Raquel Meroño, ante la polémica, lo mejor y lo peor de 'MasterChef': "Estuve horas llorando tras aquella prueba"

Con la misma sonrisa con la que ha acompañado a los espectadores a lo largo de los últimos tres meses en 'MasterChef Celebrity' nos recibe Raquel Meroño, radiante ante el triunfo del trabajo, del esfuerzo y de la dedicación. Alejada de las pantallas durante los últimos años, la llamada del 'talent show' de TVE la cogió completamente por sorpresa, ya que ella había realizado el 'casting' para la tercera edición con famosos, pero se lanzó a la piscina sin pensárselo dos veces: era su gran oportunidad para volver al ruedo por la puerta grande.

"Yo sabía que, si conseguía llegar lejos, esto me iba a dar una visibilidad impresionante, además porque 'MasterChef' es un programa que reúne a toda la familia en la cadena pública, un público muy general y amplio que pone el foco en ti. Era una oportunidad muy grande", valora Meroño que, sin embargo, se tomó el programa partido a partido, como si de la filosofía del Cholo Simeone se tratase: "Iba paso a paso, sacando cada plato de la mejor forma posible para que no me echaran".

Meroño: "No hay forma de llegar a la final si no trabajas muchísimo fuera del programa"

Porque 'MasterChef Celebrity' para ella ha sido una carrera de fondo de la que, en última instancia, ha salido victoriosa gracias a su tesón, sus ganas y su capacidad de sacrificio: "Yo no me metí en el programa pensando que iba a ganar, ha sido todo cuestión de ir poniéndome metas a corto plazo que he ido superando. La primera meta era que no me echaran en la primera expulsión, sobre todo por mis hijas, porque les hacía mucha ilusión verme ahí; y después, a partir del cuarto programa, en el que lo pasé muy mal, me planteé más disfrutar del camino, del tiempo que estuviera allí. Desde ahí empezaron a pasarme cosas muy guays, los jueces me elegían como la mejor en algunos cocinados o mis compañeros me escogían de las primeras en exteriores, ahí ya empecé a decir: 'Guau, puedes durar más de lo que pensabas, toca currar mucho más".

Y así lo hizo, dejándose la piel día y noche: "He currado muchísimo en 'MasterChef', todo el tiempo, incluso antes de empezar. El día que me dijeron que estaba dentro empecé a hacer las clases 'online' del programa y luego a mendigar que me dejaran meterme en todas la cocinas que pudiese. Estuve haciendo los menús solidarios de Mario Sandoval para las familias necesitadas, ahí empecé a hacer mis primeros pucheros y potajes. Desde ahí fui probando en diferentes restaurantes, en todos los que me abrían sus puertas, a los que se lo agradezco en el alma".

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"Una vez empezado el concurso hay expertos culinarios que una vez a la semana nos dan una clase, unos apuntes, y si quieres aprenderlo tienes que practicarlo en casa, estudiarlo. No hay forma de llegar a la final si no trabajas muchísimo fuera del programa y, sobre todo, estudiar mucho porque hay pruebas, como la de la tarta de 10 pisos, que se basan en clases que han dado a lo largo de toda la edición y que, si no practicas, no te acuerdas", recalca Raquel Meroño, cuya entrega fue tal que incluso reconoce haber estudiado el propio programa para conocerlo bien y saber a qué se enfrentaba en cada reto: "Normalmente la gente se pone una serie en Netflix para irse a dormir, yo me ponía las ediciones del programa para estudiármelo muy bien, tanto los platos como el funcionamiento del mismo".

"Una semana de grabación es un programa", prosigue explicando la ganadora: "El lunes se graba la primera prueba, el martes se descansa, el miércoles nos vamos a un exterior y volvemos por la noche, el jueves es de descanso y el viernes llega la prueba de eliminación. El resto de días tienes que estar a piñón, tanto el fin de semana como entre grabaciones. Siempre tienes que estar trabajando muchísimo".

Esta dedicación está ligada a un gran trabajo en magníficos restaurantes de renombre, una "ayuda" que muchos espectadores han criticado en el pasado y que Meroño considera que debiera incluso valorarse: "Todos los concursantes tiran de restaurantes para aprender más cosas. Ainhoa estaba con Mario Sandoval, Josie con Isabel Maestre... Me parece que forma parte del premio y de la final, el poder decir he llegado aquí y tengo la capacidad, por estar en la final, de llegar a un chef tan importante y pedirle una ayuda para hacer brillar la final. Es parte de la magia del programa, parte del premio incluso".

Meroño, sobre la final: "Fue el día del cocinado más sereno, era una coreografía"

Hablando precisamente sobre la final, esta fue una de las mejores noches para la actriz: "Fue el día del cocinado más sereno que he hecho en todo el programa, era una coreografía que sabía perfectamente lo que tenía que hacer, además sintiendo a todos mis compañeros y a mi familia ahí al lado. También es verdad que en ese punto ya tienes un nivel de confianza muy grande en ti mismo. Ese fue el único día que me levanté pletórica por la mañana". Y no era para menos, llevaba el menú tan mascado que el resultado fue sobresaliente: "El sábado y el domingo previos hice ese menú muchas veces. El primer día hice los platos sueltos y luego ya el domingo el menú varias veces para empezar a hilarlos, como dos o tres veces el menú completo antes de la final", desvela Raquel.

Lo mejor y lo peor de 'MasterChef'

Raquel Meroño se confiesa fiel seguidora de 'MasterChef', mucho antes incluso de participar. "Me gustaba mucho el formato, y no me ha decepcionado en absoluto el hecho de haberle visto las tripas, todo lo contrario. Es prácticamente lo que se ve en pantalla, salvo que todo es mucho más grande y en mucho más tiempo, no tan condensado", explica la ganadora, quien confiesa tener una espinita con esta edición: "Soy mucho de pasar tiempo con el equipo técnico, y la pandemia me ha fastidiado mucho eso, el contacto con ellos. Hemos tenido que estar muy alejados, con mascarillas... No sabes al final con quién estás trabajando casi".

Haciendo un balance de todo lo que ha dado de sí esta experiencia, el resultado es muy positivo: "Lo mejor de todo ha sido la diversión que ofrece el programa en todo momento, esa sensación de estar vivo, las ganas y la ilusión que te empapan desde el principio. Eso y, por supuesto, a mis compañeros, entre los cuales sé que me llevo a gente para toda la vida".

En el polo opuesto, lo peor de 'MasterChef' para Raquel han sido "la pelea contra el reloj y el agotamiento de la dedicación que requiere el formato". Y más concretamente, el día que Meroño ha querido borrar de su mente: "Con diferencia, lo peor, y ya hasta lo había olvidado, fue la prueba de exteriores con la doble capitanía. Estaba todo el rato pensando en que no me podía derrumbar. Quería hacerlo tan bien y aceptar todas las críticas que no podía permitirme derrumbarme. En cuanto paró la grabación estuve llorando horas. Llegué al aeropuerto llorando y encima había retraso, así que yo estuve dando vueltas por todo el aeropuerto llorando, como una loca. Fue mucha presión la de ese día, tanto de los compañeros como del jurado. Yo sé que esa prueba es así, pero cuando la vives en tus propias carnes... tela, se te atraganta un poco. Si ya por televisión se ve tensa, imagínate allí que es todo muchísimo más largo".

"Es cierto que Flo, de tantos personajes, tiene uno que ha herido la sensibilidad de la gente y hay que aceptarlo"

Hablando de los peores momentos es inevitable entrar en la gran polémica de la edición, la parodia de Florentino Fernández tachada de homófoba: "Me he enterado muy tarde de la polémica de Flo, no sabía lo que había pasado hasta hace bien poco. Me pareció una locura que alguien pensase que Flo fuese un hombre homófobo, no tiene sentido. A lo mejor es cierto que, de tantos personajes, tiene uno que ha herido la sensibilidad de alguna gente y eso hay que aceptarlo. Pero creo que él mismo ha dado las explicaciones que tenía que dar y ha pedido perdón, porque no hay persona más bonachona que él".

"Florentino es un genio y muy buena gente. Creo que hay un montón de gente que ha entendido que Flo es un grandísimo cómico que lo que pretende es hacer siempre reír, incluso por encima de su propia seguridad física, la cual ha puesto en riesgo muchas veces en el programa con sus bromas. Está totalmente entregado a la comedia, es un ser de luz", sentencia la actriz, que también quiere poner en valor el lado más humano de Fernández, con quien ha congeniado muy bien durante estos meses.

Con todo ello, Raquel Meroño no duda ni en segundo cuando es preguntada por si repetiría esta experiencia: "De cabeza. Ha sido una de las experiencias más increíbles de mi vida, no se me va a olvidar nunca todo lo que he vivido en aquí". Y ahora, a comerse el mundo: "Mis hijas son ya adolescentes, así que ya estoy preparada para lo que se me exija. Después de haber hecho 'MasterChef', que es prácticamente 24 horas al día, siete días a la semana, hacer una serie diaria me parece un paseo por las nubes. Estoy preparada e ilusionada para encarar nuevos proyectos y ya tengo algunos sobre la mesa que espero poder compartir pronto con todo el mundo".