'Supervivientes': los 3 afilados 'guantazos' de Alexia a Olga que tumban su abuso de la pena

Olga Moreno ha exprimido al máximo su historia en 'Supervivientes 2021' llevando hasta la mismísima gran final un vídeo llorando y sacando las uñas por Antonio David Flores. Una explotación del monotema que ha empañado Alexia Rivas con tres afilados 'zascas' que han puesto el plató en pie.

No ha fallado. La malagueña ha regresado de Honduras a España de la misma manera que empezó el concurso: llorando las penas por su marido y lanzando 'pullas' a Rocío Carrasco. El programa ha emitido uno de los últimos vídeos de la concursante penando por no haber podido desahogarse durante estos tres meses de aventura, a pesar de protagonizar durante las 15 semanas algún que otro total a lágrima viva con su marido y sus hijastros como tema principal.

"Otras personas lloraban en silencio cuando ellos hablaban"

Ahora se ha explayado con más bravura. Repitiendo la estrategia de soltar el llanto en primerísimo primer plano de cámara, Olga Moreno ha lamentado no haber podido hablar nunca, ni ella ni Antonio David Flores, de sus enfrentamientos con la madre de David y Rocío Flores.

Un descarado abuso de la pena y el dolor ante los telespectadores de Telecinco que ha tirado por tierra Alexia Rivas con tres sonados 'guantazos' sin manos desde el plató de 'Supervivientes'. "Me ha sorprendido que Olga haya dicho que ellos no pueden hablar cuando llevan 20 años hablando en televisión", soltó como primer revés mientras el plató se caía de aplausos.

Y va el segundo, al respecto de las incontables portadas de revistas y platós de televisión por los que el matrimonio Flores-Moreno se han paseado en dos décadas aprovechándose del silencio de Rociito: "Entiendo que ahora pueda llorar o le pueda doler, pero otras personas lloraban en silencio cuando ellos hablaban".

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Á. Roldán

El 'zarpazo' final ha terminado de romper a todo el público presente en aplausos, precisamente por insistir en lo evidente, en que tanto Olga como el ex guardia civil no han dejado descansar la garganta hablando (y mal) de la madre de sus hijos (e hijastros): "Si en 20 años no les ha dado tiempo, ni a su marido ni a ella, a decir todo lo que querían decir no sé si es que necesitan cuatro vidas".