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Andreu Buenafuente: "Duermo mejor desde que vendí El Terrat, mi productora"
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Andreu Buenafuente: "Duermo mejor desde que vendí El Terrat, mi productora"

El profesional de la comunicación y el entretenimiento hace un repaso de su trayectoria en 'Los primeros 30', una serie documental disponible en Filmin

Foto: Andreu Buenafuente. (El Terrat)
Andreu Buenafuente. (El Terrat)

El pasado martes 27 de abril Filmin estrenó los dos primeros episodios de 'Los primeros 30', la serie documental que repasa la trayectoria profesional de Andreu Buenafuente. Durante las próximas tres semanas (hay un total de cinco capítulos que se podrán ver los jueves 6, 13 y 20 de mayo respectivamente) los espectadores podrán disfrutar de la charla del catalán con su buen amigo Frankie De Leonardis, cineasta, guionista, director de publicidad, ilustrador y director de animación.

Buenafuente, que lidera desde hace años 'Late motiv', en #0 de Movistar+, hace repaso de su carrera y su vida profesional y personal desde sus inicios en Radio Popular Reus, a principios de los 80, hasta la actualidad, tomando como hilo conductor la trayectoria de El Terrat (ahora propiedad de The Mediapro Studio), una de las productoras audiovisuales más importantes de nuestro país.

placeholder Buenafuente y Frankie De Leonardis. (El Terrat)
Buenafuente y Frankie De Leonardis. (El Terrat)

EL CONFI TV, la sección de televisión de El Confidencial, ha tenido la ocasión de charlar con él sobre este inesperado proyecto con el que celebra los 30 años en la profesión, encontrándose actualmente, y según sus palabras, en el mejor año de su historia (en este momento destacan los proyectos 'La resistencia' o la serie 'Maricón perdido' que llega a TNT el 18 de junio). Andreu se muestra una vez más cercano, relajado, contento y participativo.

PREGUNTA. ¿De dónde nace la necesidad de hacer este documental?

RESPUESTA. Esta necesidad, como todo en mi carrera, me la creo yo, nadie me lo pide. Es esto de las cifras redondas que no se sabe muy bien por qué, pero te da como para pensar. Dijimos que la celebración iba a ser muy limitada porque los 30 años nos pilla trabajando más que nunca y esa es la buena noticia, es la verdadera celebración, pero al final hemos hecho una función de teatro, que está ahora mismo en La Latina, y esta charla.

La conversación la he hecho con las ganas de hablar con un muy buen amigo y sin saber para qué sería. Me encantan esos proyectos en los que no hay una proyección clara y dije 'lo hacemos y ya veremos'. Y con esta actitud nos ponemos a repasar la historia, confiando en el poder de la palabra, sin imágenes... Ha sido un charlar, charlar, charlar... un poco la cultura 'podcast'. Afronté este proyecto sabiendo que me quedaría en la superficie porque aunque parezca increíble me tiro tres horas hablando, 30 años dan para mucho.

"Siempre cuentan en casa que yo llegaba del cole, dejaba la mochila y me ponía a ver la tele"

P. ¿Qué va a descubrir el espectador que se asome?

R. El otro lado del espejo. Si la tele es ese cristal en el que tú te sientas y te entretiene y divierte, saber el qué pasa detrás. Como muchas de las cosas que hago, es casi una declaración de amor a la profesión. Al final, va todo el rato de lo mismo, de respeto, de agradecimiento a la profesión. Todo esto que usted ha visto, yo ahora le cuento cómo lo he vivido, de dónde nace, con quién he estado... para recordar que esto es una manera de trabajar y de vivir.

Alguien me decía que es para fans, bueno, pues a lo mejor sí... también me han dicho que lo iban a poner en unas clases de universidad para estudiantes. Tampoco contaba con eso. No tiene una aspiración 'mainstream' de 'vamos a petarlo con esto', sino de que quede constancia y vamos a ver a quién le puede interesar.

placeholder Buenafuente en sus inicios. (TV3)
Buenafuente en sus inicios. (TV3)

P. ¿Qué es lo que realmente te gustaba y por qué te embarcaste en el mundo de la pequeña pantalla?

R. Buena pregunta, casi es de terapia, ¿eh? A mí me interesaba la televisión. Yo era un niño de tele. Siempre cuentan en casa que yo llegaba del cole, dejaba la mochila hasta el día siguiente, para desesperación de mi familia, y me ponía a ver la tele. Entonces a mí me subyugaba, las imágenes, los 70, los 80, todo... y empiezo a flipar.

Nunca pensé que daría el salto porque lo que hice fue radio, que me gustó y estuve muchos años ahí, y luego probé la tele como un 'bueno, vamos a ver'. Pero el primer impulso que a mí me atrapa es ver televisión y escuchar en mi casa "apaga ya la tele" Lo que ahora es tan común en aquella época no lo era tanto, pero yo ya estaba en eso.

P. ¿Quizá ahora descubran tu parte menos explotada de empresario?

R. Puede ser, de empresario involuntario como siempre me etiqueto. Yo lo que quería en mis inicios era hacer un programa, y para hacerlo me dijeron que yo fichara a la gente y cuando hubo gente, gente con talento, salieron más programas... Se ve todo eso, pero también la peripecia del artista, que puede ser que genere curiosidad. A mí me interesa mucho porque soy un gran lector de biografías, de cómo hicieron esto y lo otro, y quizá por ahí me he puesto en esta tesitura de 'venga, voy a contar cómo lo hice'. Hay de empresario, pero hay más cosas. Hay un chaval de pueblo, de ciudad pequeña, que se va a la capital a probar su movida.

"Preferí salir al mercado después de muchos problemas económicos derivados de la crisis"

P. Uno de tus grandes giros en esta faceta fue la venta de tu productora, ¿cómo lo recuerdas ahora que ha pasado algo de tiempo?

R. Fue algo que busqué yo. Preferí salir al mercado después de muchos problemas económicos derivados de la crisis, como le ocurrió a mucha gente en España, de remar con el barquito solo, de ver cómo nuestro sueño podía estar en peligro porque otro vendaval nos podía llevar por delante. Por el propio amor al oficio y a lo mío dije "¿para qué volver a sufrir?".

Salgo a mercado y digo "a ver, ¿a alguien le interesa esto?". Y llego a un acuerdo por el cual soluciono mis problemas económicos y me permite seguir trabajando. Estoy encantado con que esto sucediera, sigo trabajando y, de hecho, de verdad te lo digo, estamos en uno de los mejores años de la historia de El Terrat. Toco madera, toco madera, por favor [risas], que todavía no ha acabado. Pero sería una buena prueba de que si vas con socios que te respeten y te dejan hacer... uno sigue motivado. La pregunta principal fue "¿podemos seguir siendo nosotros?", cuando nos dijeron que sí tiramos para adelante. Te aseguro que ahora duermo mejor por las noches.

P. ¿Te sigues sintiendo igual de libre?

R. Sí, de verdad. Si no fuera así quizá no te lo diría [risas], pero sí. Insisto en el respeto. Hago todo esto ya con 56 años, 30 de trayectoria... no creo que me hayan fichado en un gran grupo para ver qué pasaba ahora conmigo. Yo ya vengo con todas las credenciales más que vistas. Al contrario, quieren que yo, y así me comprometí, diera lo mejor de mí. Les he dicho a mis nuevos jefes "me pilláis en mi mejor momento. A mí la cabeza me va a mil y si me dais tranquilidad os aseguro... no sé qué va a pasar porque en la tele nunca sabes lo que funcionará o no, pero os voy a dar un chorreo de ideas con mis equipos que no veas". Y es verdad porque estoy en un momento de madurez, esto es lo que quieren y por eso estoy aquí.

placeholder Buenafuente en 'Los primeros 30'. (El Terrat)
Buenafuente en 'Los primeros 30'. (El Terrat)

P. ¿Te ha aportado también tranquilidad y la opción de trabajar de forma más relajada?

R. Sí, aunque, y no me tomes esto como una falsa modestia, siempre he tenido la facilidad de, en los momentos más crudos, seguir creando. Es como una bipolaridad. Yo veía el entorno hostil y decía 'hostia, qué mal está el asunto, pero y ¿por qué no hacemos esta tontería?", y me decían que estaba zumbado. Me encanta ser así y lo he cultivado mucho. Pero ahora que ya no hay un señor triste con un violín detrás de mí, todavía pienso más tonterías, que es la base de mi negocio. Por suerte el entorno nunca ha podido con el motor que tengo siempre en marcha, algo que también explica estos 30 años.

P. La política es directamente un entorno complejo e incluso agresivo, pero siempre te lanzas públicamente a ella sin temor, ¿por qué?

R. Porque forma parte de la vida y nosotros, los 'late', damos una nota humorística de la vida. Ahora la política está rabiosa, ahí metida en primer plano, caliente, incendiada, luego baja, luego desaparece, luego sube... y a mí me gusta situarla en equilibrio con otros planos y hay que hablar de esta sociedad, hay que hablar de la pandemia, hay que hablar de muchas cosas, no rehuirlo. Pero siempre desde la comedia. Y desde nuestra comedia, porque hay tantas comedias como cómicos, cuidado que no quiero apropiarme de la comedia. También te digo que no lo hago para colaborar con el odio y el fango, es algo que tengo muy claro casi como ciudadano.

Y aprovecho este momento para reivindicar al equipo de guion de mis programas, porque a ver si se va a pensar la gente que yo lo hago todo. Hay un equipazo detrás que cada día intenta hacer esa crónica lo mejor posible.

"La crítica con bilis me duele porque yo soy muy refractario a la violencia verbal, al odio..."

P. ¿Lo has llegado a pasar realmente mal por las críticas?

R. Claro, y quien diga que no, miente. Tenemos un trabajo expuesto y siempre estamos pendiente de cómo se recibe. Me afecta la crítica que lleva como bilis, predisposición de 'no me vas a gustar nunca hagas lo que hagas' o 'yo estoy en un plano mental en el cual tú no encajas y te voy a dar cera'. Esto me duele porque soy muy refractario a la violencia verbal, al odio... en mi vida privada nunca me verás pelearme, yo no grito, cuando me enfado, me callo. Estoy en un oficio en el que cualquiera te suelta lo que quiere, sobre todo en estos tiempos actuales de bronca y de redes sociales, en la que se ha destapado un poco la caja más insensata de los truenos.

Pero luego te quedas con que no le puedes gustar a todo el mundo y con las cosas buenas. Mira, acabo de recordar una vez que un tipo muy faltón e invasivo me dijo en un aeropuerto "oye tío, una foto, tal...". Y le digo, "perdona, que ahora no puedo que voy justo de tiempo", muy educado yo, algo que siempre intento. Y me suelta "no te voy a ver más". Y le respondí "¿sabes qué pasa?, que yo no trabajo para ti". Esto es muy duro porque está el paradigma ese de que los que trabajamos en la tele somos como para todos, pero llega ya un punto en el que hay gente para la que ya no te apetece trabajar.

P. ¿Te sobrepones entonces a estas situaciones a base de energía positiva?

R. Pues sí. Soy bastante optimista e incluso ahora, que está la cosa como podemos comprobar, peor que nunca. Digamos que la vida está poniendo a prueba mi optimismo. Yo busco territorios luminosos, de disfrute, que me conecten con lo que siempre he sido, estoy en esto para disfrutar porque me gusta. Es un regalazo estar tantos años viviendo, viviendo bien, de esto. Entonces lo oscuro lo intento evitar y no quiero que se meta en mi cabeza.

Pero es una lucha desigual porque hay días que dices "hoy estoy jodido", pero automáticamente sale un motorcito de mi interior que dice "venga, me cojo a la gente buena, divertida". En mi equipo hay una norma, que es que aquí venimos a pasarlo bien, no se grita, no se pegan broncas, no se descalifica... son entornos que yo me he creado a medida para estar bien y es algo que siempre busco.

P. ¿Crees tener la idea de lo que la gente piensa de ti realmente, lo que les transmites?

R. Eso es muy difícil de saber, casi nunca lo sabes. Tengo pistas, me dan pistas y a lo mejor es interesado lo que te voy a decir, pero yo me quedo con ello. Lo que noto es respeto, más allá de que pueda gustar más o menos a alguien. Por ejemplo, en Cataluña, donde hice el primer tramo de mi carrera, siento algo parecido al cariño, al agradecimiento. Ese vínculo que vamos creando los que hacemos televisión ininterrumpidamente, entretenimiento sobre todo, es realmente muy bonito.

Yo soy un tío muy agradecido y cuando me dicen gracias, les abrazaría. Tengo en mi camerino un papelito muy bonito de hace tres o cuatro años de cuando un día estaba en un restaurante y el camarero me dice "unos señores que se han ido le han dejado esto" Me dio pena no poder saludarlos, pero al leer el papelito ponía 'gracias por alegrarnos en los momentos más difíciles'. Y dije "hostia tío, esto casi que justifica todo". Lo tengo ahí con celo para recordar el vínculo, que al final es precioso.

P. ¿Has pensado alguna vez en tirar la toalla?

R. No tirarla, pero plantearme cosas, sobre todo en pandemia. En la época más dura del programa desde casa, lo más oscuro de la cruda pandemia, había días en los que decía "joder macho, mira que eres optimista, pero esto te está ya pasando factura". Recuerdo estar comiendo en casa, tener que enchufar el ordenador y hacer un programa. Costaba mucho, pero claro, le costaba a todo el mundo. Al final me decía que era un privilegiado que estaba en casa y seguía trabajando.

Buenafuente y la televisión

Desde sus inicios a finales de los 80, El Terrat ha producido cerca de 300 programas, series y montajes de teatro..., de tanto éxito como “Sense Títol”, "Plats Bruts", "Malalts de tele", "Homo Zapping", "Salvados", “Buenafuente”, “Mira lo que has hecho”, “Late Motiv”, "La Resistencia", entre otros, así como todos los late-night presentados en diversas cadenas por Andreu Buenafuente. Con 12 Premios Ondas, Buenafuente es uno de los grandes impulsores y referentes del late-night en España. El Terrat ha producido, dirigido y presentado 6 galas de los Premios Goya y ha conseguido colocar a uno de sus artistas en Eurovisión, entre otros de los hitos de la productora.

El pasado martes 27 de abril Filmin estrenó los dos primeros episodios de 'Los primeros 30', la serie documental que repasa la trayectoria profesional de Andreu Buenafuente. Durante las próximas tres semanas (hay un total de cinco capítulos que se podrán ver los jueves 6, 13 y 20 de mayo respectivamente) los espectadores podrán disfrutar de la charla del catalán con su buen amigo Frankie De Leonardis, cineasta, guionista, director de publicidad, ilustrador y director de animación.

Andreu Buenafuente
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