Ramon Campoamor ('Control de carreteras'): "Hay menos locos al volante, pero los delitos son los mismos"

La 'nueva realidad' en la que desde hace meses se encuentra inmersa la sociedad española ha transformado la forma en la que nos movemos, obligándonos a extremar las medidas de precaución para salvaguardar tanto nuestra salud como la del resto. Esta situación excepcional ha llevado también a los guardias de 'Control de carreteras' a adoptar nuevos protocolos que garanticen su seguridad mientras llevan a cabo su trabajo.

Desde este domingo, 6 de septiembre, los espectadores de DMAX tendrán ocasión de acompañar nuevamente a los agentes de la Guardia Civil mientras vigilan la seguridad de las vías y autovías de nuestro país. Motoristas con el permiso de circulación caducado, coches averiados en el arcén o rutinarios controles de alcoholemia protagonizarán las historias de esta segunda temporada.

La segunda temporada cuenta con un total de 40 entregas que han sido divididas en dos etapas: la previa al confinamiento y la posterior

En esta ocasión, la comunidad canaria será también escenario de algunos de los nuevos casos. "Hemos abandonado Galicia, pero no porque no funcione, sino por ir variando", nos cuenta Ramón Campoamor, director del formato. "Nos vamos a Canarias, concretamente a Tenerife. Sin turismo, veremos que hay menos gente en las carreteras, pero los delitos son los mismos".

PREGUNTA: ¿Qué nos puedes adelantar de esta nueva temporada de 'Control de carreteras'?
RESPUESTA: Estamos ante una temporada más larga porque, en realidad, es como la fusión de dos temporadas. En total, hemos producido 40 episodios, de los cuales 20 se terminaron de grabar justo antes del confinamiento. Durante el estado de alarma estuvimos seguimos montando esas entregas, de modo que no hemos parado.

Una vez que ya pudimos salir, retomamos las grabaciones con mascarillas y con las precauciones necesarias que hay que tomar. Empezamos a mediados de junio y terminaremos a mitad de septiembre. La gran diferencia será ver a los guardias con mascarillas y una menor densidad de tráfico en los programas de esta segunda mitad.

P: En los últimos años, la tendencia del mercado es la de producir temporadas cortas, aun así la primera temporada de 'Control de carreteras' contó con 20 episodios. Lo que no es nada habitual es encontrarse con una temporada de 40 entregas...
R: Es verdad, tienes toda la razón, pero como vivimos en un momento nada habitual, al final, ocurren estas cosas. Nosotros estamos encantados porque nos ha permitido seguir trabajando. Tal y como están las televisiones, poder empezar con esta idea y, además, tener la oportunidad de seguir adelante con ella es todo un privilegio. Estamos muy contentos porque encima la gente pide más.

P: ¿Qué papel ha jugado en esta renovación el éxito internacional que tiene 'Control de carreteras'?
R: 'Control de carreteras' tiene tan solo un año en la cadena, pero por países europeos está teniendo mucho éxito y evidentemente eso ayuda. En el caso de 'Control de fronteras: España' es más evidente porque ya lleva más temporadas y como mínimo ya ha llegado a unos 160 países.

P: ¿Cómo nació 'Control de carreteras'? ¿Presentasteis vosotros el proyecto a DMAX o fue la cadena la que lo encargó?
La cadena siempre ha estado muy abierta a oír propuestas de programas de este tipo, de programas de 'factual', así que, por ese lado, no costó demasiado. Nosotros, debido a 'Control de fronteras: España', hemos tenido una relación bastante estrecha con la Guardia Civil, por lo tanto, la idea de este nuevo formato surgió de forma natural.

En un primer momento, llegamos a pensar que no sería fácil y que no tendríamos suficientes casos. En las carreteras pasan muchas cosas, sí, pero dependíamos de poder grabarlas y mostrarlas. Decidimos probar y se lo comunicamos a Discovery, que les encantó la idea. Tras hablarlo con la Guardia Civil, nos fuimos un día con dos patrullas de tráfico de Madrid y vimos que había material para el programa. Lo que los guardias viven en un día es increíble, mucho más de lo que contamos nosotros en el programa.

"Somos muy escrupulosos y respetuosos con la privacidad de las personas. A la más mínima duda, tapamos la cara o descartamos el caso"

P: Entonces, ¿no se ha dado el caso de que los equipos hayan vuelto algún día sin material? ¿Es la carretera una fuente infinita de historias?
R: Es una carrera de fondo. Hay días que son agotadores con muchos casos, pero hay que seleccionar y aprender a ver qué historias se pueden contar y cuáles no en los 7 minutos que, como mucho, dura cada caso. Muchos de los equipos (cámara, redactor y guionista) están acostumbrados a trabajar en programas más dirigidos, por tanto se ponían muy nerviosos cuando tras dos días se encontraban sin historias. Precisamente por ello, porque no sabes lo que va a pasar en la carretera, estamos rodando unos tres meses.

P: Seguro que hay casos muy interesantes que finalmente no veremos en 'Control de carreteras'. ¿Cuál ha sido la razón principal que os ha llevado a descartar esas historias?
R: Siempre ha sido por respeto a las personas implicadas en esos casos, no por los guardias. Normalmente son casos de accidentes. Cuando grabamos accidentes nos centramos en la parte de asistencia. No nos cebamos en la víctima porque el programa no va de eso. Por ejemplo, grabamos a un motorista, pero la familia nos pidió que no lo sacásemos por la gravedad del caso y se descartó. Hay casos que no salen por no herir a familiares.

P: ¿Cómo es un día normal de grabación? ¿Cómo se organizan los equipos y cuándo se llevan a cabo las grabaciones?
R: Primero hacemos una organización general y ya luego el equipo de grabación se organiza con los guardias. Lo que sí cerramos es un cuadrante semanal con el rodaje que se va a hacer (helicóptero, control de alcoholemia, coche camuflado...). No interrumpimos ni modificamos para nada los servicios de los guardias, por lo tanto, si ellos empiezan el servicio a las 6 de la mañana, nosotros a esa hora estamos allí. El rodaje tiene lugar de miércoles a domingo, porque evidentemente hay más casos durante el fin de semana.

Nuestro equipo, formado por un cámara y un redactor, se monta detrás del coche patrulla. Cuando sucede algo en la carretera, el cámara va rodando absolutamente todo, mientras que el redactor va viendo qué es lo que se puede ir sacando. El cámara siempre se mantiene a una distancia prudencial para no entorpecer la labor de los guardias. Y si grabamos a alguien siempre se le pide permiso para mostrar su cara, si no lo da nosotros grabamos la actuación de los guardias, respetando siempre la intimidad de las personas.

P: ¿Ha sido complicado obtener los permisos necesarios para rodar con la Guardia Civil y poder meter las cámaras en los coches patrullas?
R: Ha sido mucho más fácil por el hecho de tener 'Control de fronteras: España'. Al final, ya tenemos la confianza de los jefes, de los dirigentes de la Guardia Civil... y eso facilita todo el trabajo. Con los guardias tampoco hay problemas y cada uno firma la cesión de sus derechos. Normalmente, la gente a la que le gusta su trabajo quiere mostrar lo que hace. No están poniendo multas todo el rato.

P: En otros países, los protagonistas de este tipo de casos no son pixelados. ¿Cuál es la situación en nuestro país?
R: En otros países, como en Inglaterra, Estados Unidos o Australia, si tú eres culpable no tienes derechos, de modo que la productora si quiere puede no tapar o pixelar la cara. En Europa, y en concreto en España, pasa lo contrario. Si tú eres culpable de un delito, aunque digas abiertamente que quieres salir, yo no te puedo sacar. En el momento que hay algo judicializado o algo penal, estamos obligados a no mostrar su rostro. En el resto de casos, las personas han de firmar una conformidad, una hoja, diciendo que quiere salir.

Tano nosotros como DMAX somos muy escrupulosos y respetuosos con el tema de la privacidad de las personas. A la más mínima duda, tapamos la cara o descartamos el caso. Es más, se tiran muchos casos interesantes porque, por ejemplo, no queremos ofender a la familia en un accidente.

P: En la primera temporada, las cámaras del programa patrullaron las carreteras de Madrid, Galicia y Andalucía (Málaga). ¿Tendremos ocasión de ver casos en nuevos territorios?
Repetimos en Málaga, en Madrid y, como novedad, nos vamos a Canarias, concretamente a Tenerife. Es curioso porque, sin turismo, veremos que hay menos gente en las carreteras, pero los delitos son los mismos. Hemos abandonado Galicia, pero no porque no funcione, sino por ir variando.

P: ¿Ni siquiera la pandemia ha rebajado las tensiones en la carretera? ¿Seguimos cometiendo los mismos delitos al volante?
R: Sí, aunque ahora mismo hay menos locos al volante y menos infracciones porque somos menos en la carretera, pero los delitos son los mismos. En Canarias, por ejemplo, se nota esa bajada porque hay menos gente, no hay turistas. Es pura estadística: menos gente, menos delitos.

P: Algunas de las entregas de la primera entrega reunieron a más de medio millón de personas. ¿Qué tiene este formato para seducir a tanta gente?
R: Es un programa que refleja la realidad, muy rápido de ver, la media hora escasa de duración ayuda. Además, somos mirones. En el propio programa ponemos también que el 'efecto mirón' son 200 euros de multa porque cuando hay algún accidente nos quedamos todos mirando y se forman atascos enormes. Nos gusta curiosear, ver lo que les pasan a otros... 'Control de carreteras' es un programa de entretenimiento, pero intentamos siempre meter en cada programa una píldora de información para que enseñar algo. La combinación es buena: mostramos algo curioso y no hace falta pensar mucho para verlo.

"Control de fronteras: España' y 'CdF: Europa' están en 'stand by', porque con las circunstancias actuales es muy complicado grabar"

P: DMAX ofreció semanalmente hasta cuatro entregas de estreno del tirón durante la primera temporada. A ninguna productora le hace gracia este tipo de estrategia, sin embargo, los datos de audiencia han dado la razón a la cadena. ¿Os ha costado aceptar ese tipo de decisiones?
R: [Risas] Es cierto, hemos aprendido a confiar en el departamento de programación. Al final, cada uno sabe hacer muy bien su trabajo. Al principio, nos parecía una locura. ¡Cuatro capítulos! Con lo que nos había costado grabarlos. La primera temporada fueron 20 entregas y emitir casi la cuarta parte de la temporada en un estreno, me parecía una insensatez, pero luego se ha demostrado que ellos saben muchísimo y que funciona. Pero sí, al principio, nos daba pena que se emitieran cuatro capítulos seguidos.

P: 'Control de fronteras: España' y 'Control de fronteras: Europa' son otras de vuestras producciones para DMAX. ¿Hay alguna novedad sobre la mesa? ¿Tendremos nuevas entregas próximamente?
R: Si fuese por audiencia sí habría nueva temporada de 'CdF: Europa', pero las circunstancias actuales no lo permiten. Es muy complicado grabar ahora mismo. Donde más está pegando el coronavirus es en los aeropuertos y los transportes. Así que están en 'stand by', pero no por falta de interés nuestro, ni de la cadena ni de los cuerpos de seguridad de cada país. No ha sido fácil que en Bélgica, en Italia o en Alemania confíen en nosotros, pero, al final, han salido encantados. Les ha molado la experiencia. Por ese lado, tenemos las puertas abiertas. 'Control de fronteras: España' está en la misma situación, parado.

P: 'CdF: España' se han exportado a más de 160 países. ¿Cada vez que alguno de vuestros formatos llega a un nuevo país percibís alguna cantidad? ¿Os corresponde algún porcentaje por los derechos de esa venta internacional?
R: No, nosotros lo producimos para DMAX España y cuando entregamos ya pasa a ser de ellos. La relación desaparece en ese sentido, por tanto, son ellos quienes lo venden y lo traducen a otras lenguas.

P: ¿Da igual que uno de vuestros programas se venda y se consuma en 10 que en 100 países?
R: Económicamente nos da igual, porque no recibimos nada. Si te digo que me da exactamente igual, obviamente, te engañaría... Yo hubiera preferido haberme quedado con parte de los derechos, pero en el momento que la productora puso la firma en el contrato los términos estaban clarísimos. Lo mejor es no volver a pensar en eso porque no es sano.

P: Aunque con ese volumen de ventas será más fácil la renovación...
R: Si el programa puede viajar genial para ellos, y a la hora de tomar una decisión tendrá su parte de peso en la balanza. Eso nos beneficia. Además, si tu programa lo ofrecen a 160 países y lo quieren eso significa que no lo has hecho nada mal. 'Control de fronteras: España', por ejemplo, se está emitiendo con éxito en Reino Unido, que son impermeables a cualquier producción que no hagan ellos.

P: Mucha gente se pregunta si los guardias que aparecen en el programa han sido seleccionados por vosotros. ¿Han pasado algún tipo de casting?
R: En la primera temporada hicimos un casting al viejo estilo. Pusimos una cámara delante de ellos, pero vimos que a la mayoría no les gustaba. No funcionó, les daba vergüenza, además no tenía sentido para un programa como este. Ahora, lo que hemos hecho ha sido reunimos antes de la temporada en cada uno de los sectores en donde estamos ubicados para contarles el proyecto. Se han apuntado los que han querido, pero un casting como tal, para escoger al más guapo y al más alto, no.