'La resistencia' o cómo guionizar el caos de Broncano: "Lo revienta todo en cuestión de segundos"

"Yo tenía un compañero que defendía mucho sus chistes y lo acabaron echando a la calle porque a nadie le gusta discutir. Un jefe quiere que se lo pongas fácil, cuando te dice que un chiste no le gusta quiere que tengas otro, y otro, y otro". Con esta reflexión dejó bien clara Luis Fabra la complejidad del mundo del guion en los programas de entretenimiento durante la última charla organizada por el sindicato ALMA. "Eso es lo más agotador de mi trabajo, tener que ofrecer chistes y más chistes cuando estos son rechazados. Es como el agua que golpea la roza y la desgasta".

Fabra, que venía del mundo de la ficción ('Allí abajo', 'Con el culo al aire'), estaba acostumbrado a otros ritmos de trabajo, a otros plazos y otros tiempos, por lo que inicialmente no fue sencillo incorporarse a un espacio como 'La resistencia': "En el caso del entretenimiento me di cuenta de que el principal problema era sobrevivir a ese desgaste de un programa diario. Aquí tienes que estar todos los días tratando de presentar ideas brillantes para solucionar 'problemas'. Hacer eso día tras día es agotador". Es por esto que los programas cuentan con un grupo más o menos amplio de guionistas, donde si una pieza falla, otras puedan salvar el día, explica.

A esa dificultad de tratar de dar siempre con la tecla adecuada para sacar una sonrisa al espectador hay que sumarle el hándicap de que Broncano cuenta con un programa de radio, 'La vida moderna': "Muchas veces tenemos chistes de temas que ya ha tocado en su espacio y nos los tira para atrás. No importa lo buenos que sean, no podemos entrar ahí. Son sus razones y a mí ni me van ni me vienen, tengo que ofrecerle otros chistes, otras cosas. Tengo que ir con un plan B, o C, o D".

Fabra: "Broncano es acojonante porque tiene una habilidad increíble para saltarse esta fórmula"

Y por si fuera poco, casi por encima de todo ello está la personalidad del rostro visible al frente del programa, un carácter complicado de domar porque no suele seguir las pautas establecidas: "Normalmente la televisión funciona bien cuando está todo el rato enviando estímulos al público, por lo que desde el guion siempre se trata de mantener el nivel muy arriba en este sentido, algo que en 'La resistencia' muchas veces va a la contra. Broncano es acojonante porque tiene una habilidad increíble para saltarse esta fórmula".

"Si hay una pauta que es dar impactos de guion cada dos minutos, David es a la contra: es el hombre de los tiempos muertos, realiza preguntas absurdas como '¿alquilar o comprar?', '¿mar o montaña?' cuando se lo pide el cuerpo. Muchas veces sus intervenciones no parecen responder a ese esquema de estímulos fuertes que los guionistas tenemos ya automatizados a la hora de pensar y escribir. Pero por otro lado luego puede sacar un lanzallamas, esas cosas pasan con él también, quizá porque por nuestro modelo de programa podemos seguir otras reglas", explica Luis Fabra.

"Pensaba que era precioso que jamás se supiera lo que había en el interior de la caja. Broncano se cansó y lo soltó. Le odiamos en ese momento"

Todo lo que sucede en 'La resistencia' forma parte del guion previamente trabajado por su equipo, o al menos ese es el planteamiento inicial, ya que el nivel de improvisación de David hace que todo lo guionizado salte por los aires en un abrir y cerrar de ojos. Buen ejemplo de ello es la caja misteriosa de la temporada pasada: "La creamos como algo que todos los invitados veían y nadie decía lo que había dentro. Pensaba que lo precioso era que jamás se supiera lo que había en su interior. Me imaginaba dentro de 10 años siendo de las pocas personas que sabía lo que había dentro. Pero Broncano de todo se cansa y hubo un momento, con Nawja Nimri, en que se cansó del juego y lo soltó directamente. Le odiamos en ese momento, ¡lo revienta todo en cuestión de segundos!".

Una vez aprendido a vivir con ello, lo más complicado para el equipo de guion son las secciones de 'La resistencia', ya que muchas veces cuesta dar con la tecla que sorprenda a la audiencia: "Hay secciones que se empiezan a escribir el mismo día, y eso es mucho más complicado y estresante porque requiere un proceso largo de búsqueda. Escribir un monólogo como el de Broncano es más sota, caballo y rey para hacerlo bien. Es buscar tres noticias o cuatro que sean absurdas y 'chistearlas'. Hacer una sección para Ponce o Ricardo Castella es más complicado porque, por ejemplo, encontrar cosas graciosas en 'Google Maps' y sacarle chistes no es tan sencillo. Puedes tirarte una hora buscando en el 'Street View' y no encontrar nada, y el tiempo apremia. Puede ser muy estresante, pero en el mal sentido".

En cualquier caso, siempre es importante quedarse con lo positivo de un trabajo como el suyo, que en el caso de Luis Fabra es una libertad como guionista que no había conocido antes: "Estamos en un segundo 'late night', en una plataforma de pago como es #0, por lo que nos podemos permitir una mayor libertad para experimentar, probar cosas nuevas. Aquí no manda el 'share', hay otras reglas. Podemos no estar en el cánon de siempre ir a tope de chistes que satisfagan a señores, 'hipsters' y niños. En este sentido es más agradable nuestro trabajo, porque estamos en un remanso de paz, siempre dentro de la exigencia de los estándares que han llevado a 'La resistencia' hasta donde está".