Saray da la cara tras su "traumática" expulsión de 'MasterChef': "Me llevaron al límite"

Saray Carrillo es la gran protagonista de la jornada televisiva tras una sonada expulsión que sacudió los cimientos de 'MasterChef'. Unas horas después de la emisión de tan controvertida entrega, la cordobesa hace balance de su paso por el programa de TVE y trata de hacerse entender: "Lo viví como una expulsión traumática porque es verdad que lo pasé muy mal. Ayer, viendo el programa en casa, estaba llorando a moco tendido con un ataque de ansiedad al revivirlo todo. Sentía que me llevaron al límite, entre algunos de mis compañeros y los jueces. Yo no entendía muy bien el ataque por parte de todos".

Con estas palabras para EL CONFI TV recuerda su llamativa salida del 'talent show', confesando que supuso todo un alivio dada la presión a la que se encontraba sometida: "Para mí fue un alivio la expulsión. Sentí que volaba libre. Necesitaba ya estar con personas que me dieran un poco de cariño. El abrazo de mi madre, una sonrisa de una amiga... Necesitaba poder compartir algo de verdad, porque muchos de mis compañeros eran muy falsos y cínicos".

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Dos han sido los aspectos clave para que Saray reaccionara como lo hizo en la cuarta gala de 'MasterChef': "Los jueces han sido muy duros, muy cañeros conmigo. Por ejemplo, cuando yo hice las galletas con pasas y piñones en una prueba de postres. A mí se me dio mucha caña, se me dijo de todo. Había gente presentando macedonia o incluso leche frita cuando la prueba mandaba llevar fruta. A ellos les decían que era todo maravilloso y a mí se me machacaba. No entendía nada. Yo creo que se pasaron conmigo y, sinceramente, no lo entiendo".

Tratando de encontrar una explicación a este hecho, la propia joven parece dar con el motivo: "¿Sabes qué pasa? Los jueces están acostumbrados a concursantes sumisos que se tragan su orgullo, y yo no soy así. Yo no me callo ante nadie, y si me atacan respondo. Si me pincha, exploto como un globo, y eso es lo que se ha visto".

Saray: "Me sentía como una leona herida rodeada de hienas esperando a darme el siguiente bocado"

"Cuando dicen que 'MasterChef' es el 'talent show' más duro del mundo yo doy fe. No tiene nada que ver a la imagen que tenemos desde casa. Los jueces llegan a ser mucho peor, es que, además, no tienen nada que ver conmigo porque solo recalcan lo negativo. No me gustan las personas que siempre intentan comerte la moral. Me gustan las críticas constructivas, con una sonrisa, con un poco de cariño. A mí no me gusta que me traten como lo han hecho ellos. Me sentía como una leona herida rodeada de hienas esperando a darme el siguiente bocado", explica de forma gráfica Saray.

"Me llevo un mal sabor de boca de los jueces, y más tras esas palabras finales que me dedicó Jordi. Ellos me conocían, yo hice un casting para estar ahí, por eso no creo que me mereciera todo lo que me han dicho", sentencia la joven.

El otro aspecto por el que Saray considera que se encontró al límite fue por el trato recibido por parte de sus compañeros, a quienes desenmascara ahora que ha podido ver por televisión: "Me he quedado flipando al ver el programa porque me he llevado muy bien con gente que ahora he visto que me estaban poniendo a parir a mis espaldas, gente que yo consideraba mi amiga. Yo allí estaba loca porque no podía discernir lo que era verdad y lo que no, porque todos me sonreían y a la mínima me la clavaban".

"Estoy orgullosa, no tengo que dar ejemplo de nada"

Aunque su paso por 'MasterChef' haya levantado ampollas, Saray se muestra muy segura de sus decisiones: "Una parte de mí cambiaría el haberme implicado tanto, el tomarme las cosas tan a pecho, pero es que entonces no hubiera sido yo. Por eso me siento orgullosa de mi paso por 'MasterChef', porque he sido yo misma siempre. No me he dejado pisotear, no he escondido mi personalidad para aguantar más en el programa. Yo he respondido con sinceridad, con lo que sentía, y por eso no me puedo arrepentir. Sí es cierto que cambiaría algunas palabras en las que he podido fallar, pero en general no cambiaría nada".

Al hilo de esto, Saray también responde a todos aquellos que se sienten decepcionados por todo lo que podría haber supuesto dentro de la cadena pública para diferentes colectivos: "Yo no tengo que ser ejemplo de nada, ni yo tengo que llevar el peso a mis espaldas de ningún colectivo. Yo apoyo al colectivo trans y apoyo a la etnia gitana, pero yo no soy icono de nada. Yo soy yo, la Saray, independiente".

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"He recibido mensajes desde 'travesti te vamos' a cortar el cuello hasta 'eres una reina, te amamos'. Unos me quieren matar y otros me aman. He recibido tantas críticas a lo largo de mi vida que al final paso un poco. Hay gente muy aburrida que lo único que hace es meterse en la vida de los demás. Pero sí que es verdad que me he despertado con miedo de mirar el móvil tras la emisión ayer", reconoce la cordobesa.

Pero, pese a todo, Saray continúa con ganas de seguir en televisión: "Me encantaría poder ir a 'GH VIP' o a 'Supervivientes' para que la gente me pueda conocer realmente como soy. Creo que todavía tengo mucho que dar y la gente tiene que conocer a la Saray de verdad".

Por último, Saray opta por quedarse con lo positivo de toda esta experiencia, lanzando además un claro mensaje a los seguidores de 'MasterChef': "Soy una persona que aunque haya pasado cosas malas me quedo con lo positivo, y prefiero quedarme con los buenos ratos vividos dentro del programa. Las risas con los compañeros o las pruebas de exteriores. Mejor quedarme con eso que con toda la amargura".

"Espero que la gente no se quede con una imagen mí de maléfica, que se pongan un poco en mi piel y me intenten entender también, porque yo estaba sometida a muchísima presión dentro del programa", concluye la joven.