Una mítica expresentadora de TV, en las colas del hambre por la crisis del coronavirus

'Cuatro al día' contó este martes con el testimonio de una famosa expresentadora de televisión arruinada por la crisis del coronavirus. Se trata de "una mujer culta, que ha vivido una vida de comodidades" y que ahora se ha visto obligada a tener que recurrir a las 'colas del hambre', "esos lugares en donde la gente que no tiene ningún tipo de recurso va a conseguir lo más necesario para poder llevarse algo a la boca".

Según comentó Joaquín Prat, "cada vez hay más gente en riesgo de pobreza extrema y más población vulnerable". Y es que la crisis por el coronavirus está afectando a todo el mundo. "Uno puede haber tenido una vida cómoda, de clase media o media-alta, y verse en las llamadas colas del hambre".

"Me quité la vergüenza porque con ella no comía, pero la dignidad la tengo alta"

La presentadora, "mítica", según el programa, no quiso mostrar su rostro, aunque fueron muchos los detalles que sí desveló durante su charla en 'Cuatro al día' y en el programa 'Buenos días, Madrid' (Telemadrid). María (nombre ficticio) tiene 55 años y está totalmente en la ruina después de quedarse viuda y no recibir ningún tipo de prestación. Perdió a su marido, enfermo de Parkinson, hace siete meses y no le han concedido la pensión de viudedad porque su esposo no había cotizado lo suficiente.

Atrás quedaron los tiempos en los que presentaba un conocido programa musical en televisión o cuando ganó el concurso de la cara más bonita en Estados Unidos en los años 80.

"Yo me he dedicado toda mi vida a trabajar, y ahora que estoy sin trabajo", contó a Joaquín. "He sido compañera vuestra (ha trabajado en TV), he sido modelo, he tenido mi propia agencia de dirección de casting, he sido azafata, he sido intérprete, he sido mentora... y ahora me veo en esta situación. Como no he cotizado el mínimo de años que me piden me veo con una mano delante y otra detrás", sin prestación alguna. La situación se fue haciendo poco a poco más extrema, lo que la llevó a ir desprendiéndose también de las pertenencias que tenía para subsistir durante los últimos años.

"Creo que es mucho mejor pedir que robar, como se suele decir. Gente como yo tiene que salir adelante como sea". Según María, "nos puede pasar a todos, nos puede afectar así la pandemia, porque efectivamente nadie puede saber cómo le afectará. Ahora me encuentro en esta circunstancia y tengo que acudir a los comedores sociales".

"No tengo hijos ni padres que me puedan ayudar", le desveló a Joaquín Prat. De modo que, "ahora vivo en casa de una vecina que me ha puesto un colchón en el suelo".

Antes de terminar la entrevista, el programa la puso en contacto con una empresaria que quiso ofrecerle un puesto de trabajo. "Estaba escuchando su historia y me estaba revolviendo por dentro". María agradeció el gesto de "generosidad" de la empresaria, sin poder contener las lágrimas.