Karlos Arguiñano carga contra los políticos por las restricciones: "Somos el hazmerreír"

Entre chiste y chiste, Karlos Arguiñano tiene también tiempo para comentar la actualidad de España en su espacio 'Cocina abierta' de Antena 3. Este viernes 19 de marzo ha aprovechado para dar un duro palo a los políticos, cuyas medidas para frenar la expansión del coronavirus parecen carecer de sentido. Mientras existen importantes restricciones de movilidad entre provincias, los turistas, sobre todo procedentes de Francia, acceden a España para divertirse y huir del confinamiento de su país.

La queja del cocinero vasco frente a los espectadores de Atresmedia ha ido en este sentido: "¿Nos tienen locos, verdad? Hay una cosa que no entiendo. Yo, por ejemplo, guipuzcoano, no puedo ir a La Rioja, que está aquí al lado. Sin embargo, los franceses sí, porque entran por Barajas".

Arguiñano, sobre los políticos: "Son insufribles, estamos hasta el moño"

"¿Eso cómo es? ¿Me lo podéis explicar? Que nosotros no podamos ir a saludar a nuestros mayores con todos los cuidados y que los franceses vengan, se mamen como osos, porque es lo que están mostrando en la televisión. Todo juerga", ha dicho, sin perder su habitual tono afable, pero muy contundente a la vez.

Arguiñano ha hecho referencia en concreto a los turistas que se emborrachan en las calles de Madrid, no usan la mascarilla y muestran un comportamiento bochornoso ante los medios de comunicación: "Con la mascarilla aquí, en el cuello. Enseñando el culo. ¿Tiene que venir aquí Macron? Vamos a controlar un poquito el país".

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N. Costas

Así, Karlos ha arremetido con fuerza contra los responsables de esta clase de incongruencias, ahora que venimos de dos semanas frenéticas en lo político: "Bastante tienen los políticos con sus rollos, que son insufribles. Estamos hasta el moño de los políticos, hasta el moño porque se comportan todos como unos 'moñosos'. Qué 'gorileros'. Qué ganas de estar sentados en un sillón tienen. Es que mientras discuten no están gobernando".

Por último, Karlos Arguiñano ha opinado que la gran consecuencia de estos vaivenes la viven, principalmente, los ciudadanos: "Cien políticos buenos bastarían para ser un país líder, pero no. Somos el hazmerreír de Europa".