Anabel Pantoja brota en 'Sálvame' tras una brutal bronca con Kiko: "Se acabó el 'bullying"

Anabel Pantoja ha explotado como nunca en 'Sálvame'. La colaboradora lleva meses en el punto de mira del programa y de sus compañeros por su papel en la guerra familiar abierta entre su tía, Isabel Pantoja, y su primo, Kiko Rivera. Una brecha que se ha ido acrecentando cada día más, con nuevas informaciones que la dejaban contra las cuerdas, como los conflictos en torno a su línea de joyas con Belén Esteban y Miguel Frigenti.

Los tertulianos analizaron en la tarde del miércoles, 3 de febrero, la actitud de la joven, que no pudo contener las lágrimas tras escuchar como la consideraban vaga o poco profesional por no dar el callo en otros asuntos. Aunque muchos de ellos valoraban muy positivamente algunas de sus cualidades como colaboradora, ella se quedaba solo con lo malo y abandonaba el plató llorando.

"Lo que estáis consiguiendo es que os tenga asco. Estoy harta de que se me vapulee"

Carlota Corredera acudía en su búsqueda, y Anabel se rompía. Pantoja exponía sus malos momentos, cansada de ser el blanco de todas las críticas. La 'influencer' brotaba como pocas veces a cámara, instante que concluía cuando Kiko Matamoros irrumpía aplaudiendo en tono de mofa. Ella reaccionaba muy mal, marchándose al baño, quitándose el micrófono y anunciando su abandono definitivo del programa.

"No aguanto más todo esto, está todo el día criticándome y hablando mal de la relación que tengo con mi padre. Me preguntaba cuántas veces he ido a ver a mi padre en la cárcel, y eso es un golpe muy bajo. Tenía cinco años cuando mi padre fue a la cárcel. Cinco años. Si él me llama sucia por decir que no se habla con su hija, los dos somos sucios", reconocía la joven entre lágrimas.

Sobre si es vaga o si sus jefes son más permisivos con ella, Anabel también tenía réplica: "Me han dado toques de atención hasta el punto de que yo trabajaba un número de veces a la semana y me las han bajado. Que no se me diga que yo no trabajo o que yo no soy responsable, porque todo lo que tengo si no lo fuera no lo tendría. Le tengo que dar muchas gracias a mi tía por el apellido Pantoja, y a 'Sálvame', pero sobre todo a mi madre, que es quien me da los mejores consejos. Yo he tenido cabeza y tengo muchas cosas porque he sabido administrarme".

"Le dices al de los aplausos, que le vaya a tocar las palmas a su novia. Ya está bien. Pensaba que era una broma, pero te juro que me voy para Canarias. Lo que estáis consiguiendo es que os tenga asco. Asco de este ambiente, de estos temas. Estoy harta de que se me vapulee cada semana, que si por las joyas, por vaga, por mi familia... ¿Lo próximo va a ser decirme que tengo problemas psicológicos? Quedarse con vuestro programa, que es maravilloso y os ven cuatro millones de personas, pero yo me voy", afirmaba con rotundidad mientras recogía sus cosas.

"Se acabó, se terminó su acoso y derribo, bullying... no para, no para. El aplauso se lo das a tu novia", repetía una y otra vez encarándose con Matamoros, instante en el que Corredera intervenía para frenar sus acusaciones: "No utilicemos la palabra bullying, que es muy fea".

"¡Quiero dejar 'Sálvame' y ser la vaga de España!", gritaba a los cuatro vientos Anabel, con Kiko tratando de relajar el ambiente para impedir su abandono definitivo: "Te pido disculpas por lo de la cárcel, porque desconocía la edad que tenías". Pantoja aceptaba sus disculpas, pero no reculaba en su deseo de irse. "Es que ya está bien con el tema de la irresponsabilidad, que yo me preocupo por cuando puedo venir para organizarme todo, que yo tengo muchas más cosas. Yo no debo dinero a nadie, ni a Hacienda, porque he sabido hacer las cosas bien. Tengo mi vida hecha en Canarias y no me compensa venir para que me estén crucificando por mala hija, mala sobrina o mala trabajadora".

Pese a todo, la sangre no llegaba finalmente al río, con el equipo del magacín tomando nota de sus reclamaciones. Anabel, ya más calmada, enterraba junto a Kiko el hacha de guerra. Se queda en 'Sálvame', al menos por ahora.