La rajada de Borja Capponi contra Mediaset tras presentar 'Malas pulgas': "Me estafaron"

Borja Capponi (Madrid, 1974), el particular 'encantador de perros' de Cuatro, ha reaparecido en una entrevista para la 'Cadena SER' en la que relata el infierno vivido durante años después de protagonizar 'Malas pulgas', la adaptación española del exitoso formato internacional sobre adiestramiento canino de César Millán.

Capponi adquirió una enorme popularidad tras la primera temporada del programa. "Cuando aparece César Millán, en 2006-2007, todo el mundo se queda alucinado. Yo ya había hecho mis pinitos en TVE y una clienta que trabajaba en Antena 3 me dijo que en una productora [BocaBoca] estaban buscando al encantador de perros español". Según detalla el madrileño, la productora ya había visto a 50 adiestradores, "pero a ninguno le gustaba César Millán y para mí, en cambio, era un ídolo. Cuando me vieron, fliparon".

"En total, por las dos temporadas de 'Malas pulgas', me dieron 20.000 euros"

De la noche a la mañana, Borja Capponi se convirtió en toda una estrella. El programa cerró su temporada con un 6,9% (976.000), por lo que Mediaset dio luz verde a su renovación. Sin embargo, las felicitaciones desaparecieron y, de repente, empezó a recibir acusaciones de maltrato por las técnicas de adiestramiento empleadas en el programa. Fue el principio del final de su carrera televisiva.

Entre tanto, Mediaset logró seducir al propio César Millán para crear 'El líder de la manada', de modo que la compañía decidió dejar en un cajón las nuevas entregas de 'Malas pulgas'. Según Capponi, "llegó César a España a quitarse la competencia de encima y yo desaparecí. Hizo un programa bastante cutre que no tuvo demasiado éxito".

Según cuenta, vivió todo un calvario tras aquello. "Llamaba a BocaBoca todos días llorando", revela en la citada entrevista. Sufrió un desahucio y, a falta de trabajo de lo suyo, se vio obligado a trabajar como reponedor en una conocida cadena de supermercados porque tenía 15 perros a los que tenía que alimentar. "Caí en una depresión y me quise suicidar. Solo quería dormir y no pensar. No dejaba de preguntarme por qué me estaba pasando eso a mí. Adelgacé 10 kilos y llegué a pensar que tendría que dormir con mis perros en unos túneles que había cerca de donde vivía", detalla en uno de los vídeos publicados en su canal de Youtube.

"Malas pulgas' está absolutamente obsoleto. En algunos aspectos, sigue haciendo daño"

Dos años después (2002), para su sorpresa, dado que nadie le había avisado de ello, Cuatro comenzó a promocionar la segunda temporada de 'Malas pulgas'. Gracias a aquella reaparición televisiva volvió a ver la luz al final del túnel, de hecho, incluso volvió a reunirse con Paolo Vasile. Se puso sobre la mesa la posibilidad de hacer una tercera temporada, pero los malos resultados de las últimas entregas (2,8%) acabaron con su sueño.

Aun así, Mediaset España no ha dejado de rentabilizar durante esta década las dos temporadas grabadas de 'Malas pulgas'. Las diferentes cadenas del grupo llevan años reponiendo el programa, sin embargo, Capponi no recibe remuneración alguna por ello. Lo mismo sucede con otros míticos programas como 'Callejeros' u 'Ola-ola'. "En total, por las dos temporadas, me dieron 20.000 euros. ¡A mí me estafaron!", asegura completamente resignado.

La gente se quedó corta con 'Malas pulgas' porque a la gente le gusta ver esa magia, por eso triunfaron ese tipo de programas. Al final, solo fueron dos temporadas absurdas, que insisto a mí no me pagaron un puñetero duro, ni por la revista que sacaron ni por el DVD", cuenta en uno de sus vídeos. A mí me pagaron una auténtica miseria en bruto y ellos llevan ganando millones durante años. 'Malas pulgas' está absolutamente obsoleto. En algunos aspectos, el programa sigue haciendo daño".

Actualmente, Capponi es 'youtuber'. Cuenta con más de 11.000 suscriptores en su canal ('Borja Capponi Academy'); un espacio en el que ofrece comentarios, explicaciones y reflexiones de todo tipo. Por supuesto, no faltan las anécdotas de su paso por 'Malas pulgas'. Incluso se muestra crítico con algunos de los métodos que utilizó en el programa "Yo hice adiestramiento hace 27.000 años y ahora, al verlo, me da vergüenza ajena. El toque físico ya no lo hago. ¡Claro que no! Algunas cosas las hacía porque me lo pedían los de la tele, además. El adiestramiento en positivo rompe el instinto del animal y puede generar más ansiedad".

"Necesito que la gente sepa que esto no ha sido un camino de rosas", asegura Capponi, que solo espera "que algún día se reconozca mi trabajo como Dios manda".