20 años de 'OT' con su futuro en el aire: "Terminar la última edición fue algo heroico"

David Bustamante, David Bisbal, Chenoa, Rosa López, Gisela, Manu Tenorio... No lo sabían, pero, hace ahora casi 20 años, estos jóvenes y diez más estaban a punto de emprender la aventura que cambiaría el rumbo de sus vidas. El 22 de octubre de 2001, Televisión Española emitía la primera gala de 'Operación triunfo', un concurso de música pensado para elegir al representante de España en Eurovisión 2002.

En su charla con El Confi TV, sección de televisión de El Confidencial, Tinet Rubira no tiene reparos en reconocer que los primeros programas "no tuvieron repercusión alguna". Es más, los datos de audiencia le dan la razón al director general de Gestmusic, productora responsable del formato: las galas 0 y 1 no pasaron la barrera de los 3 millones de espectadores, una acogida fría para el 'prime time' de la época. Sin embargo, las tornas se invirtieron a partir de ese momento y el espacio presentado por Carlos Lozano se convirtió de la noche a la mañana "casi en una razón de Estado, en el centro de la conversación de todo", en palabras de Rubira.

"El nuevo presentador de 'OT' podría ser alguien que no haya hecho entretenimiento"

Una gira de conciertos que parecía no tener fin; firmas de discos que provocaban problemas de orden público por el fervor de los 'fans', marcas que se rifaban a los concursantes para hacer de ellos sus reclamos publicitarios y un país que volvió a ilusionarse con España en el Festival de la Canción. Cuesta precisar cuándo 'OT' traspasó la pantalla y se convirtió en el primer fenómeno televisivo y musical del siglo XXI en nuestro país.

Once ediciones y dos décadas después, periplo en Telecinco incluido, Gestmusic celebrará el próximo viernes 22 este aniversario con un 'streaming' con los participantes más destacados y sin TVE, la cadena que actualmente está en posesión del producto. Tinet expresa a este medio su deseo de que exista una duodécima tanda en 2022, aunque sea la cadena pública la que deba decidir si hay hueco para esta en su parrilla. Además, comenta que no tienen en mente aún a un conductor o conductora que recoja el testigo del carismático Roberto Leal, actual maestro de ceremonias de 'Pasapalabra'. Eso sí, deja caer que el perfil de presentador sobre el que trabajan puede ser sorprendente, el de un profesional que nunca haya sido visto haciendo entretenimiento.

PREGUNTA. ¿Te quedas con algún momento concreto de estos 20 años?

RESPUESTA. Nos ha pasado de todo. En la segunda edición se cayó parte del escenario y acabaron varios concursantes en el hospital. Aparte de la famosa imagen de Nika tumbada en una camilla y con collarín, me acuerdo de que estaba Chenoa de visita y acabó cantando en la gala. Sabíamos que, aunque alguien se hubiese lesionado, teníamos que dar una explicación tranquilizadora al espectador, porque todos estaban bien. Lo recuerdo más bien como que superamos ese susto inicial.

También me quedo con cuando Rosa fue a Eurovisión. Si quería presión... ¡Pues toma 20 millones de personas pendientes de ti! No dejaba de ser una persona muy novata. En aquel momento sufrí muchísimo. Guardo buen recuerdo, además, de la vuelta del formato en 2017. La dirección de RTVE, encabezada por Eladio Jareño, confió en poner al alcance de todo el mundo la producción del programa desde el móvil y a través de YouTube, que es lo que consumen los jóvenes. Cuando esto ocurrió, en televisión pasaba lo contrario. Las productoras querían reservarse contenidos y en Gestmusic rompimos con esa dinámica, aunque fuera arriesgado.

P. ¿Cuál fue el momento justo de la primera edición en el que supisteis que 'OT' se había convertido en un fenómeno social?

R. A partir de la tercera o la cuarta gala. Nosotros habíamos planteado un 'talent' con unas galas y una Academia seria y parecida a un centro educativo de verdad. Los primeros programas no tuvieron repercusión alguna, pero, a partir de ahí, la gente se enamoró del 'casting' y ese enamoramiento fue a muerte. De pronto, lo que había empezado como un programa más de música se convirtió casi en una razón de Estado. Era el centro de conversación de todo el país. Las marcas se volvían locas llamando, pidiendo comprar los derechos de los chicos para hacer productos. En las firmas de discos había problemas de orden público, una vez los concursantes tuvieron que salir por el tejado de un supermercado.

Fue algo que iba más allá de las quinceañeras, fue el público familiar en su máxima expresión. En las familias había concursantes para cada miembro. Las señoras encontraban guapo a Manu Tenorio, una belleza tipo Paul Newman. Natalia gustaba a las niñas. Chenoa era el prototipo de chica joven, pero con las ideas muy claras. David Bustamante era pura energía. Todos eran seres muy puros e inocentes.

"Sufrí mucho cuando Rosa fue a Eurovisión. No dejaba de ser una persona muy novata"

P. ¿Hay aspectos, en cuanto a la producción de 'OT', que hoy serían impensables, pero que en 'OT 1' se llevaban a cabo?

R. Las redes nos han dado mucha vida, mucha libertad. Tenemos un 'feedback' continuo. Ese enganche global que hubo con los concursantes de hace 20 años no hubiese existido con las redes de hoy, porque las redes polarizan. Si tú dices que uno canta mejor, te salen cincuenta diciéndote lo contrario y dispuestos a lanzarte piedras si te mantienes en ello. Por eso, quizá 'OT 1' fue distinto. Cada uno tenía sus favoritos, pero, en general, todos eran adorables. Ahora hay unas batallas de 'fans' muy grandes y parece que por gustarte uno tienes que meterte con el otro. Lo que nos ayudó ese año fue el encierro y que no hubiese redes. Al final, hacen que cambies tu forma de ser o de opinar porque sabes que te pueden insultar. Actualmente, los artistas son más prudentes porque no les interesa ninguna campaña en contra.

P. Muchos concursantes de la primera tanda dicen que no se imaginarían su edición si hubiesen existido las redes sociales...

R. En 2001 no había, gracias a Dios. En 2017 las tuvimos, pero supimos incorporar ese fervor a favor del formato. Desgastan mucho, eso sí, como artista o como persona. Antes, cuando salían, les entregábamos un listín con todos los SMS que enviaba la gente y se pasaban la noche en vela leyéndolos. Ahora, les damos las contraseñas de sus cuentas personales y se enfrentan a algo muy distinto. También es verdad que los jóvenes de hoy en día ya han nacido con las redes o han crecido en ellas.

P. Y, ahora, la pregunta del millón. ¿Cuándo vuelve 'Operación triunfo'?

R. Creemos que se puede hacer una próxima edición. Nos gustaría hacerla en 2022 y si TVE quiere, porque son ellos los que tienen el formato. Es solo un tema de que ellos encuentren que el programa encaja en su programación.

P. En su momento dijiste que, si a TVE no le encajaba 'OT' en su parrilla, podría ser interesante que lo comprase una plataforma como Netflix...

R. El formato está en la pública y, hasta que ellos digan que no lo quieren, estará ahí. En la televisión lineal, cada vez hay menos series, la gente las consume en plataformas. Sigue habiendo una importante parte de programación en directo y de entretenimiento, pero llegará un momento en el que las plataformas también apuesten por el entretenimiento en 'streaming' y aquí es donde entrarían grandes formatos como 'OT'.

El sentido de 'OT' es que el gran evento, la gala, sea en directo, y el público vote y opine. Grabar trece galas y colgarlas no tendría sentido. Por ejemplo, si 'OT' se hiciese en Estados Unidos o en Reino Unido, a lo mejor YouTube podría pagar la producción del espacio porque tendría la suficiente masa de audiencia y de anunciantes para sostenerse. No obstante, ese aún no es el caso de España.

"Si 'OT' se hiciese en EEUU o Reino Unido, igual podría emitirse en YouTube"

P. ¿Con qué sensaciones terminasteis la última edición, que estuvo marcada por la pandemia?

R. Estábamos preparados para que 'OT' fuese un fenómeno social, pero no para vivir una pandemia. Me acuerdo de los lloros de Nia y de su "para una cosa que me sale bien en la vida...". Ellos ya veían que la cosa iba a peor, ya que hicimos tres o cuatro galas sin público. Fue muy fuerte trabajar en pandemia, teníamos miedo de que el virus se metiese en la Academia. Por el bien de equipo tuvimos que parar la edición. Cuando la pudimos retomar, Roberto Leal se iba a presentar 'Pasapalabra', así que terminar ese programa fue heroico. Hay que agradecer que la gente nos siguiese acompañando.

Lo más duro fue lo de la gira. Lo bueno de 'OT' es que los concursantes recojan lo sembrado en los conciertos. Estos chicos no han vivido la experiencia de llegar un gran estadio, a pesar de que logramos hacer dos conciertos con muchas restricciones y en varios pases. Fue lo más parecido que ellos han vivido a cantar con sus 'colegas', esa experiencia colectiva.

P. Se ha pedido mucho que 'OT' tenga presentadora, como ya lo fue Pilar Rubio en 2011...

R. Cuando llegue el momento tendremos que buscar la mejor opción. De la misma manera que se apostó hace cuatro años por Roberto, tenemos que buscar a una persona que, a lo mejor, no esté jugando en las grandes ligas, pero, que si le dan la oportunidad, puede hacerlo bien. La persona que conducirá la próxima edición no lo sabe ni ella, ni yo tampoco. Ese presentador o presentadora se puede estar formando y le llegará el proyecto. Con Roberto nunca fue una apuesta a ciegas, yo tenía plena confianza en él. Tenía grandes potenciales y el tiempo me ha dado la razón. Se trata de repetir esa búsqueda y, si es chica, pues mucho mejor.

P. Entonces, ¿puede ser un presentador o presentadora con cierto recorrido, pero que no esté muy consolidado?

R. O alguien que haya hecho televisión, pero que no haya hecho entretenimiento. Está el caso de Máximo Huerta, que empezó en informativos y ahora está en À Punt, haciendo entretenimiento. Mercedes Milá, en su momento, era una reportera deportiva y cuando entró en 'Gran hermano', aunque se la conocía por sus programas de entrevistas, ha sido la gran prescriptora de 'GH' luego. No te engaño, no tengo ningún nombre en mente. Roberto Leal, Jesús Vázquez, Pilar Rubio y Carlos Lozano han dejado el listón alto, luego han tenido una trayectoria muy brillante. 'OT' es una oportunidad que te sitúa muy arriba.