el propio programa ha incitado con un careo entre los finalistas en plena semifinal.

Cristina Porta y Luca Onestini siguen sin librarse de los careos a 48 horas de celebrarse la gran final. La enésima sala de la verdad vestida de debate electoral en plena campaña de votos para ganar el concurso ha ocasionado un nuevo conflicto entre la pareja y los Gemeliers, y de refilón también Luis Rollán.

"Hay que criticar estas dos actitudes, la de la violencia machista y también la de la homofobia"

La organización ha vuelto a exhibir delante de todos ellos el momento en el que los gemelos llamaron "machista" al italiano, lo acusaron de violento o de someter a su novia dentro de la casa, o cuando el propio Luca, en su defensa, puso el ejemplo de que los dos hermanos podían quedar de homófobos por utilizar la palabra "maricón", así como volver a afear el comentario de "corto cuellos" que le gritaron a Emmy Russ al principio del concurso.

Una exaltación del machismo, la violencia o la homofobia que quiso cortar de lleno el presentador interrumpiendo el careo, en directo: "Viendo vuestras reacciones ante estos temas que son tan serios como la homofobia, por un lado, o la agresividad y el machismo, por otro, observo que los cuatro en el fondo estáis opinando exactamente lo mismo".

Y propuso algo a los concursantes: "Sentís un profundo rechazo hacia la homofobia y hacia la violencia. Yo me pregunto, ¿por qué no conseguimos hacer los cuatro las paces de una vez y mantenemos el discurso, que en el fondo es el que tenéis todos dentro de vuestro corazón y de vuestro cerebro, de que hay que criticar estas dos actitudes, la de la violencia machista y también la de la homofobia?".

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"No dar la más mínima oportunidad a que estén presentes ni dentro ni fuera de la casa, y nos damos un apretón de manos. Estamos todos de acuerdo en que pensamos igual, y dejemos de hacernos reproches todo el rato", insistía Sobera con la absoluta intención de paralizar este tipo de acusaciones en horario de máxima audiencia. Un intento que se quedó solo en eso, ya que tanto los sevillanos como el de Italia volvieron a reprocharse lo mismo segundos después de este toque de atención del presentador.