Carlos Sobera, perplejo en 'First Dates' por lo que le espetan: "¡La madre que me parió!"

Xabier llegó al restaurante de 'First Dates' con todas las papeletas para arrasar con todo: 'look' diferente, personalidad arrolladora, verborrea y, sobre todo, mucho carisma. Tanto que nada más entrar en el programa de Cuatro dejó completamente descolocado a Carlos Sobera con un zasca que todavía resuena en el plató de Mediaset.

Nada más sentarse en la barra del 'dating show', el presentador le invitaba a describirse, algo que el joven hacía sacando todo su desparpajo: "Me defino como un travesti bohemio con actitud de niñata. Me gusta un niñateo". Sobera no podía esconder su cara de extrañeza ante una definición tan curiosa de sí mismo.

"¿Pero qué es un niñateo?", le preguntaba curioso Carlos, instante en el que se llevaba un "palo" por parte de Xabier: "No sé, en plan, cositas... cosas de gente joven. No lo vas a entender, Carlos". El rostro de Cuatro no podía hacer otra cosa que carcajearse ante la salida de su invitado, con el barman y las camareras gemelas incapaces de contener la risa por el dardazo del comensal.

Al ver cómo estos se reían del presentador, el joven trataba de arreglarlo: "Oye no, pobrecito. De gente joven me refiero a Generación Z. Tú eres joven, pero yo más". "¡La madre que me parió!", soltaba espontáneamente Carlos Sobera, tirándose sobre la barra para evidenciar todavía más su contrariedad.

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"Al final no nos vas a explicar en qué consiste el niñateo, unas nociones básicas al menos", le pedía nuevamente el presentador, con Xabier tratando de explicarse de la siguiente manera: "Ser niñata es ser una zo*** como soy yo. Me vienen ocho, pues eso, que se vienen. Todos para aquí, que prueben lo que es bueno y que luego en su vida vuelvan a probar algo como yo".

Pero el comensal iba todavía más allá, volviendo a dejar completamente descolocado a Sobera por su afición declarada: "Me gusta mucho perrear y hasta me he inventado una nueva modalidad. El euskal perreo, música clásica vasca perreada. Pero me pones Beethoven o Mozarty te lo perreo también, le doy a todo". Como no podía ser de otro modo, Calos emplazaba al joven a recibir a su cita demostrando sus dotes para baile, una forma diferente de enfrentarse a la primera impresión que, sin lugar a dudas, conquistó inicialmente a Julen.