No hay dilema: 'Supervivientes' debe informar a sus concursantes sobre el coronavirus (y ¿por qué no lo hace?)

"Tenemos una gran responsabilidad y queremos cumplir escrupulosamente con nuestro deber cívico. Quiero que quede muy claro que no somos una alternativa a las noticias porque la información en estos momentos es fundamental. Lo que queremos es serviros de evasión, ofreceros un momento distendido para ofreceros una sonrisa, que nos traslade a la vida que teníamos hace unos días. Si os quedáis con nosotros, os ofrecemos un momento de optimismo".

Jordi González arrancaba este domingo el debate de 'Supervivientes 2020' con una declaración de intenciones, invitando a los espectadores a desconectar de la sobredosis de información para dar rienda suelta a la evasión, algo tan necesario y tan intrínsecamente apegado al ser humano que incluso hasta en las peores situaciones encontramos tiempo para ello. Sin público, con los colaboradores separados por un metro y medio y con los telespectadores ansiosos por ver la reacción de los concursantes en el momento que les comunicaran que, por segunda vez en la historia de la democracia, el presidente del Gobierno ha decretado el estado de alarma durante 15 días por la crisis del coronavirus.

"Que alguien me explique cómo van a lidiar con este marrón. Hasta el propio presentador ha desvelado que ni los técnicos se ponen de acuerdo"

En principio, parecía que la cosa estaba clara, los concursantes tenían que saber todo lo que está ocurriendo en España y en Europa, porque no olvidemos que el virus no sabe de fronteras. La pandemia arrancó en China, se ha instalado en Europa y va camino de hacer lo mismo en el continente americano. Dada la gravedad del problema, los responsables del programa tenían la intención de comunicar la situación "acompañando la información con un mensaje de los familiares que ayudara a tranquilizarlos", según rezaba el comunicado de la cadena.

¿Qué pasó para que lo que parecía una resolución ineludible se esfumara con el paso del tiempo? Muy sencillo, que, al final, la decisión, que a mi juicio va a ser inevitable puesto que el Gobierno de Honduras se ha blindado ante la pandemia y ha decretado el estado de emergencia, recayó en los familiares de los concursantes. Y no hubo quórum.

En situaciones extremas, el ser humano reacciona de la manera más insospechada. En el plató de Telecinco surgieron dos bandos absolutamente contradictorios. Por una parte, Antonio David, padre de Rocío Flores, y Christofer, novio de Estefanía, consideraban que sería una información que podría desestabilizarles. Por otra, exsupervivientes como Violeta o Kiko Jiménez insistían en que los concursantes debían saber lo que está pasando. Así las cosas, Jordi González ejerció de moderador en un debate absurdo que, con todo el dolor de mi corazón, caerá por su propio peso. Personalmente, me pongo en su pellejo y si me entero de que mi familia vive enchiquerada, confinada en casa o, por qué no, dando positivo en Covid-19 y no me lo dicen… Igual sale de mi interior la hermana gemela de Belén Esteban y 'por mi familia ma-to'.

"Como padre de Rocío, tengo dudas, porque no estoy muy de acuerdo en plantear a los concursantes el motivo del coronavirus y exponérselo, claramente ellos están allí, aislados, y decírselo podría llegar a ser una preocupación, un motivo para desestabilizarlos", espetaba el actual colaborador de 'Sálvame'. Alma de cántaro, pero ¿no ves que esto es alargar la agonía? Sí, ellos permanecen ajenos a la pandemia, pero el equipo técnico no. A ver, que alguien me explique cómo van a lidiar con este marrón, sobre todo, cuando hasta el mismísimo presentador desveló que ni siquiera los técnicos se ponían de acuerdo.

A medida que avanzaba la noche, la crispación iba en aumento, más que nada porque no solo concursan 'Estefaniaaaa' y la nieta de la más grande. La pandilla la forman 14 supervivientes.

"No le veo buen final a esta cuestión. Me da en la nariz que en cuanto el asunto estalle, el concurso se va a tener que suspender"

"Desde que la OMS declarara que estamos ante una pandemia, creo que habría que comunicárselo. Entiendo que se van a preocupar, pero nos están dando la herramienta para decirles que todo está bien", confesaba la prima de Ivana. Ivonne Reyes asentía y Carmen Borrego se cuestionaba qué iban a pensar los concursantes cuando a medida que avanzara el concurso no recibieran la visita de sus familiares.

De verdad, me pregunto dónde habrá aparcado el sentido común la hija de la Campos. Por si acaso, le recuerdo que, ese mismo día, Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, tras conocer que los casos de coronavirus ascendía a seis (sí, no he perdido ningún cero en el teclado), ha cerrado "las fronteras terrestres, aéreas y marítimas para el tráfico de personas". Por el momento, no se sabe nada de Alejandro Reyes, segundo expulsado, que tendría que llegar a España para asistir a la gala del próximo jueves.

Puede que tras casi una semana de autoencierro esté siendo derrotista, pero no le veo buen final a esta cuestión. Tarde o temprano, se lo van a tener que decir, y me da en la nariz que en cuanto el asunto estalle, el concurso se va a tener que suspender. Y lo digo con todo el dolor de mi corazón porque, ya lo he dicho en más de una ocasión, 'Supervivientes' es mi 'guilty pleasure', mi placer culpable, mi 'reality' favorito.

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Álvaro Roldán

Confieso que no me gustaría estar en los zapatos de en quien recaiga esta decisión. Me refiero a la decisión de comunicar o no comunicar a los concursantes la situación que vive el país. Deben estar como los ratones en la fábula de Esopo. ¿Quién le pone el cascabel al gato? O mejor dicho, ¿quién le pone el cascabel a 'Supervivientes'?

Si me pongo en el pellejo de los concursantes, de saberlo, no creo que me quedaran ganas de luchar por cuatro alitas de pollo aguantando un plato con las manos y a la pata coja, no tendría los arrestos para mantener el fuego o salir a pescar, por más que me dijeran que mi familia está bien. Más que nada porque en mi concepto de familia entran primos, primas, tíos, tías, sobrinos, sobrinas y amigos, que muchas veces son más que los hermanos. Mi lista sería interminable.