Paul Kapeleris, el cantante y pianista ciego que ha plantado cara al bullying en 'Got Talent'

Telecinco ha puesto el broche de oro al especial 'Got Talent: lo mejor del mundo' escogiendo entre sus últimas actuaciones la de Paul Kapeleris, el pianista y cantante ciego, sordo y víctima de bullying escolar. El griego-australiano puso en pie a más de 1.300 asistentes y provocó una lluvia de confeti dorado por parte del jurado.

Los televidentes de Channel 7, cadena australiana encargada de la emisión de 'Australia's Got Talent', sintieron júbilo y decepción en cuestión de un mes. En julio de 2019, con 22 años, Paul Kapeleris lograba saltarse de golpe la fase de audiciones del programa de talentos gracias a su impresionante número de voz y piano ante los jueces, Nicole Scherzinger, Shane Jacobson, Lucy Durack y Manu Feildel. En agosto, en plena semifinal, un lanzador de cuchillos y un grupo infantil de baile dejaron al cantante y pianista fuera de la final provocando una gran frustración en buena parte de la audiencia.

"Cuando hay 1.300 personas ante ti no necesitas verlas para sentirlas"

¿El motivo? "Paul es digno de llegar a la final", llegaron a protestar algunos seguidores del concurso en redes sociales. En su debut mediático, Paul hizo llorar a Nicole Scherzinger cuando, desde la mesa de jueces, escuchaba emocionada la interpretación de la canción 'Rise Up' de Andra Day, unas letras que hablan de ser fuerte y seguir adelante. El sonido envolvente del majestuoso piano y la dulce y angelical voz de Kapeleris la rompieron por completo: "Eres un hermoso regalo y me alegra que hayas honrado a 'Got Talent' con el talento australiano. Tú eres la razón por la que estoy aquí. Eres la razón por la que vine".

Lo realmente conmovedor es que todo esto lo haya conseguido Kapeleris teniendo solamente una visión del cinco por ciento, que a su vez se va deteriorando lentamente, y con una discapacidad auditiva bastante considerable. Logró poner en pie a los 1.300 asistentes a la audición de aquel programa en el que ya fue considerado cantante y pianista, algo que emociona aún más si tenemos en cuenta que comenzó a tomar clases de piano a los ocho años habiendo nacido con solo un 15% de visión. "Fue muy difícil, ya que no podía ver las notas. Mi maestra me dijo que practicara y sintiera las notas con los ojos cerrados. El piano tiene una estructura establecida, así que ya no tengo que mirar para tocar el piano. ¡Hay mucha memoria muscular!", expresaba el aplaudido artista.

Pase de oro

El contacto de millones de papelinas doradas cayendo sobre él, sumado a la titánica ovación de todo el auditorio, confirmaron a Paul Kapeleris que alguien había pulsado el botón dorado al término de su exitosa actuación y tras las halagadoras valoraciones de los cuatro miembros del jurado.

"Ha sido mágico. Esta fue la razón por la que todos vinimos. Cantas con tanta honestidad y corazón...". Lucy Durack, en pie ante el concursante, pronunciaba estas conmovedoras palabras mientras pulsaba con fervor el botón de oro. "Eres una gran inspiración para todos nosotros aquí y para mí", apostilló mientras caía el confeti sobre el semifinalista.

"No me di cuenta de que tocaron el botón dorado o que recibí una gran ovación. No estaba seguro de lo que estaba sucediendo", admitía Kapeleris roto de emoción por lo que acaba de pasar en aquel escenario, que confesó que tuvo que tocar con sus manos para sentir las vibraciones. "Soy muy honrado de que me hayan dado esta oportunidad. La respuesta fue mucho más allá de lo que podía imaginar, más allá de mis sueños más locos. Salí esperando que uno de los jueces pensara que lo había hecho bien pero nunca esperé que obtendría esa respuesta de la multitud y que los jueces dirían eso de mí", subrayaba emocionado ante su adorado piano.

Bofetón al bullying

El triunfo de Paul Kapeleris no fue realmente coquetear con la final del exitoso programa de talentos o su posterior consagración como cantante y pianista en su país, si no plantarle cara al bullying que sufrió de niño en la escuela. "Pido disculpas por no poder hablar griego", expresaba encima del escenario. Y es que el joven de 22 años no tuvo la oportunidad de aprender su idioma materno, ya que en dicho país no daban lecciones de griego para ciegos.

Pero hay más, "al principio, no quería ir a la escuela durante meses porque me molestaban constantemente, y mucho. Luego comencé el karate y mi fobia de alguna manera desapareció por sí sola. Pensé, si quieren hacerme algo, es su problema y decisión", admitía Paul en referencia al acoso escolar sufrido por ser ciego y casi sordo.

"Ser social es un desafío a veces y solía aislarme mucho", llegaba a confesar. Sin embargo, a los ocho años con sus clases de piano todo cambió, puesto que la música dio la confianza y libertad de ser verdaderamente él mismo a pesar de que fue muy acosado durante toda su vida. Hasta soñó con ir a 'The X Factor' y 'Australian Idol', pero "era muy joven". Sueño cumplido con su triunfo en 'Got Talent Australia'.

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Estrella navideña

El trampolín que supuso para Kapeleris su paso por el espacio de talentos, que a pesar de no ganarlo, sí logró meterse en el corazón a todo un país. Tanto así que fue elegido entre los artistas para el encendido de las luces navideñas para amenizar las fechas con sus deliciosos villancicos al ritmo de su inseparable piano.

"Me resultó muy difícil aceptar lo que realmente estaba sucediendo. Estaba en lo más alto de 'Australian's Got Talent' y luego sucedió esto y me quedé como, ¡guau!", manifestaba eufórico tras ser nombrado Embajador de Vision Australia's Carols en el mítico encendido de luces que tantas veces había seguido en Nochebuena desde su televisión junto a toda su familia.