La batalla por la audiencia matinal, al límite con la desokupación del piso de Paola

'El programa del verano' y 'Espejo público' han vivido este lunes, 4 de agosto, un hecho casi insólito: la batalla por la audiencia matinal les ha llevado a cubrir en directo el mediático caso de Paola, cuya vivienda se encontraba okupada desde hace semanas. La joven denunció la situación ante los medios y, gracias a la repercusión, logró que una empresa privada acudiera a ofrecerle una solución.

Los dos programas matinales ayudaron en su momento a la difusión del problema de Paola, por lo que ambos se desplazaron para retransmitir el feliz desenlace para la joven, con una hija de dos años. Cada espacio envió a una reportera para informar en directo de cómo se producía esta desokupación, hablando tanto con Paola como con el señor que se encontraba viviendo en su domicilio tras argumentar que posee un contrato de arrendamiento con un inquilino anterior.

El hecho más llamativo se producía cuando los dos se encontraban frente a frente fuera de la vivienda, con las cámaras de los dos programas siendo testigos del encuentro en el que él se disculpaba por todos los problemas ocasionados. Las dos reporteras se situaban en mitad del plano, con los dos protagonistas a cada lado. Los micros de las dos cadenas aparecían en ambas emisiones, con las periodistas alternando sus preguntas en una inusual escena que recordó a la época en la que la guerra por las exclusivas entre los dos magacines era más intensa.

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N. Costas

La reportera de Telecinco se llevó entonces el gato al agua, logrando entrar en la vivienda junto a Paola por primera vez para comprobar el estado de su hogar, dejando así a la reportera de Antena 3 con el okupa desalojado.

Paola, notablemente emocionada por recuperar su casa, era incapaz de contener las lágrimas, instante que aprovechaba para dar las gracias a 'Espejo público' por ayudar en esta gestión. Patricia Pardo la interrumpía rápidamente, al tratarse de un agradecimiento al programa rival, preguntándole por cómo encontraba la vivienda, si existían desperfectos o echaba de menos algún mueble, poniendo así fin a la curiosa secuencia televisiva vivida.